Ugur Sahin es el CEO de la empresa alemana BioNTech, que junto a Pfizer ha desarrollado la primera vacuna contra el coronavirus que se puso en circulación en el mundo. Ahora, Sahin tiene buenas noticias: la vacuna no solo ataja los efectos adversos de la Covid-19, sino que también lo hace con los contagios.
Sahin ha realizado una entrevista para el periódico alemán Bild, en la que explica los resultados de un estudio llevado a cabo en Israel, país que lidera los índices de vacunación en el mundo.
Según este estudio, "la cantidad de personas para las que la PCR es positiva y que, por lo tanto, son potencialmente contagiosas, se reduce en un 92% después de la vacunación", explica Sahin.
Esto significa que la vacuna no solo protege al que la recibe, sino que evita la transmisión, lo que supondría poder alcanzar la tan deseada inmunidad de grupo o de rebaño.
Además, Sahin es especialmente optimista con la vacuna porque "protege contra la mayoría de mutaciones conocidas, incluida la B.1.1.7", es decir, la variante británica, que es la predominante en Israel, donde se ha llevado a cabo el estudio.
Por todo ello, Sahin afirma que "con este conocimiento, ahora también sabemos que podemos contener la pandemia de manera efectiva si se vacuna a suficientes personas".
El estudio ha consistido en analizar a los vacunados en Israel entre el 20 de diciembre de 2020 y el 1 de febrero del 2021, un total de 596.618 pacientes. Se compararon a otros tantos ciudadanos sin vacunar. El análisis reveló que "la cantidad de personas que tienen una PCR positiva y, por lo tanto, son potencialmente contagiosas disminuye en un 92% después de la vacunación", dice Sahin.
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