Que los estudiantes de medicina que realizan sus últimas guardias de práctica antes de recibirse realicen fiestas para celebrarlo no es extraño. Tan habituales son esas fiestas, que cuando las programan contratan a otros estudiantes para que trabajen mientras ellos celebran. La madrugada del 30 de abril fue una de esas noches, pero ninguna persona fue contratada para cubrirlos.
La Emergencia del Hospital de Clínicas estaba casi al tope de pacientes. Según pudo saber El Observador, un interno de los 10 que estaban de guardia llevó en una camilla el cuerpo de una persona que había fallecido hacía menos de 15 minutos y lo sumó a los festejos en el cuarto de internos, donde otros ocho alumnos bailaban, fumaban y tomaban alcohol con luces sicodélicas que ambientaban el lugar.
Por la mañana, la dirección del hospital recibió una denuncia que derivó en una investigación de la Facultad de Medicina y que tendrá su resolución la semana próxima.
De Emergencia a un festejo
Sobre la una de la madrugada, los médicos y los internos que estaban en una de sus últimas guardias en el hospital universitario, se retiraron al cuarto médico a cenar. Junto a ese cuarto está el de los propios internos, que es utilizado para descansar mientras no tienen que atender pacientes. Pero allí lo menos que hubo fue descanso. Los estudiantes corrían por los pasillos de la Emergencia, entre pacientes y acompañantes, y entraban y salían del área de enfermería gritando insultos, según relataron testigos del hecho.
Las horas pasaban, y solo uno de los 10 internos se preocupó de atender a los pacientes. Sobre la hora 4, uno de esos pacientes murió. Era un hombre mayor que estaba en la Emergencia hacía varios días y al cuidado de un familiar. Testigos relataron a El Observador que una vez que el hombre murió, su familiar se despidió y aceptó que comenzaran los trámites para trasladarlo a la morgue. Los médicos colocaron el cuerpo en la camilla y lo dejaron en un corredor, tan solo unos minutos.
Uno de los internos vio el cuerpo y aprovechó que no había nadie supervisando para llevárselo. De esa forma, el cadáver llegó al cuarto de internos donde se realizaba el festejo por el fin de cursos, dentro del hospital. Los nueve internos que participaron del episodio están siendo investigados por la Facultad de Medicina, y el abogado del hospital es quien está recabando los detalles de lo ocurrido.
Repercusiones
El Sindicato Médico del Uruguay (SMU) y la Asociación de los Estudiantes de Medicina (AEM) repudiaron la actitud de los alumnos, aunque no resolverán ninguna medida hasta que no haya una definición por parte de la facultad.
La dirigente de AEM Sofia Kohn dijo a El Observador que a nivel del gremio de estudiantes repudian “a priori cualquier tipo de acción cometida por cualquier y en cualquier situación, que comprometa la dignidad en la atención y la humanización”.
Por su parte, el presidente del SMU, Julio Trostchansky señaló que lo ocurrido “lleva implícita la condena y la penalización” del gremio de los médicos, así como la “búsqueda de mecanismos de implementación de prevención”. “Respetamos el proceso de la investigación pero condenamos cualquier tipo de actividad que esté fuera del marco ético”, dijo a El Observador.
La Unión de Trabajadores del Hospital de Clínicas emitió un comunicado en el que, al igual que médicos y estudiantes, expresa su “repudio” y aclara que “ningún funcionario no docente está implicado”, en el episodio. “Queremos expresar toda nuestra solidaridad con la familia del paciente fallecido y nuestro compromiso con los usuarios y defensa de los valores éticos que siempre nos ha caracterizado”, agregan.
Aunque el decano de la Facultad de Medicina, Fernando Tomasina, prefirió no dar detalles sobre lo ocurrido ni referirse al hecho directamente, publicó una carta en la página web de la facultad en la que manifestó su “profundo dolor” y “enojo”. “Nuestra institución históricamente apeló a la excelencia profesional, la rigurosidad científica, sin descuidar en ningún momento los valores éticos y el compromiso social que deben guiar nuestra práctica profesional”, sostuvo.
El director del Clínicas, Víctor Tonto tampoco quiso dar detalles pero lo definió con una expresión popular: “La capacidad de asombro, no tiene límites”.
Por ahora no hay denuncia penal
Al cierre de esta edición, ninguna de las autoridades de la salud habían realizado denuncias penales sobre el episodio, y se limitaron a dejar la investigación en manos de la Facultad de Medicina. El director del Hospital de Clínicas, Víctor Tonto, dijo a El Observador que por tratarse de un caso en el que está en juego el comportamiento de los profesionales, el Colegio Médico puede intervenir a través de su tribunal de ética. Tonto aseguró que luego del hecho, no se tuvo contacto con los familiares de la persona fallecida.
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