Los principales hospitales estatales del Uruguay tienen tomógrafos, pero cuando no están inactivos, funcionan a medias por falta de recursos humanos. El Sindicato Médico del Uruguay cuestiona esta "falta de previsión" que lleva a "gastos innecesarios".
En el Hospital Pasteur un tomógrafo inaugurado con toda pompa en octubre de 2009 estuvo más de un año sin poder ser utilizado. Recién hace unos tres meses quedó operativo, pero no hay personal suficiente para hacerlo funcionar en todos los turnos.
En el Hospital Español la situación es peor. Un equipo donado hace un año por el gobierno de China todavía espera, flamante y aún embalado, que sea instalado.
El Hospital de Clínicas también inauguró a mediados del año pasado un tomógrafo (el más completo y avanzado de todo el país) y un resonador magnético que hoy no funcionan a pleno porque faltan técnicos.
El tomógrafo del Hospital Maciel estuvo el mes pasado una semana entera sin funcionar porque se rompió. Cuando está operativo no logra cubrir todas las guardias.
Hay una consecuencia común en todos estos casos, algo que es moneda corriente en los servicios públicos cuando las cosas no funcionan: se terminan pagando los estudios en el sector privado. Sólo en el Clínicas se desembolsan unos $ 70 mil mensuales por tomografías en mutualistas.
En los hospitales del interior del país también es frecuente que equipos de tomografía que fueron comprados gracias a colectas de usuarios y de diversos actores de la comunidad, tengan poco uso por carencias de personal.
En todo el país hay 144 técnicos radiólogos. Al igual que tantas otras especialidades (la anestesia es un caso paradigmático) el déficit de radiólogos lo sufre sobre todo el sector público.
La tomografía es un procedimiento de diagnóstico que utiliza un equipo de rayos X especial para crear imágenes transversales del cuerpo.
Entre sus usos se incluye la exploración de huesos fracturados, cánceres, coágulos de sangre, signos de enfermedad cardíaca y hemorragia interna.
Para el presidente del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Julio Trostchansky, los tomógrafos en desuso simbolizan el "problema de los recursos humanos en salud", que pueden ser el "factor de sustentabilidad" del sistema sanitario o su "doloroso talón de Aquiles".
Según Trostchansky la segunda opción es la que predomina actualmente, dijo que ejemplos de esto sobran.
Lo mismo opinó Alfredo Alemán, dirigente de la Unión de Trabajadores del Hospital de Clínicas (UTHC).
"Hay un problema que va más allá del hospital y es que no hay recursos humanos suficientes", dijo sobre la parcial utilización del tomógrafo y resonador magnético del hospital universitario.
"Están funcionando, pero no a toda su capacidad", señaló y agregó que pese a que los equipos fueron donados por el gobierno de Italia, el hospital invirtió unos $ 2 millones en obras para instalarlos.
Alemán dijo que a la carencia general de técnicos radiólogos se suma que hay una "brecha salarial" importante entre lo que pagan los privados y hasta la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) con lo que percibe un especialista en el Clínicas.
Esto también conspira para no completar las guardias del tomógrafo, sobre todo los fines de semana.
Pero en el Pasteur, un hospital que depende de ASSE, también hay problemas para completar los turnos y dejar el tomógrafo operativo al 100%.
Andrés Guedes, integrante de la Comisión Interna de ese hospital, dijo a El País que faltan técnicos para el horario nocturno. Los pacientes que llegan en ese turno y requieren una tomografía son derivados al sanatorio Impasa o la Asociación Española.
Ya hicieron un llamado para contar con un técnico radiólogo, un enfermero y un administrativo para garantizar su funcionamiento en la noche.
Los antecedentes no son buenos: durante todo el 2010 hubo problemas para completar la lista de funcionarios para operar el equipo.
Hubo que hacer nuevos llamados porque muchos de los técnicos no aceptaban el trabajo o porque no le servía o porque ya tenía otro, relataron fuentes del hospital en su momento.
El tomógrafo del Maciel, que hace unas tres semanas estuvo inactivo por unos siete días, tampoco tiene personal suficiente para cubrir las guardias.
"Es frecuente que queden guardias descubiertas, y esto somete a un paciente traslados a otros centros, con los riesgos y costos que eso conlleva", señaló Trostchansky.
Destacó que estos traslados, independiente de la patología que tenga el paciente, deben minimizarse y resultan "innecesarios" si se cuenta con la tecnología, pero no se la puede usar.
En el Hospital Español los usuarios que requieren de una tomografía computada son continuamente derivados a otros centros.
Fuentes de ese hospital señalaron que el equipo aún no fue instalado porque esperan por una "habilitación técnica" de China, país que lo donó.
Dentro de todo y con algunas irregularidades, el servicio de tomografía del Hospital Maciel es uno de los que funciona habitualmente sin mayores problemas.
Sin embargo en este caso las dificultades llegan a raíz de la alta demanda de sus servicios, porque es común que tenga que atender pacientes de otros centros públicos.
El presidente del Sindicato Médico señaló que al igual que ocurre con los CTI, que funcionan "a cama caliente", el tomógrafo tiene un "uso continuo".
"Muchas veces los recursos humanos no alcanzan para esa actividad constante", afirmó.
"Nunca hubo una planificación de recursos humanos, cuando uno trata de estabilizar el sistema se hace imprescindible", concluyó.
El PET funciona
Otra tecnología médica que estuvo rodeada de polémica antes de instalarse en el país fue la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) que permite detectar precozmente distintos tipos de cánceres.
El Ministerio de Salud prohibió el ingreso de esta tecnología a los privados.
El servicio hoy lo brinda en forma exclusiva el Estado a través del Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (Cudim) que comenzó a funcionar en marzo del año pasado. A la fecha se llevan realizado unos 500 exámenes y pretenden llegar a 2.000 antes que termine el año.
Fuente: El País
No hay comentarios:
Publicar un comentario