TURQUIA: NO HAY PEOR CIEGO QUE EL QUE NO QUIERE VER

Luego de que el papa Francisco afirmara que 'el primer genocidio del siglo XX fue el de los armenios', un hecho corroborado por millones de pruebas que a esta altura de la historia del mundo son irrefutables, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Ahmet DavutoÄŸlu, emitió una declaración en la que considera que las expresiones del pontífice son 'absolutamente inaceptables'. Como dice el refrán, no hay peor ciego que el que no quiere ver


 De acuerdo con una nota de Diario Armenia, DavutoÄŸlu dijo que durante los últimos años del Imperio Otomano, 'turcos, armenios y muchos otros sufrieron enormemente', al tiempo que acusó a Armenia de 'seleccionar el sufrimiento armenio' y 'distorsionarlo de varias maneras para presentarlo como un genocidio'.

En el comunicado, el canciller le indicó al Vaticano cómo debería actuar, manifestando que 'lo que se espera de la oficina del Papa, con la responsabilidad de la autoridad espiritual de la que fue dotado, es contribuir a la paz mundial en lugar de promover la enemistad por los acontecimientos históricos'.

Por último, el informe dice que 'las expresiones del Papa eran absolutamente inaceptables' y le pide a la Santa Sede que se 'abstenga de tomar medidas que puedan causar daño a nuestras relaciones bilaterales'.

La directora en Buenos Aires del Consejo Nacional Armenio de Sudamérica, Carolina Karaguezian, declaró que 'el Estado turco pretende convencer a la comunidad internacional de que el Papa actuó bajo la influencia de la visión unilateral armenia, a la que habría estado expuesto cuando era arzobispo'.

'El Estado de Turquía intenta imponer la negación y la censura, no sólo a sus propios ciudadanos, sino también a todos aquellos que en cualquier parte del mundo entienden que el camino hacia la paz entre las naciones es la memoria, la verdad y la justicia', agregó.

Argentina, país en el que reside una importante comunidad de origen armenio, ha reconocido oficialmente a los hechos sucedidos entre 1915 y 1923 como un genocidio por la matanza de 1,5 millones de personas.