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lunes, 25 de agosto de 2014

M. WANDERERS 2 - RIVER PLATE 1: EL CLASICO DEL PRADO FUE PARA EL BOHEMIO

Montevideo Wanderers ganó un partido de película con final inolvidable y entorno increíble bajo una lluvia torrencial. Le ganó a su clásico rival River Plate 2 a 1 y en el Saroldi. El volante Adrián Colombino le dio la gran alegría a la hinchada del bohemio en un final increíble. Intenso, cargado de emoción. Maximiliano Olivera conquistó el primer gol, Cristian Techera empató con gran tiro libre. Y pasada la hora los 3 puntos cruzaron el Prado y se fueron para la Avenida Buschental.


Cada vez que se ponga frente a la tele o vaya a una cancha para ver un partido de fútbol uruguayo, anote cuántas veces los equipos le pegan a la pelota despiadadamente del fondo. Usted llenará de cruces su bloc de apuntes. Siempre y cuando no jueguen River Plate o Wanderers.

Porque estos dos equipos juegan a “otra cosa”. Tratan bien la pelota, salen jugando del fondo, proponen un fútbol veloz y miran el arco de enfrente sin reparos. Este domingo se enfrentaron en el Saroldi y si bien el resultado indica que ganó Wanderers 2-1, el que realmente ganó fue el fútbol.

Los dos fueron al frente con sus irrenunciables ideas. River con un 4-4-2 con velocidad por afuera y buen trato de balón por adentro pese a alinear cinco suplentes con respecto al equipo que le ganó el jueves a Universidad Católica por la Copa Sudamericana.

El darsenero dominó los primeros 45’ con la salida rápida de Luis Torrecilla por izquierda, la adecuada distribución de balón de Gabriel Marques y la incisiva movilidad en ataque de Leandro Rodríguez.

Coqueteó el gol con un remate alto de Walter Vaz y un tiro libre de Torrecilla atajado por Cristóforo. Y su juego tuvo pendientes siempre a los carrileros bohemios que poco pudieron proyectarse en ofensiva para desarticular el sistema 5-3-2 en 3-5-2.

Pero aún maniatado por la mayor intensidad de juego rival, el bohemio se mostró peligroso cuando logró llegar en ataque conectando a Riolfo con los puntas Blanco y Albarracín que siempre que pudieron probaron de media distancia llevando peligro.

Sobre el final, Leandro Rodríguez metió un cabezazo que salvó Cristóforo. River mereció más, pero al entretiempo se fueron empatados.

En el complemento cambió el trámite. Wanderers se paró más arriba y sus sociedades de juego se activaron.

La tormenta se desató y la cancha invitaba más al remate de afuera del área. Probó Blanco, Nicola Pérez dio rebote y Olivera, lateral pescador, la encontró para anotar el 1-0.

El partido, abierto, ganó más intensidad aún. Almada se jugó sus cartas: Techera, Santos y el Morro García.

Un tiro libre al borde del área le dio el empate tras precisa ejecución de Techera al palo del golero.

La resistencia de Wanderers, ya muy retrasado, parecía ceder.

Pero de tanto ir, River dejó espacios. Se dio cuenta Blanco que probó con un remate por derecha y una sutil asistencia de cabeza a Riolfo que estrelló su remate en el palo.

Y en los descuentos Ángel Rodríguez sintió la presión de Colombino, dejó una pelota corta y el volante capitalizó todo por 3 puntos.

Wanderers se fue del vestuario escuchando una alegre cumbia en el equipo de música de Olivera. La banda sonora del de River debió ser la triste melodía de Riders on the storm, de los Doors.    

El nuevo Wanderers de Alfredo Arias se adueñó de la fiesta en el Saroldi. Le ganó 2:1 a River Plate en desenlace soñado, ese que los hinchas sueñan y a veces se hacen realidad. Gritan los “vagabundos” del ” bohemio”, los jóvenes y mayores unidos por el sentimiento en la victoria resonante. El equipo reconstruido del “éxodo”, despidiendo a “Chapa” Blanco –goleador emblemático- se ingenió para seguir fiel a la esencia. Es cierto que ganó en un final a corazón abierto, con la acción desafortunada del arquero Nicola Pérez –los goleros históricos sostienen que no son errores sino “desgracias”- en la imperfección luego de la pelota que Colombino dominó en la desatención de Angel Rodríguez. No hubo nostalgia, fútbol de primera.

La versión Clausura del visitante -vecino del Prado- con tres zagueros (Díaz, Bueno, Quagliotti) y laterales volantes para desconectar el punto fuerte del adversario.

El darsenero del orgullo en las nubes por su formidable triunfo en Santiago presentó la rotación lógica del técnico Guillermo Almada perfilando la revancha con Universidad Católica. Pese a los cambios, hubo respuesta. Los dos jugaron por abajo. No naufragaron ni siquiera en la “tormenta”. Desde el vértigo de Leandro Rodríguez a la presencia de “Morro” García que acechó el arco de Cristóforo. Hubo posibilidades para los dos.

La pelota quieta de Torrecillas, la gran atajada de Cristóforo frente a Leandro Rodríguez, el tiro libre de Albarracin que desvió Nicola Pérez y la zurda de Maxi Olivera protagonizaron el ida y vuelta de la primera parte. Riesgo inminente, intención de abrir el frente ofensivo, en juego ambicioso.

“River Plate, fútbol champagne” exhibió una bandera de los hinchas, en el mensaje que identifica la línea futbolística.

Wanderers dio el salto en el gol de Maxi Olivera. Avance de Blanco, rebote en el arquero y gol del lateral izquierdo en posición de ataque.

Almada se jugó con Techera, Santos y el debut de Santiago “Morro” García con la camiseta de la dársena. Riolfo bajó a Gorriarán en retroceso defensivo y Techera colocó el tiro libre al palo de Cristóforo.

“Morro” García hizo volar a Cristóforo. “Chapa” Blanco se perdió el segundo y tapó Nicola Pérez. La lluvia impactó, los rayos inquietaron. Arias había reordenado el tablero con Nicolás Freitas, en su primera presentación y Galli.

Se jugaron la ropa. Ofensiva abierta. En las Tribunas, aliento y expectativa latente. Vázquez marcó los minutos adicionales, tan intensos como los noventa. Colombino, en la sintonía del equipo, presionó sobre la salida de Angel Rodríguez, y apuntó al arco, Nicola Pérez se equivocó –quizás el campo le jugó en contra- y la pelota entró a la red. Los parciales de River exteriorizaron el asombro. La gente de Wanderers explotó. El equipo reflotó en el Saroldi y se abrazó a la alegría.

RIVER PLATE 1:2 WANDERERS

Cancha: Parque Saroldi. Jueces: Martín Vázquez, Mauricio Espinosa y Sergio Freire.

RIVER PLATE: Nicola Pérez, Claudio Herrera (69’ Santiago García), Flavio Córdoba, Angel Rodríguez, Luis Torrecilla, Bruno Montelongo, Robert Flores (56’ Cristian Techera), Gabriel Marques, Fernando Gorriarán, Leandro Rodríguez (60’ Michael Santos) y Walter Vaz. Director técnico: Guillermo Almada. Suplentes: Gastón Olveira, Diego Rodríguez, Agustín Alé, Claudio Innella.

WANDERERS: Federico Cristóforo, Alex Silva, Emiliano Díaz, Gastón Bueno, Matías Quagliotti (63’ Nicolás Freitas), Maximiliano Olivera, Adrián Colombino, Leandro Paiva (73’ Yuri Galli), Diego Riolfo, Nicolás Albarracín (67’ Martín Rivas) y Sergio Blanco. Director técnico: Alfredo Arias. Suplentes: Pablo Silveira, Kevin Ramírez, Gastón Rodríguez y Sebastián Gularte.

GOLES: 61′ Maximiliano Olivera (W), 79′ Cristian Techera (RP), 90′ Adrián Colombino (W).

Tarjetas Amarilas: 8’ Leandro Paiva (W), 12’ Bruno Montelongo, 23’ Gastón Bueno (W), 37’ Angel Rodríguez (RP), 40’ Maximiliano Olivera (W), 48’ Luis Torrecillas (RP), 65’ Gabriel Marques (RP), 88’ Alex Silva (W).

Fuente: Tenfield,El Obervador y El País

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