El gobierno electo para el período 2015-2020, estudiará la reducción de la jornada laboral, una de las principales demandas del movimiento obrero y, al mismo tiempo, un tema que pone en alerta a los empresarios uruguayos, acostumbrados a buscar la mayor explotación de los trabajadores sin dar nada a cambio. Mientras el futuro director de Trabajo, Juan Castillo, impulsará la disminución de la cantidad de horas semanales trabajadas en determinadas áreas, el presidente electo, Tabaré Vázquez, dijo durante la campaña que está dispuesto a analizar el tema.
“¿Las 48 horas semanales que dice la Constitución de la República de nuestro país no habrá que pensar que en algún sector, como ocurre ya, pasen a 44 horas? ¿Se pueden reducir las jornadas de 44 horas a 42 horas? Hay jornadas laborales de 40 horas y las hay de menos. Y esos lugares de trabajo no fueron ni menos productivos ni menos rentables. Lo que hay que estar pensando es en cómo se da y se produce la oferta de tener más cantidad de personas ocupadas laboralmente”, dijo Castillo a El Observador.
El próximo director de Trabajo manifestó estar “abierto” a discutir el cambio desde el Ministerio de Trabajo. “Yo no hablo de reducir las ocho horas diarias a seis. Hablo de reducir la jornada semanal. En la construcción ya se aprobó y ya se está trabajando menos de 48 horas. En algunos sectores de la bebida ya se trabaja menos de 44 horas”, sostuvo.
Además argumentó que los avances tecnológicos permiten realizar las mismas tareas en menos tiempo y evitar la pérdida de productividad.
Castillo, histórico dirigente del PIT-CNT, planteó comenzar “una discusión civilizada” sobre el tema y formuló alternativas para introducirlo en los Consejos de Salarios. Por ejemplo, que cuando los empresarios no puedan dar aumentos ofrezcan reducir la carga horaria.
“Esto no tiene por qué ser solo a costo del empleador. No puede ni debe ser. ¿El Estado no juega ningún rol? ¿Qué puede aportar el movimiento sindical? Claro, si bajo un planteo que clavo la bandera y digo de reducir la jornada laboral sin reducir el salario, enerva mucho. En algunos lugares de la negociación colectiva donde no sea posible aumentar efectivamente el cash final a fin de mes, ¿no será posible complementar con algunos beneficios de este tipo? Creo que hay que tener por lo menos iniciativa, innovar, y desde el punto de vista de las relaciones laborales no hay que dar ninguna batalla por perdida”, indicó.
El experto en derecho laboral, Nelson Larrañaga, afirmó que las posibles modificaciones deben analizarse empresa por empresa y consideró inviable un acuerdo de este tipo por ramas de actividad.
El debate
La propuesta de reducción de la jornada laboral fue uno de los temas que el PIT-CNT planteó durante la campaña electoral como aspiración de incorporar a la agenda del próximo gobierno.
La idea inicial es acortar la jornada y mantener el salario. Según adelantaron sus dirigentes, es para discutirlo y no abarcará, al menos en principio, a todos los sectores de la actividad.
En la actualidad hay empresas en el sector de la bebida, plástico, metalúrgica, estatales, construcción y de auxilio mecánico, que establecieron un sistema que implica trabajar cinco días de ocho horas a la semana y cobrar por seis días.
Entre los empresarios, el principal reclamo es por la pérdida de productividad real al enfrentarse a una propuesta que mantiene el salario y baja la cantidad de horas de trabajo. En el supuesto de que un trabajador pase de trabajar ocho a seis horas por el mismo salario, esa situación implicaría un aumento de 33% por hora trabajada.
“Estamos totalmente en contra de eso. Uruguay tiene uno de los índices mas bajos de productividad; ¿encima vamos a reducir la jornada laboral?”, cuestionó al ser consultado por el diario El Observador el presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Perera, quien es conocido entre los trabajadores por sus declaraciones de tono ultrareaccionario
“Los empresarios ya no aguantan más y eso es bajar la productividad”, agregó.
El dirigente del PIT-CNT y líder del sindicato de la bebida, Richard Read, defendió la iniciativa. Según aseguró, en un sector de la Fábrica Nacional de Cerveza hace 10 años que los empleados trabajan seis horas y cobran por ocho. Allí, en lugar de tres turnos de ocho horas hay cuatro turnos de seis.
“Hay que convencer (a los empresarios) de que esto mejora la productividad porque el trabajador está mejor”, dijo Read a El Observador. Señaló que la base del acuerdo es la negociación y tener presente en qué lugares puede llevarse adelante. “Hay lugares en que tengo condiciones para convencer que es viable y otros en que no. No se trata de ir de pesado”, sostuvo.
Cuando el PIT-CNT planteó en medio de la campaña electoral la idea de reducir la jornada laboral, el por entonces candidato del Frente Amplio y ahora presidente electo, Tabaré Vázquez, afirmó que “no es una idea descabellada” y que “es la tendencia mundial que se está siguiendo en muchos países desarrollados” .
“La vamos a estudiar, pero yo recuerdo que cuando llegamos a la Intendencia Municipal de Montevideo por primera vez, implantamos la jornada laboral de 6 horas. Había un popurrí de horarios que se cumplían en la Intendencia pero fundamentalmente la mayoría de los trabajadores trabajaban ocho horas”, dijo.
Brasil y Argentina en algunas ramas de actividad implementaron la reducción del horario de trabajo. En 2012, Venezuela redujo la semana laboral a 40 horas. Francia la llevó a 35 horas pero su gobierno discute, en medio de protestas, aumentar el régimen por la crisis
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