Ahora la naturaleza permitió abrir un nuevo capítulo en la historia de ambos animales: la maternidad de India y la ayuda durante el parto de su inseparable amiga, Pupé.
"No deja de sorprendernos lo estrecho del vínculo entre India 83 y Pupé, fue imposible separarlas, incluso durante el parto", informó a El País el director del Zoo, Aquiles Chaer.
En la tarde del domingo 24 de agosto, cuando Chaer brindaba una charla educativa sobre ofidismo, algunos de los visitantes vieron que India estaba teniendo a sus crías.
"Es indudable que Pupé se hizo a la idea, esperaba el momento, siguió el cambio que fue teniendo el cuerpo de India 83, sintió el movimiento en su vientre y esperaba esto de forma natural, pero comprometiéndose en el proceso", dijo.
El director se manifestó asombrado por la participación de la mona en el parto. "Ayudó con cada uno de los 5 cachorros al nacer, los ubicó en la teta, los acercó cuando se separaban de India. Es notable como se preocupa por ellos", destacó.
Chaer destacó que Pupé resaltó la inteligencia del animal a la hora de recordar la secuencia con la cual se fue alimentando a los cachorros. "La ayuda a colocar a los cachorros cuando India los amamanta, e incluso aprendió la secuencia cuando nosotros les damos una repasada de alimento a los cachorros y nos los va pasando siempre en el mismo orden, es mucho más inteligente de lo que nosotros creíamos y la hemos subestimado", explicó.
Ahora ambas permanecerán al cuidado del director del zoo durante las primeras semanas y posteriormente serán llevadas nuevamente a su jaula.
Tragedia.
La historia de vida de India y Pupé comenzó con una tragedia: el asesinato de la madre de la mona por parte de un hombre que invadió durante la noche el predio del zoo. Luego, en julio del año 2012, Pupé se escapó del zoo. Dos días después y tras ser capturada por los funcionarios, la manada no la aceptó y su vida corría peligro, razón por la cual se optó por criarla junto a la dogo argentina India 83.
"Recuerdo que eran días y noches con temperaturas debajo del cero, y teníamos que salvar a la mona y por eso apelamos a lo que teníamos que era la perrita dogo", recordó.
Gracias a su colaboración Chaer pudo realizar una labor de socialización con la mona Pupé, hecho que permitió a muchos niños y personas poder sacarse fotos con ella y disfrutar de su presencia al aire libre.
La experiencia ha sido tan satisfactoria que el mismo trabajo ha sido realizado con la jaguar Zuki y varios dogos argentinos con los cuales comparte su espacio. La madre de la jaguar Zuki tuvo otras crías que fueron alimentadas con una madre nodriza, una perra galgo.
Desde 2012 el zoo de Tacuarembó realizó un cambio radical. Se dotó de más espacio y mejor alimento a los animales.
Fuente: El País
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