La economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte, realizó un muy analisis de la economía de China, en la mañana de radio El Espectador.
ROMINA ANDRIOLI:
Después de mostrar un enfriamiento significativo en la primera mitad de 2012, la economía china tuvo un mejor desempeño en el último trimestre del año pasado, creciendo 7,9% frente a los niveles del mismo trimestre de 2011.
Estos datos fueron recibidos con optimismo por los analistas a nivel internacional porque suponen una interrupción en la tendencia de desaceleración sostenida que venía mostrando la segunda mayor economía del mundo en los últimos dos años.
Con estas cifras sobre la mesa, les proponemos analizar en más detalle en los próximos minutos, el desempeño reciente y las perspectivas de la economía china. El diálogo será con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
Comencemos por analizar con algo más de detalle las últimas cifras de PBI de China. ¿Cómo vieron ustedes ese crecimiento de 7,9% interanual en el cuarto trimestre de 2012?
FLORENCIA CARRIQUIRY:
Como tú adelantabas recién, se trató de un buen dato en términos generales, porque marcó al menos una pausa en la fase de enfriamiento que veníamos viendo en los últimos dos años. Hay que recordar que desde finales de 2010 China venía mostrando una desaceleración ininterrumpida, que además tendió a ser más marcada en el último año en particular.
Concretamente, China pasó de crecer a tasas anuales de casi 10 % a finales de 2010 a crecer a un ritmo de menos de 7,5 % anual en el tercer trimestre de 2012. Si bien parte de esa desaceleración era esperada y hasta podríamos decir saludable (porque las tasas de expansión de 10 % y más que tuvo China en la década de los 2000 eran probablemente insostenibles y marcaban una situación de 'sobrecalentamiento'), la caída rápida del ritmo de expansión, sobre todo en el último año y había empezado a generar temores de que el freno de la economía china terminara siendo todavía más importante, con las implicancias que eso podía tener para el mundo.
Desde esa perspectiva, entonces, este dato del cuarto trimestre, con un crecimiento de 7,9 %, significó una buena noticia. Marcó un mayor dinamismo que en los trimestres previos y además, aunque siguen habiendo algunos riesgos latentes relevantes, tendió a interpretarse como el fin del ciclo de desaceleración de este país.
De todas formas, con este dato en el cuatro trimestre, en el promedio de 2012 el PBI chino terminó cerrando con un crecimiento de 7,8 %, que fue igualmente la menor tasa de expansión desde finales de los años 90.
RA - ¿Cómo se explica la desaceleración que tuvo la economía china en estos últimos años?
FC - Fundamentalmente, esta desaceleración tiene que ver con la crisis de las economías desarrolladas. Hay que tener presente que la economía china ha sustentado la expansión fuerte de las últimas décadas en un dinamismo extraordinario de las exportaciones, que tenían como destino fundamental los países desarrollados. La caída de la demanda desde esos países ha sido un golpe para China.
Si bien el Gobierno de China ha ido tomando una serie de medidas que procuran alentar un incremento de la actividad basado en una mayor participación de la demanda doméstica, procesar un cambio en el modelo de crecimiento va a requerir muchos años.
Es indudable que la economía china va a seguir dependiendo en buena medida de la demanda externa y por sus dimensiones y su poder adquisitivo, los mercados desarrollados son clientes clave para ese país.
RA - Teniendo en cuenta ese panorama, ¿cuáles son las proyecciones de crecimiento para los próximos años?
FC - La mayoría de los analistas tienden a interpretar que estos últimos datos de 2012 marcan el fin del ciclo de enfriamiento visto en los últimos dos años. Las proyecciones tanto del FMI [Fondo Monetario Internacional] como de otros bancos e instituciones internacionales apuntan a un crecimiento de China algo mejor para los próximos años.
Si miramos las proyecciones del Fondo, por ejemplo, el PBI de China crecería 8,2 % este año y 8,5 % el año que viene. Son tasas mejores que las de 2012 pero notoriamente inferiores a las de la última década.
Más allá que los datos recientes parecen despejar los temores de un escenario recesivo en China en el corto plazo, al menos por el momento, no hay que perder de vista que China se desaceleró de forma importante en los últimos años y difícilmente retome un dinamismo tan importante como el que mostró en la década pasada.
RA - Está claro. ¿Y cómo puede impactar esa desaceleración de China en la economía mundial? Te lo pregunto porque con Estados Unidos de América y Europa creciendo poco, el rol de China en el crecimiento mundial es cada vez más relevante.
FC - Totalmente. Es claro que la economía china, a fuerza de un dinamismo fuerte y sostenido en las últimas décadas, fue ganando un rol fundamental en la economía mundial.
A inicios de los años 90, China representaba aproximadamente un 4% del PBI mundial.
10 años más tarde, ya significaba el 7 % y en sólo 10 años más, duplicó su peso en la economía mundial, pasando a representar el 14 % o 15 % del PBI mundial entre 2010 y 2012.
De esa manera se transformó en la segunda economía más grande del mundo, superada solo por Estados Unidos de América.
La incidencia que tiene la economía china en el crecimiento de la economía mundial es clave, sobre todo, cómo tú decías, cuando al mismo tiempo las economías desarrolladas están mostrando un desempeño tan pobre.
RA - ¿Podemos mencionar algunas cifras?
FC - Si miramos las estimaciones para 2012, la economía mundial habría crecido, según el FMI, en torno a 3,2 %. De ese total, 1,2 puntos se habrían explicado exclusivamente por el crecimiento de China. Para 2013 las proyecciones suponen algo similar, se espera que China explique este año un tercio del crecimiento proyectado para la economía mundial, que sería de 3,6 %, según el FMI.
Además, hay que tener presente que estos cálculos sólo consideran la incidencia directa que tiene China en el crecimiento de la economía mundial. Pero China tiene además una incidencia indirecta fundamental, como motor que arrastra a muchas otras economías, sobre todo a sus vecinos asiáticos.
RA - Para terminar, mirando un poco para esta parte del mundo, es claro que China es fundamental en la formación de precios de las materias primas que exporta Uruguay y los demás países de la región. ¿Qué podemos esperar en ese sentido?
FC - Ese país se ha transformado en un pilar fundamental para el crecimiento de las economías emergentes y de las economías exportadoras de materias primas como Uruguay. En ese sentido, las perspectivas para la economía china son de un crecimiento razonable, levemente superior al 8%. Es un ritmo menor al de la década pasada pero sigue siendo relativamente bueno.
En tanto eso sea así, las expectativas de demanda para lo commodities, y por tanto para sus precios, son relativamente auspiciosas. Por eso, la gran mayoría de los analistas internacionales tiende a esperar precios de materias primas que se mantendrían firmes, en valores altos. No hay que perder de vista además que, al mismo tiempo, vamos a seguir viendo un marco de liquidez muy abundante en el mundo y un dólar muy barato, que alienta precios altos medidos en dólares.
De todos modos, a nuestro juicio difícilmente veamos en estos próximos años subas de los precios de los commodities como vimos en años pasados, cuando el dinamismo de la economía china suponía una expansión muy acelerada de la demanda por alimentos y por materias primas en general.
Más allá que hay factores de oferta que pueden implicar situaciones distintas producto a producto, deberíamos manejar como escenario más probable un escenario de precios de los commodities altos, pero con poco espacio para subir de forma muy significativa, y en algunos casos con riesgos de ajustes bajistas, aunque sea moderados.
Fuente: El Espectador
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