Muy enojado el actual senador y ex presidente de la república José Mujica exigió vehementemente ayer al ministro de Economía Cr. Danilo Astori que solucione el problema surgido con el sistema financiero que puede echar por tierra con el sistema de venta de marihuana en las farmacias y beneficiar a los grandes capitalistas del narco negocio.
"Esto del cierre de cuentas a las farmacias lo arreglas sí o sí. ¡Hablá con (Jorge) Polgar (presidente del Banco República) o con quien sea, pero esto lo vas a resolver porque con este tema nosotros vamos a hacer patria!", dijo Mujica en alto tono de voz ayer por la tarde cuando entraba a la sala de la comisión de Hacienda y Presupuesto el ministro de Economía, comentaron al diario El País fuentes políticas.
Mujica no había ido al choque con Astori desde hace meses, pero ayer se molestó al entender que la ley de mayor trascendencia internacional de su gobierno corre riesgo por regulaciones del sistema financiero provenientes del exterior que impiden que productores y vendedores de cannabis tengan cuentas bancarias.
El ex presidente decidió jugar fuerte para presionar al equipo económico a solucionar el problema. "No tengo ninguna fuerza fuera del Parlamento, pero si esto queda trancando va a trancar el Parlamento. No va a salir nada, porque no se puede permitir que no encuentren una solución", advirtió Mujica.
En tono molesto, subrayó que "si no encuentran (una solución) que se vayan y que venga gente que tenga capacidad de encontrar una salida", en referencia al presidente del Banco Central Mario Bergara y a Polgar, quien dijo al diario El Observador que el BROU "no mantendrá relaciones comerciales" con las farmacias autorizadas a vender cannabis legal. Antes, ya habían tomado esta definición otros bancos privados.
Esta vez fue la marihuana la que generó una tormenta política a la interna del Frente Amplio. Los cortocircuitos entre Mujica y Astori no son nuevos, en el anterior gobierno mantuvieron disputas por el manejo de la economía y el cobro del Impuesto a la Concentración de la Tierra (ICIR). El último fue el referido al déficit de Ancap que llegó a los US$ 800 millones, cuando Mujica advirtió: "No me van a llevar con el poncho" y Astori replicó: "A mí tampoco me llevan con el poncho".
Ante la prensa, Mujica afirmó ayer que la alta burocracia financiera "tiene que encontrar un camino para respetar lo esencial de la democracia: la mayoría del Parlamento" y hacer cumplir la ley que tardó tres años para ser implementada por el gobierno de Tabaré Vázquez.
A la salida del Parlamento, Astori prefirió no hacer comentarios sobre los dichos de Mujica, pero aseguró no estar al tanto de que los bancos hubieran advertido previamente de las dificultades que se podían generar. "Estoy enterado que hay dificultades desde el punto de vista de normas internacionales que el país no puede desconocer. Como uruguayo me gustaría que se encontrara un equilibrio para respetar las dos cosas", aseguró.
Por su parte, el ex director de la Junta Nacional de Drogas Julio Calzada dijo a Telenoche que no fue advertido por el Banco Central de que se podría generar este tipo de problemas. En la misma línea que Mujica, la senadora Constanza Moreira (Casa Grande) opinó en Twitter que "se va tejiendo un cerco financiero a la política de regulación de la marihuana" y pidió "buscar soluciones".
Consultado sobre el tema, el diputado de Asamblea Uruguay Luis Enrique Gallo dijo a El País que en el ámbito parlamentario "nunca estuvieron sobre el tapete" los problemas financieros derivados de la venta de cannabis. En tanto, manifestó su "preocupación" por las trabas que está sufriendo la implementación de la ley. A su vez, el diputado Alfredo Asti (Asamblea Uruguay) señaló a El País que "hay soluciones posibles" que pasan por la utilización de cooperativas y redes de cobro.
"Se soluciona" - Luis Enrique Gallo - Diputado de Asamblea Uruguay.
"Después de la lucha que está llevando Uruguay, en el plano internacional por la implementación del cannabis legal, obviamente que preocupa y genera sorpresa. Pero creo que se están haciendo esfuerzos de parte de Economía para solucionarlo".
Desde esta mañana las autoridades del Instituto Nacional de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) reciben a las 12 farmacias del interior que venden marihuana. El gobierno les planteará a los farmacéuticos las alternativas para continuar la operativa, aún sin bancos. Para los servicios podrán usar cooperativas de ahorro y crédito, y para el pago de sueldos, bajo la ley de Inclusión Financiera, las redes de cobranza. "Por el momento no hemos tenido problemas" con el sistema financiero tradicional, dijo Miguel Taberne, prosecretario de la Asociación de Farmacias del Interior. Y agregó: "Aún si hay cambios, seguiremos en el barco como sea, nos hundiremos con él, pero estamos de acuerdo con el proyecto".
"El problema con los bancos no afecta solo a las cuatro farmacias de Montevideo, sino también a las que estaban para sumarse", dijo Hugo Rocha, secretario del Centro de Farmacias del Uruguay. De los 300 locales de las capital que nuclea esta gremial, 23 ya han manifestado el interés de sumarse al proyecto tras las buenas ventas de este primer mes. "Pero la disyuntiva actual frena un poco", explicó. De las cuatro farmacias que estaban comercializando cannabis, una ya pidió la baja ante la incertidumbre, aunque "la venta venía demasiado bien", dijo su dueño. De las otras tres, uno de los propietarios tiene una hipoteca con un banco, por lo que no seguiría en la marcha. Las otras, a priori, seguirán estudiando el tema.
Una de las empresas cultivadoras trabaja en efectivo y solo usa las redes de cobranza para pagarles el sueldo a sus trabajadores.
También se ha visto afectada una compañía que quería exportar cáñamo industrial, no psicoactivo, hacia Suiza, lo cual no se comprende porque China exporta ese prducto sin el menor problema.
A quienes por ahora no complica es a los clubes cannábicos, dijo Diego Pieri, activista de Proderechos y socio en uno de los clubes. Es que las cuentas están a nombre de particulares y, como se mantiene el anonimato de la sociedad, los bancos no pueden saber si se trata de un trabajo vinculado a la marihuana. "Además es poco dinero: unos $ 60 mil al mes". Distinto es el caso de los clubes de membresía que se inscriben como ONG
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