Su historia en el “bohemio” empezó en juveniles: “Eduardo Millan, captador del club, me trajo hace diez años a la pre-séptima. Jugaba en Los Pingüinos de Las Piedras. Alfredo (Arias) me subió el año pasado a la pretemporada. En ese momento, integraba el plantel de cuarta división pero no jugaba. Después, entrené arriba y jugué en tercera. Alfredo me dio una mano muy grande. No fue el caso de un juvenil que venía en rodaje. En un entrenamiento me vio y surgió la oportunidad”.
La alegría de primera también recompensó su gran esfuerzo.
“Hice tratamiento con nutricionista de la Mutual y perdí 10 kilos, aumentando la masa muscular.
¿Diferencia en el juego? Al principio me sentía extraño pero obviamente me adapté al cambio. Ahora estoy compensado con musculación”.
Su estatura, tentadora para los compañeros en el juego aéreo, no relega la intención del juego por abajo.
“El estilo de Wanderers no es jugar por arriba, con un nueve grande, de área, sí como recurso. Al principio se me complicó. ¿Si soy difícil para los zagueros? Los compañeros dicen que sí”.
A la hora de elegir un atacante en el área no dudó: “Me gusta el sueco Zlatan (Ibrahimovic) por su característica. Tiene potencia y gol”.
El jueves en el Parque Viera asomaron los once del sábado: Leonardo Burián, Alex Silva, Gastón Bueno. Paulo Lima, Maxi Olivera, Santiago Martínez, Matías Santos, Joaquín Verges, Nicolás Albarracín, Diego Riolfo y Santiago Bellini.
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