El tema de Venezuela no es ver si tiene razón Maduro o la tiene Capriles, tampoco discutir el efecto desvastador de Hugo Chávez sobre el país. El tema es evitar que explote, todo lo demás, siendo mucho, es lo de menos.
En esto existe unanimidad. A nadie le conviene. El armamento liviano que Chávez compro, y distribuyo a la población, los grupos irregulares propiciados por él, los que dejo ingresar con entera libertad a su territorio, y las contradicciones del régimen hacen que el país puede escapar a todo control en cualquier momento.
Lo bueno es que a nadie le conviene. Empezando por Cuba, que tendría un régimen inviable en lo económico si deja de recibir el subsidio petrolero de ese país, con el cual sustituyo al antiguo de la Unión Soviética. Tampoco a los países del Alba, huérfanos de liderazgo y una ayuda económica inestimable.
Pero un conflicto civil en Venezuela también seria un problema para Brasil, que no quiere violencia en la región. Y particularmente para los ahora exitosos del grupo Pacífico. En particular Colombia, que un proceso violento en Venezuela haría necesariamente que los avances pacificadores cesaran en su propio territorio e incluso posible un incendiario proceso de guerra y radicalización interno.
Por supuesto que Estados Unidos de América también esta preocupado. Un país con la producción petrolera de Venezuela es peligroso incluso a nivel global, que escape a todo control.
Sin embargo la situación es tan caótica que aun con esas condiciones exógenas puede ocurrir la desgracia. Chávez fue un líder carismático, populista, irresponsable, pero hábil y vivo.
Dio prácticamente el control del país a las Fuerzas Armadas, pero no entrego dos cosas, PDVSA y la política exterior. Además el ejercito siempre estuvo molesto porque en buen romance la actividad de inteligencia del gobierno venezolano, en muchos aspectos es realizada por el servicio cubano.
Un liderazgo bicéfalo, Maduro, con el apoyo de cuba y el aparato legal, Diosdado Cabellos en la vanguardia de la corrupción y el hombre de las Fuerzas Armadas, se disputan el poder.
Para peor aún, todos están de acuerdo (por supuesto que quien no maneja mas que información publica no puede dar una opinión propia en este aspecto) en que la oposición no representa una opción fiable y a recomendar.
En primer lugar porque el chavismo sin violencia, al menos por ahora, no va a entregar el poder. También porque predomina una ideología revanchista, de los sectores intelectuales y sociales mas retrógrados de Venezuela, y por último por las limitaciones intelectuales y personales de Capriles.
En Uruguay tenemos una sociedad cada vez mas segmentada. En cuya interpretación de los hechos entre los distintos sectores, tenemos interpretaciones sin puntos de contacto frente a determinados hechos.
Eso es muy malo, aunque claro esta no constituye el tema de esta nota. Lo menciono porque eso ocurre con Mujica y su presencia internacional. Muchos nos quedamos en las versiones recortadas de sus declaraciones. Mal que nos pese tiene gravitación a nivel internacional como tal vez ningún otro mandatario uruguayo desde el retorno democrático (aunque todos tuvieron acciones muy buenas y responsables en esta materia).
Sus declaraciones europeas sobre Venezuela y el entorno regional representan a la de los gobiernos responsables que siguen de cerca el proceso. El tiene una oportunidad de influir porque se le estima y aunque nos duele a muchos se le escucha y respeta. Santos lo considera, de eso no hay dos opiniones. Y el gobierno brasileño en cierto sentido también. Tal vez donde no tenga llegada sea a Cuba.
Hay mucho que hacer para que el gobierno venezolano admita que tiene una oposición y debe darle algunas garantías. Para que la oposición mejore. Se necesita colaborar también para que el proceso de paz en Colombia cristalice. Una nueva frustración seria terrible para la región.
Los Castro recibieron a Diosdado Cabello con bombos y platillos la semana pasada. No se sabe, o al menos no se da cuenta quien suscribe, si se trata de un esfuerzo por intermediar con Maduro o porque ya descartaron a este por falta de idoneidad.
Hoy lo importante no es el problema llamado Venezuela. Lo que interesa es que la situación no escape a todo control. Mujica puede hacer un aporte en esa materia.
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