Alemania tiene profundas inquietudes con respecto a la inmigración, alimentados por tensiones raciales y culturales, costos y definiciones en evolución de identidad nacional. Sin embargo, más que el resto de Europa, su saludable economía necesita trabajadores adicionales, particularmente para empleos que requieren de altos niveles de capacitación y educación, problema que probablemente se exacerbe a largo plazo por su baja tasa de natalidad. Alemania está intentando ocupar 117,000 empleos en ciencia, tecnología e ingeniería, brecha que pudiera ensancharse hasta casi un millón para 2020, con base en el Instituto de Colonia para Investigación Económica.
Así que Alemania, en otra época una sociedad relativamente homogénea que luchó por largo tiempo para asimilar inmigrantes y refugiados provenientes de Turquía y otros países relativamente pobres, está compitiendo más decisivamente con Estados Unidos de América, Gran Bretaña y otras naciones para atraer y mantener gente educada del extranjero que pueda ayudar a industrias cruciales. Desde 2005, pero en particular a lo largo de los últimos 3 a 5 años, Alemania ha relajado reglas para reconocer calificaciones extranjeras, otorgando permisos de residencia para extranjeros con habilidades.
“Los inmigrantes”, notó Axel Plünnecke, catedrático en el Instituto Colonia que se especializa en los efectos de la brecha poblacional, “son en verdad importantes para cubrir la escasez de trabajadores”. Actualmente hay “un consenso político en el sentido que la inmigración ayuda a Alemania y es realmente buena y útil”, dijo.
Dado su estatus como la mayor economía de Europa, Alemania también está atrayendo la mayoría de los inmigrantes: una histórica ganancia neta de 400,000 el año pasado. Típicamente, con base en el Instituto Berlín de Población y Desarrollo, actualmente 35 % de los inmigrantes tiene mayores probabilidades de tener una licenciatura o un diploma más elevado, comparado con 20 % de los alemanes.
Alemania sigue enviando algunas señales mixtas con respecto a la inmigración. Este mes, la Corte de Justicia Europea falló en contra de una cláusula de la ley de inmigración del país que requería que los cónyuges de inmigrantes turcos demostraran su dominio del idioma alemán antes de que pudieran calificar para una visa.
Reiner Klingholz, director de Instituto Berlín, dijo que Alemania aún tenía trabajo por hacer a fin de atraer extranjeros. "Alemania tiene que posicionarse de manera más firme como una tierra de inmigración y volver un hecho su 'cultura de bienvenida’, dijo.
Torres, de 24 años, dijo que le encantaba vivir sin miedo a la violencia que era una amenaza diaria en su ciudad natal, Veracruz, en México. Además Alemania, destacó, ha hecho mucho por lograr que su familia se sienta bienvenida. Su marido, quien hablaba alemán antes de la llegada de la pareja al país, está aquí a través de un programa de becas que Alemania conduce para fomentar que estudiantes brillantes estudien en el país. Este programa le da derecho a Torres de aprender alemán sin costo alguno y pudiera concederle permiso para que su familia permanezca de manera definitiva.
No está en claro que toda esa oportunidad laboral y mayor apertura hacia extranjeros termine dando como resultado una vida totalmente nueva para Cristina Torres. Sin embargo, su hija está preparada “De hecho, ella solo dice 'tschüss’”, que en alemán es “chau chau”, dijo Torres. “Ella ya olvidó 'hola’ y 'adiós’
Entre el grupo de 6 extranjeros que estudia alemán con Torres en un colegio administrado por la ciudad en el centro de Berlín, la única que expresó cierta duda con respecto a la bienvenida que había recibido fue Pilar Okenve Ramos, de 34 años de edad, quien nació en España y cuyo padre es originario de Guinea Ecuatorial. Ella está terminando su doctorado en bioquímica y se mudó a Berlín para estar con su novio, quien trabaja para Transparencia Internacional, organización de combate a la corrupción.
“Soy negra, soy española y mujer”, dijo Ramos. “Nunca he tenido problema alguno. Me gustaría quedarme aquí. Realmente me gusta este lugar, pero creo que ellos necesitan cambiar un poco”. Se mostró reacia a ofrecer detalles, pero más adelante dejó en claro que algunos amigos y conocidos de origen africano habían experimentado el prejuicio. Ella lo expresó de la siguiente manera: “Ellos nos necesitan, pero vemos que una parte de la gente aquí no ve eso”.
Todos los demás en el grupo - una artista israelí, un diseñador gráfico de España, una abogada tátara de Rusia que está para recibir tratamiento contra el cáncer, Torres, así como una mujer parisina que había abandonado la vida de una corporación multinacional en Bangkok para hacer música experimental - expresaron perspectivas positivas de Alemania, notando que Berlín, como la capital, es cosmopolita pero aún relativamente barata.
Todas dijeron que podían manejar la vida cotidiana hablando inglés, pero sentían que haría falta el alemán si realmente querían hacer una vida aquí. La mayoría paga hasta 150 euros, o aproximadamente 200 dólares, por un curso de 10 semanas, reuniéndose cinco veces por semana, durante cuatro horas al día.
En el esfuerzo de Alemania por atraer extranjeros, han ocurrido algunos contratiempos.
En la primavera, informes de prensa relataron la penosa situación de 128 españoles atraídos a costa propia a la ciudad oriental de Erfurt por una agencia privada, la cual hizo poco, más allá de ponerlos en condiciones similares a las de un dormitorio en lo que había sido un centro de capacitación laboral de la Alemania Oriental. En su mayoría, fueron absorbidos con el tiempo por programas manejados por el gobierno.
Un programa gubernamental lanzado el año pasado para tratar de atraer gente - en particular, jóvenes europeos del sur - a empleos en hoteles, servicios o cuidando de adultos mayores, enfrentó problemas en abril.
Aproximadamente 9,000 personas habían solicitado ayuda financiera bajo dicho programa, de la cuales la mitad era de España. Alarmado debido a que el gobierno no tenía dinero alguno, el ministerio del trabajo rápidamente envió cartas a los aspirantes exhortándolos a tener paciencia.
Con el tiempo, el ministerio informó que había asegurado ayuda financiera para todos aquellos que hubieran presentado su solicitud antes del 8 de abril. Las reglas de 2015 a 2018 siguen siendo negociadas, pero Alemania, el único miembro de la Unión Europea que ofrece un programa de ese tipo, tiene programado invertir aproximadamente 760 millones de dólares, más de cuatro veces el monto presupuestado originalmente, informó el ministerio del trabajo.
Un estudio preparado para la oficina federal de inmigración sugirió que aproximadamente 20,000 españoles se mudaron a Alemania de 2011 a 2013. Se cree que las cifras correspondientes a Grecia y Portugal, ambos también fuertemente golpeados durante la crisis del euro, son similares
Alemania, famosa por un sistema en el cual combina experiencia laboral y estudio académico, está buscando extender ese enfoque a inmigrantes. Sin embargo, algunos funcionarios dicen que les preocupa que 20 por ciento de los pupilos de Alemania abandonen la escuela sin calificaciones necesarias para un aprendizaje, con evidencia anecdótica que deja entrever que muchos de ellos son de origen turco u otro inmigrante.
La Asociación de Empleadores Alemanes informó que desde 2004 había intentado garantizar 60,000 nuevas plazas laborales con capacitación en 30,000 empresas de todos tamaños.
Con la economía aún en crecimiento, esos objetivos han sido superados, pero han existido más puestos disponibles de aprendiz que candidatos calificados para ocuparlos. En todo el país, el desempleo es de 5.2 %, comparado con 11.8 % en general en la eurozona de 18 naciones.
Entre los mayores capacitadores están los famosos fabricantes de automóviles de Alemania, el gigante de ingeniería Siemens, la red estatal del tren Deutsche Bahn y la especialista en telecomunicaciones Deutsche Telekom. Para saber lo que están obteniendo en una contratación, estas empresas necesitan en su mayoría ofrecer capacitación en Alemania, notó Plünnecke.
Aproximadamente 85 % de los casi 300 millones de dólares que Siemens invierte anualmente en la capacitación de trabajadores se gastan en Alemania, donde alrededor de 10,000 personas ingresan anualmente a vías duales para experiencia en el puesto laboral combinada con un diploma universitario, explicó Michael Friedrich, portavoz de Siemens.
Sin embargo, Siemens ha lanzado programas similares en Estados Unidos y Reino Unido, notó. Cada año, aproximadamente 1,000 jóvenes provenientes de plantas de Siemens en Reino Unido, Hungría y España vienen para capacitarse en Alemania, y la empresa selecciona a 30 prometedores europeos al año para un programa de tres y medio años, el cual incluye un examen final en alemán antes de que los aprendices regresen a empleos en Siemens en sus países natales. En total, Siemens da empleo a 360,000 personas en todo el mundo, de las cuales menos de la mitad (117,000) están en Alemania.
En general, el intercambio de habilidades y trabajo - particularmente en empleos de mayor nivel -, así como el hecho que aproximadamente 30 % de los 650,000 a 700,000 nacimientos anuales en Alemania son de inmigrantes, significa que uno de cada dos nuevos ciudadanos alemanes tiene raíces extranjeras, destacó Plünnecke.
Después de tan solo unos cuantos meses en Alemania, Cristina Torres sabe que le gustaría quedarse aquí en Berlín, donde su marido estudia ingeniería en producción y su hija de 21 meses de edad puede crecer con seguridad.
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