Los científicos sugieren que este fenómeno ocurre porque “las personas se culpan por cosas que están fuera de su control”. También porque agrandan errores pequeños y los convierten en importantes. Esto aumenta el estrés y se traduce en una “vida más corta e infeliz”.
Según informa The Independent, los investigadores estudiaron el nivel de estrés en 41 personas mientras respondían preguntas. En cada instancia se medía su nivel de autocompasión.
Las conclusiones indican que los más perfeccionistas no saben cómo hacer frente a una situación estresante. Aumentan su tensión cuando se reprochan errores, lo que frecuentemente decanta en enfermedades cardiovasculares, Alzheimer y cáncer.
Por otra parte, aquellos con mayor auto-compasión "exhibieron respuestas de estrés significativamente más bajos”. Controlan más la autoestima y los síntomas depresivos.
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