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lunes, 18 de julio de 2016

OBRAS ESTATALES EN URUGUAY: AL TRANCO DE LA TORTUGA

Hay un video en internet que dura 3 minutos y 19 segundos y muestra como un grupo de obreros de una constructora instalan en túnel de 70 metros en un fin de semana. Entre el 20 y el 22 de mayo pasado la empresa Heijmans hizo la proeza sobre la autopista A12 hacia Arnhem, en Holanda, una ruta que suele ser muy transitada. Los trabajadores cerraron la ruta en las últimas horas del viernes y el lunes la autopista ya estaba en uso de nuevo, aún cuando llovió con intensidad durante parte del tiempo de trabajo.
La imagen contrasta con una vivencia que algunos uruguayos experimentan al llegar a las intersecciones de Camino Tomkinson y Camino Cibils cuando van por la ruta 1 o cuando transitan por la ruta 5 y se topan con los intercambiadores en la entrada de Las Piedras, por nombrar dos ejemplos de obras millonarias que no se concluyeron en el tiempo estipulado.

Los plazos de ejecución de las obras los fija el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, en general entre 12 y 24 meses. Una obra vial tipo (entre 10 y 15 millones de dólares y un tramo de 15 kilómetros de carretera) son de 12, 15 o 18 meses.

Las obras en los accesos a Montevideo sobre la ruta 1 tienen un 60 % de avance, dijo a El Observador, Marcos Rechac, ingeniero civil de Molinsur, la empresa constructora encargada de emprendimiento. La obra comenzó en noviembre de 2014 y tenía un plazo de 18 meses para concluir, por lo que debió estar pronta en mayo de este año. "Estaríamos pasados, pero tenemos algunas tolerancias por lluvia", explicó el especialista.

El factor climático tiene una incidencia fundamental en los plazos en obras de infraestructura vial, dijo Rechac. "Si a usted le llueve un día no es un día de prórroga. No es que no puede trabajar ese día, sino que no puede trabajar ese día y cinco más", explicó. El jueves 14 harían tres semanas que los trabajadores de Molinsur no podían ingresar a Cibils porque la tierra permanece mojada y no hay forma de ingresar. "Todo esto fue resultando en diferentes ampliaciones de plazos", subrayó.

Legalmente el plazo que la empresa tiene para terminar la obra es hasta enero de 2017. Pero las intenciones de la empresa es poder tener habilitados los intercambiadores para fin de año. En la actualidad, está concluido el trabajo de construcción de los puentes y el movimiento de los suelos está próximo a terminar. Sin embargo, hay diferencias de avance respecto a los trabajos de pavimentación.

Camino Tomkinson tiene un avance mucho más importante que Camino Cibils.
"Hay obras que se pueden hacer muy rápidas y hay otras que se pueden demorar un poco más y el usuario lo percibe. Yo hago un montón de kilómetros en todo el Uruguay y tengo claro que como usuario eso genera ciertas asperezas para los usuarios del tramo", dijo Rechac. El ingeniero señaló que hay veces que las obras son lentas "por el procedimiento constructivo", por "problemas de financiación" o por cuestiones internas de determinada empresa.

Ruta 5 y 48

Que una obra se pare por temas internos de una empresa es lo que pasó en el caso de los intercambiadores entre las rutas 5 y 48, en el ingreso a Las Piedras, según dijo a El Observador el ingeniero Daniel Cerrillo de la constructora Hernández y González, concesionaria de la obra.
La construcción estuvo detenida durante dos meses. "Todo es achacable a la empresa por temas particulares, acá no hay nada que sea culpa del ministerio", asumió Cerrillo.

Con cuatro meses de atraso, la obra se retomó ayer y Cerrillo estima que en no más de 60 días quedará pronta. Lo que resta por hacer es la calzada de carpeta asfáltica, la iluminación (falta el suministro de corriente) y toda la señalización.

El plazo acordado entre el Ministerio de Transporte y Obras Públicas y la empresa fue de entre 12 y 14 meses, por lo que los trabajos debieron haber quedado finiquitados entre marzo y abril.

Consultado por la forma en que las constructoras uruguayas trabajan en comparación con los mejores ejemplos a nivel global, Cerrillo dijo que las empresas uruguayas no tienen nada que "envidiarle" al equipamiento de otras empresas de la región y, a veces, en el mundo.

"Nosotros compramos equipos en Europa y en Estados Unidos. Las empresas han invertido mucho en equipamiento y después hay temas de ejecución", afirmó el ingeniero.

Hernández y González es una de las empresas que ha intentado innovar en materia de procedimientos constructivos. En la ruta 3 realizaron la primera obra de reciclado asfáltico en el país, es decir, reutilizando el material que está en la propia carretera. Para eso invirtieron un millón de euros en equipamiento desde Alemania y trajeron técnicos especializados desde Inglaterra y Sudáfrica.

Esta tecnología -que es más ecológica, menos costosa y que acelera los procesos de construcción- tuvo resistencias técnicas. "Nosotros somos un poco conservadores en Uruguay y no nos animamos a incorporar tecnología nueva", dijo Cerrillo.

El atraso en la ejecución de obras públicas es una realidad que se repite en todo el país, según delata el Mirador Ciudadano del Observatorio Territorio Uruguay de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.

El Observador constató decenas de obras públicas en ejecución, con recursos provenientes del Fondo de Desarrollo del Interior; del Programa de Gestión de Gobiernos Subnacionales y caminería rural , que ya superaron el plazo estipulado de finalización y que tienen un grado de avance que promete una dilatación aún mayor.

El director de Descentralización e Inversión Pública de la OPP, Pedro Apezteguía, señaló cuatro factores que inciden en los retrasos.

En primer lugar se refirió a un tema de carácter burocrático: la obra nunca culmina formalmente hasta que se llega al último detalle. "No puede quedar casi hecha, no puede queda ninguna obra complementaria sin terminar. Si no se puso un mojón o no se pintó algo, por ejemplo, la obra aparece como no terminada y no se termina de pagar", dijo el jerarca.

La OPP certifica que el último 10% de la obra cuando verifica que no queda ningún detalle por resolver. Por esta razón es que varias de las obras que aparecen en el Mirador Ciudadano exhiben el 90% de avance.

Un segundo factor pasa por la administración de las obras. Apezteguía dijo que cuando cambia la gestión de las intendencias, las prioridades acompañan ese cambio también. Una obra que se hacía con recursos propios -con personal y maquinaria que pertenezca a la jefatura departamental- son retirados de escena cuando aparece una "emergencia" o un giro en las prioridades de esa intendencia.

En tercer lugar, el jerarca de la OPP se refirió al rol de los contratistas que, según estima, "siempre son optimistas". "Te dicen que la obra sale en dos semestres y después van viendo", subrayó. Para Apezteguía existe una "responsabilidad" del sector privado en términos de "planificación de obras, mala estructura de gestión y cumplimiento de obra".

"Se presentan a licitaciones, ofrecen plazos que después no cumplen y en los cuales muchas veces ponen el estado es rehén, como uno es rehén del sanitaro de tu casa que va y lo primero que hace es romper. ¿Pero si te lo deja por la mitad vos que hacés?", dijo Apezteguía.

Finalmente, Apezteguia indicó que un problema que tienen las obras de vialidad es la inexistencia de plantas de asfalto en algunos departamentos, sobre todo en el norte del país. En estos casos hay que esperar que el contratista o el dueño de la planta de asfalto llegue al departamento y haga la obra.

Para el director de Descentralización de la OPP estos temas hacen a la "competitividad" en el Uruguay, la cual calificó como "muy baja". Pero el jerarca afirma que el problema se expande más allá de las fronteras. En una visita reciente a Argentina, supo de una carretera de 500 kilómetros que debió estar pronta en diciembre de 2015 y que solo lleva dos kilómetros hechos.

Fuente: El Observador

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