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viernes, 27 de noviembre de 2020

DIVORCIO COMPLICADO: SALE A LA LUZ LA AVENTURA DE LA 6TA ESPOSA DEL EMIR DE DUBAI

La sexta esposa del emir de Dubái que huyó a Londres tuvo una relación con un ex soldado británico durante dos años, según se desveló ante un juez en el proceso que mantienen quienes un día fueron pareja. La princesa Haya mantuvo una relación sentimental con su guardaespaldas británico al que pagó 1,2 millones de libras esterlinas para que no hablara de su aventura además (más de 1,35 millones de euros) en lujosos regalos, entre ellos un reloj de 12.000 libras esterlinas y una escopeta antigua. La ex esposa más joven del gobernante de Dubái mantuvo un romance de dos años con Russell Flowers que terminó con el matrimonio de cuatro años del exsoldado. La princesa huyó de Dubái en verano de 2019 para escapar de Mohamed Bin Rashid al Maktum y ahora vive en Londres. La relación afloró durante el juicio en el Tribunal Superior de la princesa contra su esposo en Londres, celebrado hace un año y en el que ganó la custodia de sus dos hijos. El Daily Mail ha tenido ahora acceso a esta información y ha hablado con amigos de la exesposa del guardaespaldas.

La princesa Haya, la sexta y más joven esposa del multimillonario Sheikh Mohammed Al Maktoum, colmó a Russell Flowers de extravagantes regalos e insistió en que la acompañara allá donde fuera. En los viajes al extranjero, la princesa siempre insistía en que tuvieran habitaciones comunicadas. “Cuando estaba en el Reino Unido, salía con él casi todas las noches y, a veces, no regresaban a casa hasta la mañana siguiente”, afirman fuentes conocedoras.

Flowers, quien sirvió durante cinco años en el Regimiento Real de la princesa de Gales, comenzó a trabajar para Haya de Jordania a tiempo completo en 2016. Primero, le obsequiaron con un reloj de la marca Rolex y luego otro de Audemars Piguet por su cumpleaños. “Su esposa notó que las llamadas y los mensajes sucedían todas las noches después de que él llegaba a casa del trabajo”, ha dicho un amigo de la familia al diario británico. Él aseguraba de que se trataba de seguridad, pero las llamadas duraban horas. A veces, la princesa ponía a su hijo al teléfono, pero sus llamadas despertaron algunas sospechas. Siguieron más obsequios, incluido una caja de puros con humidificador valorada en miles de libras. Haya incluso le dio una placa de matrícula personalizada con la palabra RU55ELLS.

La familia siempre fue generosa con sus guardaespaldas. El jeque solía pagar entre 5.000 y 15.000 libras esterlinas (entre 5.700 y 17.000 euros) como propina. Pero los regalos que obtuvo Russell fueron muy superiores a eso. También recibió una escopeta Purdy hecha a medida que estaba grabada. Otros regalos incluyeron un anillo de sello y un rubí alrededor del escudo de la familia Flowers.

Las sospechas de la esposa de Flowers de que este mantenía una aventura se confirmaron, según un amigo cercano, a fines de 2016, cuando vio que a su esposo le habían enviado fotos de Haya, la hija del difunto rey de Jordania, posando en traje de baño, así como otros selfis. “Sé que su corazón se hundió cuando vio las fotos y supo que su esposo estaba teniendo una aventura. No hubo un gran enfrentamiento, pero unos meses después se volvió hacia su esposa y le dijo que ya no la amaba. Quería luchar por su matrimonio y no creía que hubiera terminado y solo era una etapa por la que estaba pasando su esposo. Su marido negó que estuviera pasando algo con la princesa“.

En 2018, Flowers fue fotografiado junto a la princesa Haya en la visita anual de la familia real de Dubái al hipódromo de Ascot con el hijo de ella y el emir. Por entonces el mandatario ya empezaba a sospechar de su “estrecha relación”. Cuando los medios le preguntaron a Flowers sobre la cercana amistad que le unía a la princesa y la creencia de que se le nombraría durante el proceso de divorcio, solo dijo que no tenía nada que decir al respecto.

“Había veces en que estaba con dos guardaespaldas, pero entonces ella echaba a uno, o Flowers le decía al otro que no se le necesitaba”, dice una fuente del entorno de la princesa que cita el Daily Mail. “Cuando el guardaespaldas en cuestión le explicó a la princesa que eso rompía el protocolo de seguridad, le despidió”.

Haya de Jordania lleva dos años en silencio. El tiempo que hace desde que huyó de Dubái en busca de seguridad para ella y sus dos hijos. La ya exesposa del emir, de 45 años, es hija del fallecido rey Husein de Jordania y medio hermana del actual monarca, Abdalá. Conoció al jeque Mohamed en un concurso hípico en Jerez de la Frontera en 2002. Se casaron dos años más tarde en lo que se presentó como una boda por amor, la primera de ella y la sexta del jeque —hasta donde se sabe—. Desde que la princesa, cuyo nombre de soltera es Haya Bint Husein, reapareció en Londres donde se estableció con sus dos hijos, Jalila, de 11 años, y Zayed, de 7, donde lucha contra el emir en los tribunales, un proceso que se desarrolla bajo secreto por petición de él.

Los casos de las desapariciones de las princesas Latifa y Shamsa, que presuntamente siguen confinadas en algún lugar de Dubái, fue el detonante final que hizo que Haya de Jordania preparara cuidadosamente su propio plan para refugiarse con sus hijos en Gran Bretaña y comenzar allí su proceso de divorcio sin temor a represalias. Un hecho que se complicó debido a la fuerte repercusión pública que ha tenido el caso. La manera en la que se ha producido su separación del emir de Dubái ha puesto en entredicho la imagen de Mohamed Bin Rashid al Maktum, que desde que accedió al cargo ha tratado de parecer un dirigente árabe moderado y moderno. Un intento cuestionado ante la evidencia de la falta de libertades individuales y políticas, que se recrudecen en el caso de las mujeres.

La princesa vive ahora en el Reino Unido, en el país en el que estudió —fue educada en la Universidad de Oxford—, en una mansión de Kensington Palace Gardens (Londres) valorada en más de 99 millones de euros, con una fortuna de casi 37 millones de euros que consiguió poner a buen recaudo antes de su marcha y protegida por el cargo que le concedió el rey jordano como jefa adjunta de la misión de la embajada jordana en Gran Bretaña, un puesto que le permite reclamar inmunidad diplomática y permanecer en Gran Bretaña.


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