Según defensores de los derechos humanos, la cantidad de mexicanos asesinados por los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos de América ha aumentado drásticamente en los últimos años.
El último caso tuvo lugar hace unos días cuando la Patrulla Fronteriza de USA asesinó a un joven mexicano de 17 años en Nogales, Arizona.
Según el procurador estatal de Justicia mexicano, Abel Murrieta Gutiérrez, un agente usamericano disparó desde su territorio al menor Ramsés Barrón Torres cuando éste intentaba cruzar la frontera de Estados Unidos de América.
Un amigo y testigo de la muerte del joven expuso que cuando el agente de la Patrulla Fronteriza le asesinó con un arma de fuego, el chico se encontraba en el lado mexicano, nunca cruzó la frontera y el agente le disparó directamente y sin motivo, a pesar de que no representaba ninguna amenaza para ellos.
"En Nogales no había ocurrido algo similar", dijo el portavoz de la Secretaría de Seguridad Pública de Nogales, Eliazar Álvarez.
Según la Fiscalía mexicana, se dispone de un vídeo del incidente y ya se ha identificado la identidad del asesino.
No es el único caso de asesinato de mexicanos por parte de los policías de USA en la frontera, pero los medios de comunicación destacan que el único caso que concluyó con una condena ocurrió en 2005.
En aquel año, dos agentes fronterizos mataron a un supuesto traficante de drogas.
Sin embargo, los senadores republicanos lograron la liberación de los condenados tres años después.
El argumento de los legisladores ultraderechistas, fue que los funcionarios actuaron en defensa del país.
El experto de RT, director de la organización Ángeles de la Frontera, Enrique Morones, afirma que se necesita un tribunal independiente que juzgue a los responsables, pues "ni México, ni Estados Unidos, ni cualquier otro país tienen derecho de violar los derechos de otras personas".
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