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viernes, 29 de mayo de 2015

RUSOS: FANATICOS DE LAS AUTOFOTOS EXTREMAS

Joven rusa se pega un tiro en la cabeza con una pistola 9 mms. cuando intentaba hacerse una “selfie”. La mujer encontró en su oficina una pistola de 9 mms. aparentemente dejada en un escritorio guardada por un guardia de seguridad. Y no tuvo mejor idea que sacarse una selfie con una mano, mientras con la otra apuntaba la pistola a su cabeza. El arma se le disparó en la sien y la joven debió ser internada en el hospital Sklifosovsky de Moscú en “grave condición”, según publica el diario británico The Independent.



Las autoridades, tras lamentar el suceso y hacer las recomendaciones del caso, enviaron el tema a la Justicia que en principio acusa por “tenencia negligente” de un arma de alta potencia, a su tenedor, que la dejó según consignan las fuentes, dos semanas en la oficina sin preocuparse de la misma, lo que podría llevarlo hasta seis meses a una cárcel.
Los rusos gustan demasiado de las selfies peligrosas

Más allá de consideraciones particulares del caso, los rusos parecen afectos a presentarle al mundo las selfies más peligrosas, con autorretratos subidos a rascacielos, saltando vehículos, o empuñando y apuntándose como juego con armas letales. La popularidad de las selfies peligrosas, se ha hecho demasiado extensiva en Rusia y las autoridades no logran dar en la tecla para que sus exponentes no se conviertan en ídolos.

Tal el caso de Kirill Orshkin, un joven ruso de 24 años, que vive en Estados Unidos, y que ha protagonizado las situaciones de máximo riesgo con tal de sacarse una selfie que viralice. Autocalificando sus fotos como “un arte”, el ruso logra miles de seguidores a través de sus categorías “rooftopper” o “skywalking”, e incluso la policía lo ha detenido mientras intentaban subir al puente de Brooklyn con un cable para sacarse una foto de alto riesgo.

El fenómeno sin embargo parece tener alcance mundial y desde las pirámides de Egipto, hasta las fiestas de los Sanfermines, en Pamplona, todo puede ser escenario para llegar a la fama mundial… o a la muerte.

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