Miles de uruguayos y extranjeros viven a diario la aventura kafkiana de tener que lidiar con la burocracia estatal en trámites cotidianos, muchos de ellos absurdos, que no se han podido desterrar de la idiosincrasia nacional. Sacar una partida de nacimiento, una residencia o recibir una encomienda puede ser una verdadera odisea o una costosa implicancia. Ni preguntemos si además hay que intentar que el funcionario razone, es una tarea casi imposible en la mayoría de los casos.
El deambular entre mostradores, preguntar, sin saber muy bien a quién, sacar números, horas y días sigue siendo parte de la rémora administrativa del Estado. Mientras 'el mundo' marcha a motor, algunas cosas siguen a pedal por estas pampas. Y la carga siempre es más pesada para extranjeros -ni que hablar para quienes no conocen el idioma-, mayores, o personas con dificultades económicas o de movimiento.
La carga del Estado está hasta en los detalles más pequeños, como una simple caja de correos que es devuelta a su país de origen, después de recorrer miles de kilómetros, porque el destinatario no puede pagar los impuestos. La nota ilustra varios casos recientes que han denunciado los ciudadanos.
Peripecia 1
El horario de atención del Registro Civil, de Uruguay 933, es de 9:00 a 15:00 horas y la sección Extranjeros de 10:15 a 15:00, pero el miércoles pasado hubo un cambio porque a las 16:00 jugaban Uruguay y Brasil por la Copa de las Confederaciones y los funcionarios debían irse antes para no perderse el partido de fútbol.
A las 14:30, un funcionario anunció a quienes estaban esperando turno por partidas de nacimiento, casamientos, etc., que cerrarían antes para ver el partido y les pidieron que no sacaran más números. Como la gente siguió haciéndolo, una funcionaria se llevó el expendedor de números y dijo:
'Vamos a atender solo a los que tienen número'. Ante esta afirmación, una mujer que estaba esperando se quejó y la funcionaria le respondió: 'Dígaselo al director, porque tenemos su autorización para irnos antes'.
El Registro Civil no había avisado con anticipación que cerraría más temprano. A esto se suma que el día anterior, esa oficina -dependiente del Ministerio de Educación (MEC)- estuvo de paro; es decir que un día no trabajaron por paro sindical y al otro se fueron antes para ver el partido.
Peripecia 2
Para obtener la residencia temporaria o permanente, los extranjeros deben hacer los trámites en la Dirección Nacional de Migraciones, en calle Misiones 1513, que atiende de 11:00 a 16:00 horas; pero los números para hacer los trámites se entregan a las 9:00 de la mañana y solo dan unos 100 por día para distintos trámites como residencias, permisos del menor, etc., cuando suelen ser más de 100 las personas que van a diario a efectuar trámites.
Para poder conseguir uno de los escasos números las personas deciden apostarse frente a Misiones 1513 sobre las 6:00 de la mañana. Pese a tomar ese recaudo, el martes pasado, por ejemplo, quedaron unas 50 personas sin número y debieron volver otro día; pero ahí no termina el periplo, ya que a las 9:00 los afortunados que lograron obtener un turno debieron volver a las 11:00 ya que ese es el horario en el que los funcionarios empiezan a atender.
La historia burocrática no termina ahí. A eso de las 13.00 los empleados se levantan todos para ir a almorzar ante la mirada desconcertada de quienes están con el número en la mano, esperando, desde las 9.00 de la mañana.
La atención que reciben los extranjeros en esta dependencia del Ministerio del Interior choca con la campaña de sensibilización que lanzó en mayo pasado el Ministerio de Relaciones Exteriores denominada 'La inmigración es positiva', con la que busca disminuir la discriminación y difundir los derechos de los inmigrantes en el país.
Durante la presentación de esta campaña el canciller Luis Almagro dijo que en 2012 la Cancillería debió capacitar a sus funcionarios por denuncias de malos tratos en la atención a uruguayos que regresaban al país; 'si así tratamos a los que se fueron y volvieron, imaginen lo que será con los que son extranjeros', señaló.
Peripecia 3
Un decreto de junio de 2012 estipuló que una encomienda postal internacional de entrega expresa no puede exceder los 20 kilos y su valor CIF (costo + seguro + flete) puesto en Montevideo debe ser hasta US$ 200. Pasada esa cifra se debe pagar impuestos. Pero con el correo uruguayo, cuya operativa se ha acotado cada vez más al envío de paquetes -tras la sentencia a muerte que el e-mail decretó sobre las cartas- hay más restricciones.
En la Administración Nacional de Correos aún no se han instrumentado los mecanismos operativos para poder cumplir con la nueva legislación, y para los envíos recibidos a través de El Correo se mantienen en vigencia las disposiciones que regulan las encomiendas postales internacionales a través del decreto 506/2001. En este caso, las encomiendas cuyo peso unitario supere los 20 kilogramos o tengan un Valor en Aduana equivalente en moneda nacional hasta US$ 50 deben pagar los tributos que gravan las importaciones.
Esto hace que muchos clientes de El Correo deban ir hasta las oficinas de calle Misiones a buscar su paquete (por el que pagaron para que se los lleven a sus casas) y abonar una partida que no deberían pagar si utilizaran un servicio de encomiendas privado.
Sin importar el peso o el contenido, una caja enviada desde Illinois (Estados Unidos), de 14 centímetros de alto por 29 centímetros de largo y 22 centímetros de ancho, tiene un costo de US$ 59, 95. La caja vacía ya supera el costo admitido por El Correo.
Si el valor equivalente en moneda nacional es superior a US$ 50 pero menor de US$ 100 el destinatario deberá abonar por concepto de tributos a la importación el 60 % del Valor en Aduana. Si el valor equivalente en moneda nacional es superior a los US$ 100, corresponde la aplicación del Régimen General de Importación, por el cual tributará el 60 % del Valor en Aduana, requiriendo además la intervención de un despachante de Aduana.
En la oficina de calle Misiones los paquetes son abiertos frente a sus destinatarios, que deben ver cómo las pertenencias -enviadas muchas veces por familiares- son revueltas y avaluadas a discreción por un funcionario, en caso que no incluyan una boleta de compra. Y muchas veces, los destinatarios no pueden asumir los costos de desaduanamiento. Los paquetes que no son retirados vuelven a destino y es El Correo que asume el costo del traslado.
Peripecia 4
Florencia, una lectora del diario El País, contó en abril pasado su peripecia con el Registro Civil: 'El 10 de abril solicité por Internet dos copias de la partida de nacimiento de mi hija. Maravillada quedé cuando el 13 de abril llegó a la dirección indicada hasta que abrí el sobre y solo había una. El lunes siguiente intenté contactarme por mail y por teléfono, por mail nunca me respondieron y por teléfono solo me atendió una contestadora y la telefonista que intentó pasarme al interno que nunca contestó'.
Florencia agregó que pidió la partida por Internet porque 'no podía ir en el horario de atención de Uruguay 933, pero como no tenía respuestas pedí en mi trabajo una hora y fui, llegué a las 15:00 (en todos lados, incluso en la web del MEC dice que atienden hasta las 15:30), pero una señora nos mostró un papel colgado en la puerta que dice que atienden hasta las 15:00 y lo cumplen a 'rajatabla' porque no habían pasado ni dos minutos y ya no nos dejaban entrar.
Nos dijo que no era su culpa que no estuviéramos informados (éramos varios) del 'nuevo horario'. Yo sigo sin la partida (que me cobraron), con una hora de descuento en mi recibo de sueldo (de donde se deducen los impuestos que les paga el sueldo a esta gente) y sin respuestas'.
@Anteldetodos
Ayer una periodista de El País se comunicó al mediodía con el departamento de prensa de Antel para consultar sobre un mensaje publicado en la cuenta de Twitter @AntelDeTodos,
que anunciaba la llegada de 'Tuenti', una red social que permite enviar mensajes y llamar sin costo. 'Llega una nueva plataforma de comunicación: Tuenti. ¡Descubrí todos sus servicios!', decía el tuit.
El departamento de prensa no tenía información sobre el tema, lo cual fue mencionado en una breve nota publicada en la web de El País. Poco después, un funcionario llamó a la periodista para reclamar que 'los protocolos' exigían mandar un mail, esperar la respuesta y luego sí comunicarla; no era que ellos 'no tuvieran información'.
De todas formas, a las 4 de la tarde, seguían sin tener datos sobre 'la nueva plataforma' para transmitir al público.
Pero eso si, todos estos incapaces después quieren ganar buenos salarios.
Fuente: El País
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