Sin embargo, la invasión rusa a Ucrania ha determinado que buena parte del material almacenado o en reserva, tanto de Estados Unidos de América como de Europa, sea reactivado ya sea para ser transferido al país invadido o para reforzar a los países europeos que puedan ser afectados por el conflicto.
Otras alternativas
Ante esta situación, Estados Unidos manifestó que la transferencia no iba a poder ser realizada y que se deberían buscar otras alternativas.
Sin embargo, la escasez de disponibilidad de vehículos blindados que cumplan con los nuevos requisitos de la ONU para despliegues en misiones de paz, la potencialidad de que el despliegue uruguayo en la República Democrática de Congo -el más numeroso para Uruguaydisminuya o desaparezca totalmente, han complicado sustancialmente la adquisición de nuevas unidades.
Las opciones podrían incluir la realización de un llamado a precios para la provisión de blindados que cumplan con los requisitos de la ONU, proceso que sin dudas llevará bastante tiempo, o realizar alguna compra directa, empleándose en ambas opciones como forma de pago los fondos GPOI disponibles.
Entre las alternativas de Uruguay está la de analizar nuevamente la disponibilidad de MRAPs RG-31 Charger o alguna variante similar como así también la compra de unidades nuevas, lo que sin duda implicaría la reducción sustancial en la cantidad de unidades que se podrían adquirir con los fondos disponibles a -tal vez- unas 20 unidades.
Actualmente, Uruguay tiene un total de unos 52 vehículos blindados desplegados entre las misiones de paz de la República Democrática del Congo y Altos del Golán, por lo que la adquisición de los 60 M1117 ASV hubiese cubierto perfectamente estos despliegues permitiéndole cumplir con el mandato de Naciones Unidas y continuar recibiendo los reembolsos financieros correspondientes que son vitales para la operatividad del Ejército Uruguayo.
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