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miércoles, 19 de junio de 2013

AMERICA LATINA: ANALISIS DE SU ECONOMIA

En los últimos años ha ido surgiendo un nuevo concepto híbrido entre la economía y la sociología: mercado emergente o país emergente. Que queremos decir cuando hablamos de un país o un mercado emergente? Y, en todo caso, llevamos años escuchando esta terminología y uno se pregunta: cuando van a terminar de emerger realmente, cuando van a terminar de sacar el cuello del agua y nadar hacía la orilla de la abundancia y el desarrollo ?


Al país que le cuelgan el calificativo de emergente, es aquel que supuestamente ha abandonado los índices que lo caracterizan como pobre y subdesarrollado, y también ha dejado atrás a ese otro socorrido grupo de los llamados 'países en vías de desarrollo', para convertirse en una potencia económica pero con unas características peculiares, a saber: gran población, importantes recursos naturales, desarrollo de un sector productivo nacional, enorme mercado interno, y regulaciones poco exigentes para la presencia de empresas extranjeras.

Pero con importantes contrapesos: enormes desigualdades sociales en el campo de la educación, la sanidad y el acceso a los recursos públicos, junto a problemas de inseguridad y pobreza. De hecho Brasil está en el grupo llamado de los BRICS,  las grandes cinco economías emergentes del mundo: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

La aproximación a la realidad de América Latina presenta siempre los problemas del enfoque y de la escala. Por un lado, cada vez es más frecuente el estudio de los temas económicos de manera fragmentaria, utilizando un complejo instrumental teórico, pero con una aparente disyuntiva: si nos interesamos por la región en su conjunto, se pierden los matices de la enorme variedad de casos nacionales y regionales; mientras que si abordamos los temas concretos de algún país o región, se pierde la perspectiva de conjunto que contribuye a identificar las cuestiones relevantes en cada momento histórico.

El análisis del desarrollo económico de América Latina se transforma así en tarea compleja por su diversidad y la particularidad de cada caso. No es lo mismo analizar el modelo cubano, que el chileno, o el brasileño. En cada país ha ido surgiendo modelos de desarrollo que han pasado desde el más puro neoliberalismo, con políticas económicas cuya filosofía propiciaban el no intervencionismo, hasta modelos de economía más o menos planificadas.

Podríamos incluso parcializar la región: Centroamérica, El Caribe, Países Andinos, Mercosur, cada una con sus dinámicas internas y peculiaridades. Tradicionalmente las economías latinoamericanas fueron muy dependientes de las de las metrópolis europeas hasta mediados o finales del siglo XIX. Hoy día la presencia de USA sigue siendo muy importante, sin embargo las economías latinoamericanas se están abriendo hacia otro gran mercado emergente mundial: China. Desde la década de los años 90, la mayoría de las exportaciones de América Latina, se dirigen hacia el gigante asiático.

Esta apertura al mercado mundial ha provocado que China haya pasado de importar el 1 % al 7 % de los productos de América Latina, lo cual ha contribuido al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Latinoamérica, el cual ha crecido a un promedio del 5.9 % en 2010 y 4.5 % en el 2011.

La contribución del aumento de las exportaciones al PIB de América Latina ha permitido a los habitantes de la región aumentar su consumo en 3.9 % y ha impulsado al crecimiento del 14.5 % en la inversión recibida del para el año 2010.

Sin embargo, si el boom de las materias primas ha sido beneficioso para todos los países latinoamericanos, ¿por qué no todos han salido adelante?. Hay una serie de factores que influyen en este desigual desarrollo de los países latinoamericanos, los llamados emergentes son aquellos que ha sabido racionalizar mejor la utilización de los recursos que el Estado recauda, que han sabido dinamizar el movimiento de la actividad económica apostando por sectores estratégicos como las energías renovables o las nuevas tecnologías de la información y comunicación, los que han aumentado su nivel de comercio  y relaciones internacionales y, sobre todo, los que han aplicado políticas económicas sostenibles y han apostado por la educación.

Las realidades socio-económicas de países como Chile, Brasil, Perú, Colombia, México, son diferentes a otros países como es el caso de Argentina, con una economía estancada, Nicaragua, Honduras, Venezuela, Bolivia, Ecuador, donde los subsisten graves problemas de subdesarrollo.

Brasil quizás sea el paradigma, ha relanzado su economía hasta situarla en el quinto lugar por PIB a nivel mundial y ha reducido la pobreza en unos porcentajes impensables hace 15 años. En estos países latinoamericanos de los llamados emergentes, donde ya definitivamente podríamos encuadrar a Brasil, Chile, México y Perú, surge una clase media dispuesta a crear empresas, y a consumir.

Para dar un ejemplo, Chile, uno de los países mencionados, presentó un crecimiento del PIB del 5.2 % en el 2010, el mayor crecimiento en un año, en comparación con un crecimiento promedio del 3.4 % en el periodo 2005-2010. Otros países que también tienen sus políticas económicas bien definidas son Brasil, Perú y Chile Las políticas económicas de estos países, entre otras cosas, fomentan la inversión interna, desarrollan el mercado interno y buscan la firma de tratados internacionales para darle salida a sus productos.

Un elemento básico en Chile, Brasil, Colombia y Perú es que tanto el sector privado como el sector público tienen sus límites bien establecidos y no interfieren en las actividades que cada uno realiza. El sector privado es el motor de la economía mientras que el sector público se encarga de lograr que el bienestar llegue a toda la población.

Otro aspecto que ha mejorado en estos países es el aumento de la inversión interna, la pequeña y mediana industria y la clase media (motor de la economía). Estos son puntos importantes ya que la inversión interna se refiere a que los ciudadanos en Chile y Brasil por ejemplo se están convirtiendo en microempresarios, lo cual dinamiza la actividad económica y permite el crecimiento de la clase media. Estas dinámicas positivas no se están dando en otros países como Argentina, Nicaragua, Honduras, Venezuela, etc.

La evolución de estos países es lenta, no poseen políticas económicas coherentes, por lo que su economía va un poco a la deriva, sin objetivos precisos. Siguiendo el modelo de sus vecinos, los llamados “emergentes” deberían en todo caso fomentar la inversión nacional en sectores productivos de acuerdo a sus potencialidades, fomentar la cultura emprendedora entre su población y no copiar políticas económicas fracasadas, sino más bien fomentar políticas que vayan en sintonía con sus propias realidades internas.

El aumento de las exportaciones de materias primas debe ser aprovechado por todos los países latinoamericanos, sin necesidad de hacerlos dependientes de determinadas materias primas. Uno de los secretos de las economías más prósperas de América Latina, ha sido su diversificación , la apuesta por sectores tecnológicos, la apuesta por la educación y por el respeto al medio ambiente para crear un modelo de desarrollo más sostenible.

En todo caso, hoy día Latinoamérica es un mercado potencial de millones de personas, con economías pujantes en algunos países que lo hace una región sumamente atractiva para países que sufren duramente los efectos de la crisis económica, como puede ser España.

Fuente: http://mbctimes.com/es

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