El economista Ignacio Munyo, docente de la Universidad de Montevideo e integrante del equipo de profesionales del Instituto Ceres, realizó una presentación sobre la delincuencia juvenil en el evento convocado por el sector colorado Batllistas de Ley bajo la premisa 'Seguridad, un tema de Estado'.
Munyo presentó cifras sobre inseguridad y afirmó que “ya estamos convergiendo a los niveles de criminalidad y violencia de América Latina, que es la región del mundo con mayores niveles de violencia y criminalidad, incluso superando al África Subsahariana”.
El economista explicó que los delitos totales se duplicaron desde 1998 hasta hoy y los delitos violentos se multiplicaron por 4 en los últimos 15 años. 'Este fenómeno está ampliamente explicado por la participación que han tenido los menores en las rapiñas cometidas. Los adolescentes de entre 13 y 18 años son el 8 % de la población y sin embargo son responsables de más del 40 % de las rapiñas que se cometen en el país', dijo.
Munyo consideró que el problema comienza cuando el joven debe elegir entre el trabajo o una carrera delictiva. En este sentido, afirmó que el mayor problema radica en la mala educación que reciben los adolescentes que viven en las zonas marginadas.
Esa carencia de formación los lleva a acceder a trabajos muy mal remunerados. Como contrapartida, la riqueza del país pasó de 12.000 millones de dólares en 2003 a 50.000 millones de dólares en la actualidad.
'El botín de las actividades delictivas se ha multiplicado. El retorno de actividades legales ha sido decreciente en el tiempo, con un salario magro y bajo, frente a una tentación de un botín que ha venido creciendo de forma estrepitosa en los últimos años', opinó.
Agregó que esos factores se unen a la permisividad de la ley frente a delitos graves cometidos por adolescentes. 'Solo 10 de cada 100 delitos graves son resueltos por la policía. De esos diez, solo en 6 se inicia el proceso judicial', afirmó.
Acotó que el Código de la Niñez redujo a la mitad las penas vigentes e hizo que hasta diciembre de 2012 el máximo fuera tres meses de internacional. Eso cambió pero hay fuertes críticas para aplicar la pena mínima de un año, que queda en manos del fiscal.
Dijo que la situación se suma a una epidemia de consumo de pasta base que se constata desde 2003 y se multiplicó por siete hasta la fecha 'Según la Junta Nacional de Drogas el 10% de los jóvenes en contexto desfavorable consume pasta base y también lo hace el 50 % de los internados en el INAU', dijo.
No obstante, matizó el impacto de la droga en el aumento de los delitos.
'La pasta base es importante pero no es el principal factor que está detrás del aumento de la delincuencia. Es muy simplista decir que todo se debe a la pasta base. Un botín del delito que ha crecido enormemente en detrimento del retorno de las actividades legales por el fracaso educativo y un grado de permisividad casi absoluto de los delitos cometidos por adolescentes luego de la aprobación en 2004 del Código de la Niñez y la Adolescencia lo explican', dijo.
'No nos debe sorprender que los menores que delinquen digan que ese es su trabajo porque es un bollo robar', acotó.
Munyo propuso aumentar el retorno de las actividades legales y mejorar los niveles de insuficiencia. Dijo que no es una utopía y lo demuestran los resultados obtenidos por el liceo Jubilar con adolescentes de zonas rojas de Montevideo.
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