Después de los golpes, la huida tampoco es muy planificada. Un chofer los espera en el auto —generalmente de marca japonesa— y huyen rápidamente del lugar. A veces abandonan el auto y se suben a otro. En otras ocasiones siguen trasladándose con el mismo vehículo. Esa forma tan "poco profesional", casi provocó la caída de la banda en la noche del sábado 11, luego que rapiñaran un supermercado en la esquina de Ramón Anador y José Batlle y Ordóñez (Buceo) utilizando un Nissan Tiida negro para escapar del lugar.
Sabedores de que esa banda desde hace tiempo efectúa rapiñas en la zona, efectivos de la Zona II (Carrasco) se desplegaron en varios móviles por la zona costera en la noche del sábado 11. Los policías avistaron al Nissan y lo persiguieron durante varias cuadras. Sin embargo, los delincuentes lograron escapar. "Son delincuentes oportunistas. Hasta ahora han tenido suerte", dijo a El País un investigador policial.
Miedo.
A las 19:30 horas del sábado 11, cinco individuos se bajaron del Nissan estacionado sobre la calle Ramón Anador a pocos metros de la avenida José Batlle y Ordóñez.
Armados con revólveres, los delincuentes rápidamente redujeron a cuatro personas.
"Esto es un asalto. Todos al piso", gritó uno de los rapiñeros, mientras ingresaba al supermercado con el arma desenfundada. Los delincuentes obligaron al encargado, al empleado del supermercado y dos clientes que se tiraran al piso.
"No me mires, no me mires, desgraciado", ordenó uno de los asaltantes mientras golpeaba la cabeza de uno de los trabajadores con la culata de un revólver. "¡Estás de vivo, hijo de puta! ¿Dónde está el dinero?", preguntó el rapiñero.
Otro asaltante la emprendió con el trabajador que estaba detrás de la caja. Le dio dos culatazos provocándole una herida de entidad. Luego saltó hacia la parte trasera de las cajas del supermercado.
"Las arrancó a las dos. No había mucho dinero. Estaban muy nerviosos. Nos gritaron todo el momento", dijo uno de los testigos.
Una pareja de clientes estaba cerca de la caja cuando ocurrió el atraco. Los rapiñeros les exigieron la billetera que tenía $ 10.000.
En el fondo del supermercado, un trabajador se encontraba en la fiambrería. Al percibir que se trataba de un asalto, huyó y se trancó en el fondo del local.
Según el funcionario, los delincuentes llevaban gorras negras que les cubrían los ojos de las filmaciones del local y una bufanda les tapaba la mayor parte de la cara. "Todos ellos tenían la cara cubierta. Eran jóvenes, entre 18 y 24 años", dijo a El País otro testigo del asalto.
En la madrugada de ayer, varios individuos rompieron la reja y los candados del supermercado rapiñado. Arrancaron las cajas y se las llevaron. Los delincuentes fueron filmados.
Dolor.
A las 2 de la mañana de ayer, la misma banda inició un raid delictivo con características similares al atraco en el supermercado de Buceo: gritos, insulto y culatazos.
En lugar del Nissan Tiida negro, en esa ocasión la gavilla utilizó una camioneta Mitsubishi, modelo wagon, de color gris. La primera rapiña fue realizada a una estación de servicios ubicada en Rambla República de México y Puntas de Santiago (barrio Carrasco).
"Eran muy jóvenes y estaban muy nerviosos", dijo un pistero a El País.
Poco después, los delincuentes arribaron a la esquina de Centenario y 8 de Octubre. allí asaltaron un carro de comidas rápidas llamado "Generación 2001". También actuaron en forma muy violentas, según testigos.
El tercer atraco ocurrió en la estación de servicios ubicada en avenida Italia y Dr. José Brito Foresti. A culatazos, le exigieron a uno de los pisteros la recaudación. El trabajador le dio el escaso dinero que había recaudado durante la noche.
Otro delincuente ingresó al autoservice de la gasolinera. En forma violenta pidió la recaudación del comercio a otro funcionario de la estación. Este le entregó la caja.
Las cámaras no registraron ningún dato relevante de los rapiñeros. Sí mostraron a los mismos cuatro sujetos con gorras y bufandas.
El 30 de junio de este año, en una convocatoria a la Comisión de Seguridad del Senado, el jefe de Policía de Montevideo, Mario Layera, dio una explicación para el fenómeno de las rapiñas cometidas en forma secuencial como las que realiza la banda de encapuchados.
Indicó que los tiempos de respuesta de la Policía llevaron a multiplicar la cantidad de asaltos que cada persona realiza para satisfacer sus necesidades o el objetivo que está buscando. "Si un individuo en una rapiña roba $ 70, rápidamente cometerá otra, tal vez el mismo día o al día siguiente. Esa es la explicación de por qué resulta complicado que disminuyan los atracos; no obstante, sí se ha reducido la rapiña de mayor violencia", dijo Layera.
Policía cree que banda caerá en breve.
Investigadores policiales de la Jefatura de Montevideo consideran que la banda de rapiñeros son "oportunistas" que realizan sus atracos sin ninguna planificación y que ello facilitará su captura en breve. Jerarcas de la Zona II (Carrasco) resolvieron intensificar los patrullajes en la zona costera para poder realizar un "operativo pinza" contra los delincuentes cuando efectúen las próximas rapiñas, indicaron al diario El País fuentes policiales. Tras cometer las rapiñas, la banda escapa en autos robados.
En 5 meses, 5.490 procesados por hurtos; 53,7 con prisión.
Según un informe divulgado ayer por el Ministerio del Interior, el hurto es el delito por el que más personas fueron procesadas en los primeros cinco meses del año. De acuerdo al Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad, en base a datos aportados por la Dirección Nacional de Policía Científica, hubo 5.490 procesados en el período que va desde el 1° de enero al 31 de mayo: 46,3% sin prisión y 53,7% con pena de reclusión.
El informe establece un pequeño aumento de los procesamientos con respecto al mismo período del año anterior: 5.490 frente a 5.404 que fueron dictados por los jueces penales en los primeros cinco meses de 2014.
En Montevideo fueron procesadas 2.131 personas (frente a 1.844 del mismo período del año pasado), mientras en Canelones lo fueron 807 (frente a los 825 de 2014). En el resto del país la cantidad de procesados ascendió a 2.552, cuando en el mismo período del año pasado habían sido 2.735.
En cuanto al tipo de faltas, a una de cada 3 de estas personas le fue tipificado el delito de hurto (32%).
La tipificación más corriente, después del hurto, es la de delitos vinculados con estupefacientes (abarcan al 10% de los procesados). Luego siguen, por su orden, los delitos de receptación (compra o retención de objetos robados), rapiña y lesiones.
Frente a estos datos, se reafirma la tesis de que la droga sigue siendo una de las causas principales por las que se cometen los delitos en Uruguay.
El informe también refleja que los autores de los delitos son mayormente jóvenes de 19 años. El grupo etario que concentra el mayor nivel de procesamiento, tanto en hombres como en mujeres, es el de 18 a 22 años de edad.
Del total de procesados en los primeros cinco meses del año, el 90,7% corresponde a hombres, mientras que el 9,3% a mujeres.
Fuente: El País
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