Un cuartel militar ubicado en el centro de San José pasó a ser el Museo Nacional de Costa Rica hace 72 años, luego de que allí se aboliera oficialmente el Ejército de Costa Rica. Fue el entonces presidente José Figueres quien, con un simbólico mazazo al muro del cuartel, dio por eliminado el cuerpo castrense.
Ocurrió un primero de diciembre de 1948 y se trató de un hecho inédito en la región y poco usual en el mundo entero, un hito que ha destacado al país a nivel mundial, pero que además ha traído beneficios a su sociedad.
“Imaginemos lo que es no invertir en tanques, en armas o en personal militar durante 72 años de manera consistente, el ahorro que eso implica, pero, a su vez, eso también explica por qué hemos logrado hacer otras inversiones importantes en educación, en medio ambiente. Además, invertir en eso nos ha permitido un desarrollo humano que consideramos positivo”, afirman en este país.
Con el fin de una guerra civil y la abolición del ejército a finales de la década de 1950, Costa Rica ha venido aumentando su gasto en infraestructura, salud y educación.
Si Costa Rica no hubiera abolido el ejército, el PIB del país sería mucho más bajo hoy. “La abolición del ejército implicó un aumento en la tasa de crecimiento del PIB per cápita del país. Básicamente fue un aumento de un punto porcentual. Es decir, el país crecía alrededor de 1,31% de PIB per cápita por año, antes de 1950 y después de ahí hasta 2010 crecía alrededor de 2,44%”. En un país sin ejército “se vive una cultura de paz”, aseguró el presidente Alvarado.
Un gran contraste con todos los países latinoamericanos es que aquí no desfilan militares. No son los militares los que representan los valores cívicos, son los estudiantes los que salen a las calles a celebrar nuestros valores patrióticos.
Una nación sin ejército, por supuesto, no significa que no tenga cuerpos de seguridad. Es la policía la encargada de la protección ciudadana. El Ministerio de Seguridad Pública, a través de sus distintas direcciones, realiza las tareas de las cuales se encargan los ejércitos en otros países, tales como el control de drogas o el resguardo de costas y fronteras. Con la decisión de eliminar sus fuerzas armadas, Costa Rica, además, ha apostado al diálogo, la diplomacia y el multilateralismo para dirimir conflictos nacionales y regionales,
Una uruguaya en Costa Rica sobre el gasto militar “ese presupuesto se destina a educación y salud”
Cecilia Lema es uruguaya, oriunda de Montevideo pero sigue la información uruguaya a través de la web de EL ECO a partir que publicamos la noticia sobre su esposo Joaquín Aguirre que está jugando al fútbol en Costa Rica “Si estoy viviendo hace 8 meses aquí en Costa Rica” y nos contactamos luego que comentara una publicación nuestra de esta semana, sobre la presencia de militares en las calles de Carmelo “Yo apenas llegue lo primero que me comentaron fue eso. Aquí somos un país sin ejército. Ese presupuesto se destina a educación y salud y la verdad la educación es de alto nivel al menos a nivel primaria que es donde yo tengo metida a mi hija” cuenta
Cecilia nos contó que “las escuelas públicas están súper cuidadas parecen las privadas de Uruguay. Para los ticos es bueno eso que se hizo porque en definitiva tenes un montón de personas cobrando sueldos grandísimos al cuete. O como vi en los comentarios para ayudar en las inundaciones (cosa que no les corresponde)” señala “Costa Rica es un país tranquilo. Yo además vivo en una provincia no en capital entonces es aún más tranquilo” y cuenta que “este tiempo hubo problemas en la frontera con Nicaragua porque se estaban pasando infectados con covid pero mandaron a los policías y listo” señaló
Costa Rica es un país pequeño como Uruguay “creo que con un poco más de habitantes rondan los 5 millones sinceramente no creo que nunca necesiten ejércitos para una posible guerra. Y te repito yo con la educación estoy encantada. Mi hija tiene trastorno del desarrollo y la incluyeron en la escuela pública con un programa especial para ella y tiene además las terapias que necesita. Terapia del lenguaje y educación especial en la misma escuela
Cosa totalmente imposible en Uruguay. Que tenes dos opciones o pagas colegio privado o pagas una acompañante terapéutica. Aquí le dan todo” dijo “Así que ves que realmente ese presupuesto hizo diferencia tienen comedor, inglés, educación física y religión opcional” señala.
“Yo sinceramente a nivel inclusivo para mi hija me encanta y estoy feliz acá. La gente es muy buena onda” señala y la consultamos sobre si piensan regresar y sobre la seguridad en ese país “mi esposo juega al futbol acá entonces no sabemos dependemos de su contrato. Nos juntaría quedarnos un tiempo largo por acá” dice “la seguridad es como en todos lados creo yo. Acá lo que no ves, no hay son asaltos a mano armada. Y tampoco veo que maten para robar una moto o un auto. Los asesinatos son más que nada por el tema narco. Entre ellos se dan plomo. Y como en todos lados uno se cuida pero no vivimos con miedo la verdad sentimos más tranquilidad que en Montevideo” señala.
Antes de la dictadura.
Según se puede ver en la página del Banco Mundial, Uruguay gasta en mantener a las Fuerzas Armadas el 2 % del Producto Bruto Interno. Eso es la misma cifra que se adjudicó al presupuesto nacional de 1972, antes de la dictadura. Después en dictadura aumentaría abundantemente a un 6,4% del PIB en el año 1982. Ya en el primer gobierno de Julio Sanguinetti a partir de 1985 el presupuesto militar bajó nuevamente a los niveles históricos del dos por ciento y estuvo más bajo en los gobiernos del Frente Amplio. Entre 2011 y 2015, gobierno de José Mujica, se ubicó entre el 1,7 y 1,8 del PIB, siendo los valores históricos más bajos. La última cifra, de 2019, señala un retorno al 2% del PIB lo que significan unos 1.200 millones de dólares al año.
Sólo de pensar el total de dinero que eso significa, y lo que podría hacer el país con el dinero utilizado en gasto militar desde el retorno a la democracia hasta ahora, la cifra da escalofrío.
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