Un voto a favor de la independencia le pondría fin a una unión de 307 años con Inglaterra y tendría consecuencias de largo alcance para la economía, la moneda, los bancos y la industria. También podría haber repercusiones en toda Europa.
Estas son cinco cosas que debes saber:
1. Problemas con la moneda: la libra llegó a un mínimo de 10 meses frente al dólar esta semana, cuando las encuestas de opinión se inclinaron a favor de los votantes que quieren separarse del Reino Unido.
La incertidumbre sobre qué moneda utilizará la Escocia independiente, y el impacto de un desastroso divorcio en la economía del Reino Unido, son en gran parte la razón de esta depreciación.
Los defensores de la independencia quieren seguir utilizando la libra en una unión monetaria con Inglaterra, pero los legisladores del Reino Unido dicen que no están dispuestos a compartirla. E incluso si lo estuvieran, el Banco de Inglaterra probablemente insistiría en severas regulaciones presupuestarias que podrían dar lugar a una dolorosa austeridad para Escocia.
El líder nacionalista escocés Alex Salmond se ha negado a trazar un "Plan B", aunque ha insinuado que Escocia puede continuar usando la libra sin el consentimiento del Reino Unido . Otra opción sería la creación de una nueva moneda que no ha sido probada.
El euro, si realmente fuera una opción, sería muy a largo plazo. (Ve "UE: ¿dentro o fuera?" abajo).
2. El debate de la deuda: en una decisión inicial para tranquilizar a los mercados, el gobierno del Reino Unido dijo que pagará todas sus deudas -incluyendo la parte que corresponde a Escocia- si hubiera una separación.
Sin embargo, bajo este escenario, una Escocia independiente le debería a Gran Bretaña hasta 130.000 millones de libras, o más o menos el 10% de la deuda pública del Reino Unido.
Los partidarios de la independencia dicen que están dispuestos a pagar y están seguros de que Escocia podría manejar sus deudas con mayor facilidad una vez se independice.
Sin embargo, la agencia de clasificación crediticia Standard & Poor advierte que la economía de Escocia (que será en tamaño similar a Portugal) sería menos resistente a las crisis a causa de su enorme dependencia de los ingresos volátiles derivados de la industria del gas y el petróleo.
3. Todo sobre el petróleo: el Reino Unido es el mayor productor de petróleo de la Unión Europea, y alrededor del 90% proviene de áreas que probablemente serán reclamadas por una Escocia independiente.
También es probable que el Reino Unido quiera una parte de la producción y las reservas actuales, pero la mayoría de los analistas esperan que se pueda llegar a un acuerdo sobre la repartición de los activos.
Sin embargo, existen divisiones más profundas respecto a cuánto vale el petróleo restante, un cálculo de mucha mayor importancia para el futuro de la economía escocesa.
Los defensores de la independencia calculan que el petróleo restante de Escocia tiene un valor de 1,5 billones de libras. El gobierno del Reino Unido dice que es menos de una décima parte de esa cifra.
4. Un gigante financiero: las acciones de instituciones británicas con sede en Escocia, como Royal Bank of Scotland (RBS) y Lloyds (LYG), se han visto afectadas por las preocupaciones de que un voto a favor de la independencia podría perjudicar sus negocios. RBS ha dicho que podría afectar su calificación crediticia y aumentar los costos.
El descomunal sector bancario de Escocia tendría 12 veces el tamaño de su economía, lo que aumentaría las preocupaciones sobre la capacidad del país para hacerle frente a una futura crisis financiera.
Los grandes bancos y las aseguradoras incluso pueden verse obligados a trasladar sus oficinas centrales de Escocia a Londres.
Al frente de esta posible migración podría estar la firma de inversión Standard Life (SLFPF), que ha tenido su sede en Escocia desde hace aproximadamente 190 años.
"Si algo llegara a amenazar (nuestro negocio) tomaremos cualquier medida que consideremos necesaria, incluyendo trasladar parte de nuestras operaciones fuera de Escocia", dijo el presidente de Standard Life, Gerry Grimstone.
5. Unión Europea: ¿dentro o fuera? Los defensores de la independencia quieren que Escocia permanezca en la UE.
Sin embargo, es muy probable que una Escocia independiente sea tratada como un nuevo estado, y por lo tanto tendría que solicitar su admisión. Ese proceso puede tomar años y los 28 miembros tendrían que aprobar la solicitud; esto es algo que algunos no querrán hacer por temor a alentar a sus propios movimientos separatistas.
Y hay otro posible problema que podría ser mucho más perjudicial para el Reino Unido.
El primer ministro David Cameron ha prometido una votación sobre la adhesión de Gran Bretaña a la UE para finales de 2017, suponiendo que gane las elecciones del próximo año.
"Para el resto del Reino Unido, perder a una Escocia relativamente pro-UE elevaría el riesgo de una salida de la UE", advirtió Robert Woof, economista principal para el Reino Unido del banco Berenberg.
Fuente: CNN
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