Las calles constituyen un espacio público por definición y casi como delineándolas, las paredes se erigen como preciso límite entre lo comunitario y lo privado. Allí, precisamente allí, en ese territorio ambiguo, fronterizo, los afiches encuentran su lugar.
Esos trozos de papel fijados a los muros y de cara a las calles dicen, anuncian, informan, denuncian, convocan, emocionan, muestran, marcan.
Algunos cuidadosamente diseñados; otros, hechos con urgencia, se apropian de las miradas, comunican, inscriben en el paisaje un mensaje hecho de imagen, palabra, símbolo.
Sintéticos, explícitos, accesibles por naturaleza, buscan tender puentes de comunicación masivos porque sus códigos están enraizados en la sociedad que puede entonces decodificarlos fácilmente.
Más allá de su forma o su estilo o de las técnicas usadas que nos hablan de un tiempo, los afiches callejeros reflejan y registran en sus contenidos un momento histórico determinado, un estado colectivo particular, manifiestan de alguna forma lo que acontece en la sociedad “diciéndolo” en voz alta, convocando la atención de todos, actuando se ha dicho como “gritos en la pared”.
Leer y mirar esos afiches, “escucharlos”, implica asomarnos a otra dimensión de nuestro pasado reciente. Trazo, fragmento de la realidad esta expresión de colectivos aporta otra mirada en la reconstrucción de la historia social.
Obviamente, su presencia no es homogénea ni tiene igual desarrollo, no solo porque el tiempo da nuevos significados a palabras e imágenes en algunos casos y en otros, los convierte en íconos, sino porque el contexto donde se desarrollan también se transforma.
En las décadas de 1960 a 1980, años de autoritarismo y dictadura, los uruguayos dentro y fuera del país utilizaron diversos instrumentos para expresar sus opiniones, reclamos, protestas y denuncias.
La diagramación de afiches para las pegatinas o para su exhibición en espacios públicos, constituyó una expresión de creatividad y una de las formas a las que recurrieron preferentemente las diversas organizaciones sociales y culturales en su lucha permanente por una sociedad solidaria, con libertades y justicia social. Aunque su presencia es permanente, su estilo, su número, sus características testimonian los cambios de escenario.
Así en la década del 60 y a comienzos de la del 70, en un contexto de movilización popular, los afiches se multiplicaron sintetizando esas mismas ideas, luchas y percepciones de la realidad que se concretaban en las calles.
La dictadura cívico militar al proscribir el ejercicio de los derechos y las libertades hizo más difícil, más clandestina y “urgente” esta expresión de lo social, pero las paredes siguieron siendo un reflejo de la sociedad.
Es desde este marco teórico que el PIT CNT y la Biblioteca Nacional, en cooperación con el “Colectivo Encuentro de los Pueblos, Vigencia del Artiguismo”, se proponen rescatar estas originales formas de expresión y diseño a través de la realización en 2011 de una Muestra Itinerante de Afiches Callejeros para ser exhibidos en el conjunto del territorio uruguayo y en diversas Provincias de la Argentina con importante presencia de compatriotas emigrados.
Desde el punto de vista metodológico, la Primera Etapa de este proyecto consiste en la recolección y registro fotográfico de afiches en coordinación con sindicatos de trabajadores, gremios estudiantiles, cooperativas de vivienda, asociaciones de los derechos humanos, instituciones culturales y de la enseñanza.
La Segunda Etapa será de selección de alrededor de 30 afiches.
La elección se centrará en volantes callejeros clandestinos, afiches políticos, sindicales y graffitis que marcan un testimonio de la resistencia a las tiranías, a las injusticias y los agobios a la libertad, en aquellas décadas, tanto dentro del Uruguay como en la diáspora.
A partir de esta selección se articulará la Tercera Etapa: la muestra basada en copias fotográficas de los originales en un soporte en cintra de 50 por 70 centímetros, acompañadas de una breve leyenda y de un texto explicativo que las ubique históricamente.
Luego de la inauguración el Salón de Acto de la central de trabajadores o en el hall de entrada de la Biblioteca Nacional y eventualmente en paneles sobre la vereda, los afiches serán exhibidos en sedes sindicales, centros culturales, bibliotecas, centros de estudios, centros MEC y asociaciones vecinales en Montevideo y el Interior.
La muestra itinerante también será llevada a la Argentina con el apoyo del “Colectivo Encuentro de los Pueblos, Vigencia del Artiguismo” para ser expuesta en el conurbano argentino, sedes sindicales amigas, misiones consulares y diplomáticas del exterior.
En cada apertura de la Muestra Afiches Callejeros se realizará una mesa de debate con la participación de representantes de la central de trabajadores, investigadores e invitados especiales para intercambiar opiniones, debatir y reflexionar sobre la importancia y vigencia de los afiches como objetos pertinentes de la reconstrucción de la historia y de la memoria.
En cada departamento del interior del país se promoverá la participación con afiches locales y la presencia de conferencistas que los destaquen y expliquen.
Este proyecto apunta a una consideración desde dos ángulos fundamentales:
a) Histórico: el marco de los acontecimientos que enmarcaron esas producciones muchas veces clandestinas.
b) Plástico: el significado artístico, creativo de esta expresión de la resistencia popular.
Esta muestra itinerante que será exhibida a lo largo del año 2011 pretende ser un aporte más a las diversas jornadas de reflexión que se llevarán a cabo durante el Bicentenario de los Hechos de 1811.
A través de esas expresiones gráficas que el pueblo pegó en los muros de nuestro país, casi 200 años después de la gesta libertadora artiguista, procuramos hacer visible ese hilo conductor que une estos hechos separados en el tiempo: la lucha popular permanente por la libertad y la justicia social.
En el desarrollo de este proyecto la Biblioteca Nacional se hace cargo del acopio de afiches para su selección, registro fotográfico, escaneo y tres copias de la muestra itinerante. Por su lado, el PIT CNT se hace cargo de la diagramación y edición del folleto artístico con todos los paneles.
Coordinadores: Universindo Rodríguez, Departamento de Investigadores de la Biblioteca Nacional; Roberto Saban, Artista plástico uruguayo residente en Argentina; Graciela Guffanti, bibliotecóloga y fotógrafa; Silvia Visconti, docente de Historia y de Historia del Arte, Jorge Voituret, Asociación Museo de la Memoria.
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