Días pasados se supo que Wanzhou Meng, de 46 años, directora financiera de Huawei e hija del fundador de la compañía, fue arrestada el 1 de diciembre a petición de las autoridades estadounidenses que quieren su extradición por la supuesta violación de las sanciones impuestas contra Irán.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, intentó desligar a su gobierno del creciente conflicto entre Estados Unidos y China provocado por el arresto de Meng y reafirmó la independencia del sistema judicial canadiense.
"Le puedo asegurar que somos un país con una Justicia independiente y las autoridades apropiadas tomaron la decisión en este caso sin ninguna intrusión o interferencia política. Este es un caso ante los tribunales del que se ha decretado el secreto del sumario y del que no puedo comentar", explicó Trudeau en una conferencia de prensa en Montreal (Canadá).
Pero Trudeau también confirmó que su gobierno sabía que Estados Unidos había solicitado la extradición de Meng y que esta sería arrestada cuando se encontrase en territorio canadiense.
"Se nos informó del proceso judicial pocos días antes de que se produjese el arresto. Pero como he dicho, no estuvimos involucrados porque la Justicia es independiente y la decisión fue tomada por las autoridades apropiadas", añadió el primer ministro canadiense.
Trudeau también dijo que no ha estado en contacto "directo o indirecto" con las autoridades chinas en relación con el caso de Meng.
Pero lo cierto es que el arresto de Meng en Vancouver, donde la directora financiera de Huawei había hecho escala y se disponía a embarcar en un avión, ha insertado a Canadá en el creciente conflicto comercial y político entre Washington y Pekín.
Varios analistas señalaron hoy que China podría tomar represalias contra Canadá por la detención de Meng, algo que las autoridades chinas insinuaron en su reacción inicial a las noticias del arresto.
En la noche del miércoles, tan pronto como se conoció la detención de Meng, que permanece en prisión a la espera de que mañana se celebre una vista en la que se decidirá si es puesta en libertad bajo fianza, la embajada china en Ottawa emitió un comunicado condenando el arresto y en el que se demandaba su puesta en libertad.
El arresto de Wanzhou Meng tomó notoriedad pública. Foto: AFP
La embajada china en Canadá señaló que seguirá "de forma estrecha el desarrollo de este asunto" y tomará las medidas necesarias para "proteger con resolución los derechos legítimos e intereses de los ciudadanos chinos".
El comunicado también dijo que China "se opone con firmeza y protesta con energía esta acción que gravemente ha dañado los derechos humanos de la víctima" y exigió a las autoridades estadounidenses y canadienses "que corrijan inmediatamente el error y devuelvan la libertad a Wanzhou Meng".
El arresto de Meng también coloca a Canadá en una situación difícil ante su principal socio comercial y político.
Hasta ahora, Canadá se ha negado a seguir las recomendaciones de las autoridades estadounidenses y limitar el uso de equipos de telecomunicaciones y teléfonos móviles producidos por Huawei.
Canadá es el único de los países que integran el selecto grupo de los "Cinco Ojos" (Australia, Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Reino Unido), naciones que han desarrollado una elevada integración de sus servicios de inteligencia, que no limita el uso de los equipos de Huawei.
Estados Unidos considera que los lazos de Huawei con el gobierno chino y las autoridades militares del país suponen un riesgo para la seguridad nacional.
Pero hoy Trudeau reafirmó que Canadá tiene una visión completamente diferente sobre el peligro que supone Huawei para la seguridad del país.
Trudeau afirmó que los servicios de inteligencia de Canadá no han recomendado la prohibición del uso de los equipos de Huawei en el país.
"La protección de ciudadanos e instituciones es fundamental para este gobierno. Por eso trabajamos con nuestras agencias de inteligencia y seguimos las recomendaciones que nos hacen para mantener a los ciudadanos seguros. Siempre seguiremos sus recomendaciones", declaró Trudeau.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, intentó desligar a su gobierno del creciente conflicto entre Estados Unidos y China provocado por el arresto de Meng y reafirmó la independencia del sistema judicial canadiense.
"Le puedo asegurar que somos un país con una Justicia independiente y las autoridades apropiadas tomaron la decisión en este caso sin ninguna intrusión o interferencia política. Este es un caso ante los tribunales del que se ha decretado el secreto del sumario y del que no puedo comentar", explicó Trudeau en una conferencia de prensa en Montreal (Canadá).
Pero Trudeau también confirmó que su gobierno sabía que Estados Unidos había solicitado la extradición de Meng y que esta sería arrestada cuando se encontrase en territorio canadiense.
"Se nos informó del proceso judicial pocos días antes de que se produjese el arresto. Pero como he dicho, no estuvimos involucrados porque la Justicia es independiente y la decisión fue tomada por las autoridades apropiadas", añadió el primer ministro canadiense.
Trudeau también dijo que no ha estado en contacto "directo o indirecto" con las autoridades chinas en relación con el caso de Meng.
Pero lo cierto es que el arresto de Meng en Vancouver, donde la directora financiera de Huawei había hecho escala y se disponía a embarcar en un avión, ha insertado a Canadá en el creciente conflicto comercial y político entre Washington y Pekín.
Varios analistas señalaron hoy que China podría tomar represalias contra Canadá por la detención de Meng, algo que las autoridades chinas insinuaron en su reacción inicial a las noticias del arresto.
En la noche del miércoles, tan pronto como se conoció la detención de Meng, que permanece en prisión a la espera de que mañana se celebre una vista en la que se decidirá si es puesta en libertad bajo fianza, la embajada china en Ottawa emitió un comunicado condenando el arresto y en el que se demandaba su puesta en libertad.
El arresto de Wanzhou Meng tomó notoriedad pública. Foto: AFP
La embajada china en Canadá señaló que seguirá "de forma estrecha el desarrollo de este asunto" y tomará las medidas necesarias para "proteger con resolución los derechos legítimos e intereses de los ciudadanos chinos".
El comunicado también dijo que China "se opone con firmeza y protesta con energía esta acción que gravemente ha dañado los derechos humanos de la víctima" y exigió a las autoridades estadounidenses y canadienses "que corrijan inmediatamente el error y devuelvan la libertad a Wanzhou Meng".
El arresto de Meng también coloca a Canadá en una situación difícil ante su principal socio comercial y político.
Hasta ahora, Canadá se ha negado a seguir las recomendaciones de las autoridades estadounidenses y limitar el uso de equipos de telecomunicaciones y teléfonos móviles producidos por Huawei.
Canadá es el único de los países que integran el selecto grupo de los "Cinco Ojos" (Australia, Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Reino Unido), naciones que han desarrollado una elevada integración de sus servicios de inteligencia, que no limita el uso de los equipos de Huawei.
Estados Unidos considera que los lazos de Huawei con el gobierno chino y las autoridades militares del país suponen un riesgo para la seguridad nacional.
Pero hoy Trudeau reafirmó que Canadá tiene una visión completamente diferente sobre el peligro que supone Huawei para la seguridad del país.
Trudeau afirmó que los servicios de inteligencia de Canadá no han recomendado la prohibición del uso de los equipos de Huawei en el país.
"La protección de ciudadanos e instituciones es fundamental para este gobierno. Por eso trabajamos con nuestras agencias de inteligencia y seguimos las recomendaciones que nos hacen para mantener a los ciudadanos seguros. Siempre seguiremos sus recomendaciones", declaró Trudeau.
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