Las organizaciones de trabajadores denominadas sindicatos,en general en las sociedades democráticas son un elemento de gran utilidad. Y aclaramos lo de las sociedades democráticas, porque en las dictaduras, cuando existen, suelen servir de correa de transmisión del poder. Pero toda esa gran utilidad que brindan en defensa de los derechos de los trabajadores y mismo de principios de la sociedad, se tornan en carga negativa cuando se transforman en sociedades corporativas cerradas, que se niegan a escuchar la más mínima opinión que sea discordante con sus criterios y pensamientos. Quien vivieron la salida de la dictadura y tienen buena memoria seguramente recuerdan unos cartelones que el sindicato de Antel había puesto frente a los locales de la telefónica estatal, en que se podía leer: 'No a las centrales telefónicas digitales'. Si se hubiera echo caso a ese planteo, ahora estaríamos haciendo señales de humo y mandando palomas mensajeras !! Y no es el único caso.
Cuando el Presidente Tabaré Väzquez planteó el Plan Ceibal, también se opusieron los sindicatos de la enseñanza por diversos y absurdos motivos.
Vázquez, una persona terca y convencida de las bondades de esta idea computacional siguió adelante.
En el día de hoy el diario El País aporta un editorial, con el cual si bien se puede tener alguna discrepancia, enm líneas genrales es compartible.
Los primeros resultados de la aplicación del plan Promejora, dejan sentimientos encontrados. Por una parte, ha sido muy alentadora la experiencia de su aplicación en cinco liceos (Carmelo, Cebollatí, La Coronilla, Liceo N° 2 de Florida y Tomás Gomensoro) de los 17 centros educativos del interior de la República que participan en la experiencia, (diario El País del domingo).
El plan Promejora se implementa en tres escuelas, ocho liceos y seis escuelas técnicas.
Disminuyó la proporción de estudiantes repetidores (en La Coronilla el porcentaje pasó del 31% en el año 2011 a 16% en el 2012); cayeron las inasistencias (de 212 a 167, en el mismo instituto), y mejoró el relacionamiento con los padres.
Una profesora del liceo de Carmelo opinó que hacía 33 años que estaba trabajando allí y 'es la primera vez que los profesores logran unificar criterios de evaluación y es gracias a este proyecto'.
Otra profesora, del liceo de Cebollatí, afirmó que se había conseguido 'un trabajo más mancomunado entre los docentes, mucho más colaborativo porque los docentes se empezaron a abrir'.
Mientras que, en general, en Secundaria los profesores tienden a trabajar aisladamente, Promejora, explicó un profesor, conduce a empezar 'a aprender y a practicar el trabajo en conjunto a pleno. Al tener que evaluar y diagnosticar para ver qué problemas hay y qué hay que hacer, hay que unirse con el compañero para poder determinar esas cosas'.
El plan Promejora privilegia el protagonismo de los centros educativos como unidad de cambio, promueve planes de mejora y fortalecimiento de las instituciones educativas en lo que se refiere a la gestión, convivencia y aprendizajes, y procura repensar a las instituciones educativas como ámbitos de perfeccionamiento y profesionalización docentes. Las evaluaciones sugieren que esos objetivos están siendo logrados.
Uno de los orientadores del plan, el Prof. Pablo Cayota, dijo a El País que 'encontrar colectivos docentes que se hacen responsables de los problemas que tienen las instituciones educativas ya es un cambio importante' y agregó: 'si algo hemos aprendido en estos meses es que, démosle tiempo significativo y apoyos técnicos a los docentes para trabajar en colectivo y por allí empiezan a aparecer novedades, innovaciones, caminos para responder a la enorme problemática que tiene la educación uruguaya'.
Por otra parte, sin embargo, es imposible no recordar los desafíos que debió enfrentar Promejora para comenzar a funcionar. Aunque el plan estaba fundado sobre la base de un acuerdo nacional en materia educativa entre todos los partidos políticos, su aplicación estuvo demorada por la cerrada oposición de la mayoría de los sindicatos de la educación y por un verdadero conflicto de poderes entre el Codicen y el Consejo Directivo de Secundaria que se declaró en contra del proyecto. Los sindicatos acusaron a la propuesta de ser un plan 'neoliberal', de seguir el modelo educativo chileno, de ser mercantilista y de otros pecados varios.
Haciendo gala de un furibundo estalinismo, la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria de Montevideo (ADES) desafilió a la subdirectora del equipo técnico de Promejora. Aunque pueda sorprender, quienes se opusieron al Promejora en Montevideo consiguieron una victoria de la que, suponemos, estarán orgullosos: el plan no se aplicó en la capital.
¿Quién pagó el precio de esta victoria política, digna de Pirro? Es fácil responder: los alumnos pertenecientes a las familias menos pudientes que, en su mayoría, asisten a la enseñanza secundaria pública.
Ahora, los hechos han demostrado que todas aquellas acusaciones eran infundadas, que Promejora funciona y tiene beneficios concretos para los alumnos de los institutos que lo aplican. Incluso se habla de extender la experiencia a otros centros de estudios.
Si lo pensamos bien, uno de los principales beneficios de esta experiencia ha sido que, como dijo Cayota, 'nos ha permitido encontrar colectivos docentes en distintos puntos del país que realmente se enfrentan a las dificultades, creen en lo que hacen, tienen propuestas y están dispuestos a hacerse responsables'.
Así sucedió con los liceos en Carmelo, Cebollatí, La Coronilla, Florida y Tomás Gomensoro. Queda la pregunta de si será posible aplicar Promejora en Montevideo.
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