El pasado domingo, como todos los terceros domingos de cada mes, una nueva Marea Blanca, la primera de 2014, se echó a la calle. La protesta en defensa de la Sanidad Pública llegaba a su décimo quinta marcha.Entre paraguas y prendas de abrigo, los asistentes a la manifestación marcaban su paso tras la última decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid por la que la externalización de los servicios de seis hospitales y 27 centros de salud continuaba suspendida. Lejos de celebrar nada a la espera de una sentencia definitiva, este lunes llegó un verdadero triunfo: la renuncia de la Comunidad de Madrid a su plan privatizador
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