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miércoles, 11 de marzo de 2015

M. WANDERERS 1 PALESTINO 0: COMO DICE EL MANUAL HAY QUE GANAR LOS PUNTOS COMO LOCAL Y PELLIZCAR ALGUNO DE VISITANTE

En un Grupo 5 que también integran Boca y Zamora, el equipo argentino tiene un lugar seguro por lo que hay que pelear por el restante. Esa lucha parece reservada a Wanderers y Palestino. Por eso este partido era el que el bohemio debía ganar. Y lo hizo.



Así va Wanderers por la vida. A contracorriente del fútbol uruguayo. Y con su estilo audaz y ofensivo se anima a soñar en la Copa Libertadores. Soñar, primero que nada, con pasar el grupo. Y el triunfo que logró anoche ante Palestino por la tercera fecha del Grupo 5 le da forma a la ilusión bohemia.

Porque Wanderers no es una manifestación más del atávico fútbol uruguayo que se ve los fines de semana. No es una mera reproducción de usos y costumbres. No es pragmático ni simplista.

Es otra cosa. Es un equipo rebelde a sentir el tedioso juego de los pelotazos largos y la mendicidad de las segundas pelotas.

Wanderers es audacia y riesgo. Es fútbol de posesión. Es propuesta ofensiva. Y así se jugó sus cartas contra Palestino, un equipo que siente el fútbol con la misma intensidad de esas ideas.

Fueron los chilenos los que salieron a pisar fuerte en el Parque Central. Con un arriesgado 3-3-1-3 inclinaron la cancha por derecha donde en los primeros 15’ el capitán Maximiliano Olivera le ganó todos los mano a mano a Leonardo Valencia para marcar la cancha.

Pero así como Palestino tuvo la iniciativa en el arranque, Wanderers fue mucho más profundo en cada intento ofensivo explotando la velocidad de Reymundez y Verges desde un inicio para descubrir enormes grietas en la defensa rival.

Con ataques rápidos y explosivos más buen trato del balón, el bohemio jugó un primer tiempo perfecto. Generó ocho situaciones de gol y se puso 1-0 arriba con un gol notablemente gestado por ese exquisito pasador que es Matías Santos.

El déficit estuvo en la concresión. Wanderers erró mucho. Reymundez se perdió dos goles abajo del arco. Y en el segundo tiempo, los contragolpes del local ya no fueron tan punzantes.

Palestino trepó metros y se adueñó de la pelota en la recta final del encuentro (en la posesión lo superó 58% a 42%). Burián sacó la cara por el equipo con algunas intervenciones salvadoras. Y Arias, sin renunciar al buen trato del balón, sumó volantes y defensas para cerrar el partido.

Así lo ganó Wanderers. Como una manifestación contracultural para un fútbol uruguayo que vio a su último campeón local (Nacional) sucumbir ante este mismo rival en primera fase preso de un estilo anacrónico, incapaz de hilvanar secuencias de pase ni de gestar casi situaciones de gol.

Nada le sobró al vicecampeón uruguayo, a esta altura el que tiene chance de llegar más lejos en la Copa Bridgestone Libertadores, porque Nacional quedó eliminado en la primera fase (preciamente frente a Palestino) y Danubio tiene un grupo sumamente complejo en el que están San Lorenzo, São Paulo y Corinthians. Anotó un gol a los 23 minutos con un gran remate de Matías Santos, pudo haber convertido alguno más, pero en el segundo tiempo sufrió mucho y de no ser por el arquero Leanardo Burián, pudo haber perdido dos puntos que bien pudieron haber sido lapidarios.

Fue muy distinto el Wanderers de la primera mitad al de la segundo. Presionó muy bien, no dejó maniobrar al rival, le robó el balón, lo manejó con criterio, fue profundo y llegó al gol en forma justificada. Incluso pudo haber liquidado el ánimo de Palestino (y hasta el partido) en el último minuto del primer tiempo, cuando Reymúndez (imparable en esos 45' iniciales) ganó en velocidad y metió un disparo que devolvió el caño. En el complemento fue otra cosa.

Palestino fue el que presionó, Wanderers perdió la soltura, el balón y los espacios. De a poco comenzó a refugiarse en su campo y entonces Burián comenzó a transformarse en pieza fundamental, con atajadas y anticipos como si fuera un zaguero.

Ante la falta de contención en la mitad del terreno, Arias no lo dudó: metió cambios para encarar los últimos 10 minutos con línea de cinco en el fondo. Había que cuidar la mínima diferencia y lo hizo sin ponerse colorado.

Wanderers ganó, alcanzó a Boca al tope de la tabla con 6 puntos (el xeneize recibe el miércoles al venezolano Zamora) y, lo más importante, le ganó al rival que tenía que vencer. El bohemio duerme tranquilo.

WANDERERS 1 - PALESTINO 0

Cancha: Parque Central
Juez: Adrián Vélez (Colombia)

WANDERERS: Leonardo Burián, Alex Silva, Gastón Bueno, Paulo Lima, Maximiliano Olivera, Santiago Martínez, Matías Santos, Joaquín Verges, Nicolás Albarracín, Gastón Rodríguez y Leandro Raymundez. Director técnico: Alfredo Arias.

Cambios: 64' Jonathan Rodríguez x G. Rodríguez, 71' Diego Riolfo x Reymundez y 78' Emiliano Díaz x Albarracin

PALESTINO: Darío Melo, Alejandro Márquez, Germán Lanaro, Paulo Díaz, Esteban Carvajal, Diego Rosende, Matías Vidangossy, Jason Silva, Leonardo Valencia, Renato Ramos y Diego Chaves. Director técnico: Pablo Guede.

Cambios: 59' Marcos Riquelme y César Valenzuela x Renato Ramos y Jason Silva, y 72' Jonathan Cantillana x Valencia

Gol: 23' Santos (W)

Amarillas: Bueno (W), Carvajal, Ramos, Márquez, Díaz (P)

POSICIONES GRUPO 5
Boca Juniors 6 (2 PJ)
Wanderers 6 (3 PJ)
Palestino 3 (3 PJ)
Zamora 0 (2 PJ)

Jugados a la posesión

Según Data Factory, Wanderers intentó 466 pases en sus 2 partidos con 424 acertados y 42 errados lo que representa una eficacia de 90,9 %.

Palestino, por su parte, intentó 462 pases con 373 aciertos y 89 errores y una eficacia de 80,7 %.

Son dos equipos que apuestan por la posesión de la pelota.

Fuente: El Pais - El Observador - Propias

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