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martes, 4 de diciembre de 2012

MONTEVIDEO: LA MULTAS AL TRANSPORTE DE PASAJEROS

Las compañías de ómnibus urbanos de transporte de pasajeros, pagaron más de $ 3,3 millones a la Intendencia de Montevideo, equivalentes a más de 173 mil boletos, por concepto de faltas operativas e infracciones de tránsito durante el año 2011. En total, las 5 empresas recibieron 2.690 multas, a razón de 224 por mes, según cifras proporcionadas por la División Tránsito y Transporte. No obstante, el cierre de 2012 mostrará un incremento de las infracciones, dado que solo en el primer semestre, las empresas debieron pagar por sus faltas más de $ 2,5 millones. En ese período se registraron 1.524 multas con un promedio de 254 por mes. Esta tendencia ascendente ocurre desde 2010, cuando la IMM impuso 2.452 multas por un valor de $ 3 millones, de forma coincidente con la mejora del sistema informático de venta de boletos. El valor de la puntualidad En 2011, la falta más frecuente se debió a cambios de horarios por servicio alterado o servicio suprimido. Esto motivó 569 sanciones, de las cuales 459 fueron para Cutcsa y 101 para Raincoop. Esta perturbación sin aviso se paga con una multa de 2,4735 unidades reajustables ($ 1.485 a valores actuales). El software instalado en las máquinas expendedoras de boletos permite que la Unidad de Planificación del Transporte Urbano (UPTU) conozca al detalle cualquier desviación del recorrido esperado por cada línea. Cada vez que falta un coche o este se retrasa cinco minutos en salir de la terminal o toma un camino alternativo, la IM sanciona a la empresa. Una demora de solo 5 minutos ya es pasible de multa. Esta aparece en el sistema pintada de amarillo, pero si duró 10 minutos, aparece de color rojo. Sin embargo, la empresa puede apelar, puesto que la unidad pudo haber sufrido un retraso involuntario que trastoca en el programa de todo el día. 'Alguien puede haberse indispuesto o se sufrió una emergencia o un accidente o tuvo que ir a la comisaría o tuvo que hacer desvío por un acto o marcha religiosa o sindical”, explicó al diario El Observador una fuente de la Unidad de Planificación. Y eso sucede todos los días. Los retrasos más considerables se registran en las salidas de las terminales, en especial, en aquellas con más carga de pasajeros. Una de ellas es la de Portones Shopping. Un pasajero puede llegar sobre la hora y no alcanzar el servicio, puesto que el ómnibus partió instantes antes con la gente que dejó subir unos cuantos minutos antes, para evitar que el GPS lo deschave si sale tarde. De acuerdo a los datos a los que tuvo acceso El Observador, el martes 2 de octubre faltaron, por ejemplo, dos 121 (de Punta Carretas a Ciudad Vieja) en la calle: a las 9 de la mañana, en plena hora pico y a las 18.41. Si bien los dos incumplimientos merecen una sanción, en la UPTU no lo consideraron grave, puesto que la frecuencia de esta línea es cada 5 minutos. Con todo, la opinión de la IMM basada en las estadísticas es que el cumplimiento de las empresas es 'aceptable'. La mayoría de los servicios diarios reciben una puntuación entre 96 % y 98 %. Las alteraciones en los servicios se producen, en general, durante el horario de saturación por el ingreso y salida de trabajadores y estudiantes. “Eso da la sensación de que no pasan”, manifestó el responsable de la UPTU. Actos imprudentes Otras infracciones numerosas fueron el no uso del cinturón de seguridad por parte del personal (475 casos) y la conducción imprudente, por ejemplo, por el uso de teléfono celular al volante (420 casos). Lo último se sanciona con 1,4841 UR ($ 891). En este caso, los choferes de Cutcsa y Comesa fueron los más sancionados con 180 y 139 multas, respectivamente. Por cada imprudencia detectada, el trabajador debe realizar un examen psicotécnico, entre otros trámites, por los que pierde 'un día de trabajo'. La cuarta desobediencia más común fue no detener la marcha cuando se lo indicó un agente de tránsito o cruzar o girar con luz roja que se sanciona con 5 UR ($ 3.002). Por esto se registraron 373 casos; de estos, 237 correspondieron a Cutcsa. Esta empresa concentró el 58 % de las multas pero hay que considerar que su flota es de casi 1.100 unidades (de un parque de 1.480 ómnibus) que efectuaron más de 175 millones de viajes el año pasado. Una de las molestias más grandes para los usuarios es que los conductores no paren el ómnibus en el lugar indicado. Por ello, las empresas recibieron 93 multas y tuvieron que pagar $ 83 mil en 2011. Otras 81 penas se dirigieron al personal que fumó durante el servicio ($ 120 mil). De éstas, 78 afectaron a Coetc. Respecto a la obediencia a las señales de tránsito, 25 ómnibus fueron atrapados in fraganti al saltarse un cartel de paro o de ceda el paso. Las faltas señaladas también estuvieron en el podio durante el primer semestre de este año, pero con algún cambio. No detener el vehículo a pedido de un inspector o cruzar o girar con luz roja fue la más habitual con 370 casos −casi lo mismo que en todo el año anterior−, seguida de las alteraciones en los servicios (347 casos), el no uso del cinturón de seguridad (188 casos) y de las conductas imprudentes al volante (146 casos). En este período se asentaron 52 multas por exceso de velocidad, una falta que no se había registrado en 2011. Significaron un pago de $ 250 mil. Otra novedad fueron 2 sanciones por mala higiene o por arrojar basura a la vía pública. Esto fue hecho por un vehículo de Comesa y otro de Cutcsa y cada uno debió pagar $ 1.485. Las infracciones no son solo detectadas por el cuerpo inspectivo de la IMM o por el GPS sino también al constatarse las denuncias de los pasajeros. Las maniobras irregulares de los ómnibus son el pan de cada día. Tanto que Hugo Bosca, director de Tránsito, dice que no pasa un día sin que reciba una denuncia. Es frecuente la queja de que se creen los dueños de la calle. En enero, la propia intendenta Ana Olivera expresó su preocupación después que un ómnibus casi 'se la lleva puesta' en una cebra. Las principales denuncias recibidas son por el volumen de la radio y los malos tratos del personal. En este sentido, la emisión de sonidos fuertes recogió 7 sanciones ($ 742 cada una); mientras que ser descortés con el pasajero tuvo 3 ($ 891 cada una). El porcentaje de multas a ómnibus es minoritario en comparación con las motos y los automóviles y su participación en siniestros también es menor: 2,8 % frente al 47 % de las motos y el 29 % de los automóviles, según cifras correspondientes al primer semestre de 2012 registradas por la Unidad Nacional de Seguridad Vial. No obstante, una maniobra imprudente de un ómnibus tuvo este año resonancia porque acabó con la vida de Jazmín y Jennifer Giacometti Méndez, de 10 y 7 años. Un ómnibus de UCOT rebasó a uno de Cutcsa, del que habían descendido las hermanas, por el carril izquierdo a una velocidad de 42 kilómetros por hora, en la esquina de José Belloni y Capitán Lacoste. El juez determinó que esta velocidad fue 'inadecuada y excesiva' para 'la zona y circunstancias' y procesó con prisión a su conductor por causa de su 'negligencia, imprudencia (e) impericia'.

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