A raíz del endurecimiento político del Irán chiita, numerosos kurdos iraníes renuncian al islam sunnita, estimando que es una religión intolerante y cruel, y se convierten entonces al cristianismo por considerarlo otra religión local iraní.
Esos kurdos han cruzado la frontera y ahora se hallan en Turquía, país que tampoco ha de resultarles especialmente acogedor. Por iniciativa del presidente Erdogan, el Estado está confiscando uno a uno todos los monasterios e iglesias de Turquía.
Fuente:
http://www.voltairenet.org/article197524.html
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