"El Madrid estuvo muy interesado en mí, pero mi sueño siempre estuvo en Barcelona. Cuando escuché el nombre del Barça no dudé en ningún momento", declaró en el programa El Partido de las 12 de la cadena COPE.
Suárez se declara satisfecho de su rendimiento en el conjunto azulgrana: "Sí, porque se está dando bien la parte del juego colectivo y uno siente que está ayudando al equipo, sea con goles, asistencias o con el trabajo, que hay gente que no se da cuenta. Yo siento en el campo que hago cosas que benefician al equipo".
Considera al Barcelona el mejor equipo del mundo: "Por todo lo que es, por la trayectoria que tiene, los años de vida que tiene y lo que significa como club", y en cuanto al segundo mejor equipo, apuntó: "No es el que sea el segundo mejor equipo del mundo, pero por los sentimientos que tengo hacia el club, por lo que me dio, porque me hizo crecer, Nacional. Como uruguayo me quedo con Nacional".
Elogió al argentino Leo Messi: "Sinceramente, por el poco tiempo que llevo con Leo me ha demostrado ser un gran compañero, además de ser el jugador que todo el mundo sabe".
Preguntado sobre si jugar con Messi y con Neymar debilita su capacidad goleadora, afirmó: "No, al contrario. Para mí es un privilegio, es un desahogo, porque en los equipos que estuve antes sentía una enorme responsabilidad. Me sentía culpable de muchas cosas, y estar rodeado de grandes jugadores te hace no tener tanta responsabilidad".
No tiende que a Iker Casillas se le pite en su propio estadio. "No, no lo entiendo. Con toda la trayectoria que tiene, con lo que ha vivido, lo que ha ganado con el Real Madrid que se le pite de esa forma... Yo creo que hay que mirar las estadísticas que tiene, lo que ha logrado como profesional. Antes de pitar hay que pensar".
Su mordisco a Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil lo recuerda como "el peor momento" de su carrera deportiva, sobre todo lo que vino después. "Sentía que no estaba feliz con la clasificación y que había defraudado a mucha gente, empezando por mí, por mi país, por mi mujer, por mis hijos, por ser el ejemplo... Fue el peor momento".
"Los mordiscos en parte fueron culpa mía y en parte de la provocación de Ivanovic y Chiellini. Ahora me siguen provocando, pero me voy o hablo bien. Soy más inteligente", añadió, y lamentó el trato recibido por el incidente: "A alguien que apuñala o a un barra brava no se le trata peor que como me trató a mí la FIFA. No maté a nadie".
Sobre su encaje en la alineación, explicó: "Sinceramente pensé que iba a ser difícil. Leo en su momento jugaba de 9, pero con el sistema táctico que hizo el entrenador creo que a Leo ya le habían tomado la forma de jugar de 9 y tenía muchos jugadores encima de él. Y a él le podía beneficiar tener un número 9 y él jugar mano a mano o jugar el uno a uno por fuera. Pero el tiene libertad para jugar por todas partes del campo".
Al hablar del vestuario, recordó: "Cuando llegas a un país siempre es diferente. En el Ajax estaba Dario Cvitanich, argentino, llegó Bruno Silva, que era uruguayo... Lo típico, nos juntábamos por la mañana para tomar mate antes del entreno. En Inglaterra estaba Maxi Rodríguez, que es argentino, y nos poníamos a tomar mate. Aquí está Javier (Mascherano), está Leo (Messi), y tomamos mate igual. Una vez que haces tu grupo, te llevas bien con todos: unos van al gimnasio, otros hacen tratamiento. Pero como grupo me pareció espectacular, con una humildad que no pensaba que fuera a ser así.
Señaló, como el defensa más molesto, a su compatriota Diego Godín (At. Madrid): "No es que sea irritante, pero sí que no te deja tranquilo. Es muy pesado. Seas uruguayo, hermano o primo, no te deja. Él no mide. Pero es su forma de jugar y es lo que le ha llevado a estar donde está y tener ese carácter. Además, la motivación que él tiene de jugar contra mí. Nunca nos habíamos enfrentado y por eso creo que se vieron esos partidos así".
Con respecto a su futuro, advierte de que "estando en un club como el Barcelona nunca se sabe lo que puede pasar".
"Estos años pueden ir espectaculares, pero después te traen jugadores nuevos y eso es normal. No sé si terminaré mi carrera aquí, eso va a ser difícil. Dije que iba a jugar en el Ajax por todo lo que me dio. Y Nacional, de Uruguay, fue el equipo que me hizo debutar en Primera, que me dio de comer desde niño. Era mi segunda casa y por eso le estoy agradecido", afirmó.
EFE.
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