Ignacio Rodríguez, es uruguayo, tiene 14 años de edad, no conocía lo que era una computadora hasta que llegó el Plan Ceibal. Hoy, después de 3 años, no se despega de su XO. Realiza programas informáticos "casi todo el día". Luego de tantas horas sentado frente a su PC, el adolescente se anotó en un concurso de Google diseñado especialmente para adolescentes y lo ganó. ¿El premio? Junto a otras 19 personas viajará a San Francisco (USA) para conocer las oficinas del gigante informático y, lo mejor, hablar con los ingenieros de la compañía para seguir aprendiendo. Es el resultado generado por el primer gobierno frentista, que paró las orejas y escuchó a quienes decíamos que debía impulsarse el que cada estudiante tuviera una computadora, para evitar el analfabetismo informático e impulsar el desarrollo en esa área, vital en el mundo de hoy.
Los adolescentes uruguayos siguen regodeándose en la meca de la tecnología. Esta vez es Ignacio Rodríguez, de 14 años, quien ganó un concurso de programación de Google junto a 19 personas.
"La verdad, pensé que nunca iba a ganar porque veía a mucha gente con más posibilidades que yo", dijo el adolescente al diario El País. No obstante, admite que sintió "mucha emoción".
La competencia en la que participó, que se llevó a cabo entre el 18 de noviembre al 6 de enero y se llama Google Code-in 2013. Se trata de un concurso pensado para insertar a adolescentes de 13 a 17 años en el mundo del desarrollo de programas informáticos de código abierto (sin costo para todos). En el certamen participaron 317 estudiantes de 46 países, quienes debieron completar 2.113 tareas informáticas.
Los estudiantes realizaron estos trabajos bajo la tutela de organizaciones mentoras. Y cada una de ellas eligió a dos jóvenes como sus ganadores. La del uruguayo fue Sugar Labs, que coopera en la programación de las computadoras del Plan Ceibal.
Ignacio fue el único sudamericano que apareció en la lista de los ganadores. Compartió la condecoración junto a estudiantes de Estados Unidos de América, India, Australia, El Salvador, Polonia, Rusia y Holanda.
Si bien compartió la lista con otros 19 estudiantes, el adolescente uruguayo fue el que más se destacó en la cantidad de tareas que realizó. Hizo un total de 61.
Una de las aplicaciones que empleó es un juego para niños: el pequeño escucha un sonido y debe marcar en la pantalla de su computadora la opción correcta.
Por haber ganado esta competencia, Google le regaló un viaje a San Francisco donde visitará las oficinas del gigante informático, recorrerán la ciudad y charlará con los ingenieros de la empresa.
Le pagan todo menos la visa y el pasaporte. Pero a Ignacio poco le importa: "(Será) mi primer viaje en avión y mi primer viaje fuera del país", cuenta con alegría.
Ignacio nació en la ciudad de Canelones y es hijo de una ama de casa y un mecánico. El joven, que pasó a bachillerato en la Escuela Técnica de Canelones, no heredó de ningún familiar su afición por la informática. Tampoco se dedica desde chico a este "hobbie".
Su primer contacto con una computadora fue por intermedio del Plan Ceibal. "Antes no tenía acceso a estos medios", señala. Con su XO, se enteró de un grupo conformado por estudiantes de 12 a 15 años, quienes reciben enseñanzas por "un mentor", llamado Flavio Danesse.
El cometido de esta comunidad, llamada Python, es "generar y mantener un pequeño grupo de jóvenes entusiastas de la programación en torno al software libre, donde se comparta y auto gestione el conocimiento en base al interés y las iniciativas propias de los integrantes".
Junto a su profesor y otro estudiante crearon un software para enseñar programación en los liceos en el marco de un proyecto del Plan Ceibal.
"Estoy casi todo el día con la XO. La programación es como un `hobbie`: cuando tengo ganas hago algo y, cuando no, intento socializar con mis amigos que también programan", cuenta el adolescente.
Dice que en su liceo "no enseñan nada" sobre informática. "Es más: hay veces que terminás enseñándole a los profesores", añade.
El futuro lo tiene claro. "Quiero ser ingeniero informático", afirma con seguridad. Y programar, una actividad que cada vez eligen más y más los estudiantes uruguayos. También la lleva a cabo para "ayudar a la gente". "Hay programas que pueden ser de utilidad para alguien", concluye.
Otro adolescente ganó en el 2013
El año pasado, otro estudiante uruguayo también se metió entre los 20 mejores de Google Code-in.
Se trata de Agustín Zubiaga, un joven de 15 años, oriundo de Puntas de Cañada Grande, San José, que viajó a Estados Unidos de América para conocer las oficinas de Google. Para acceder a esta distinción diseñó un sistema operativo para computadoras dedicadas a la educación.
Pero no solo Google reconoce a estudiantes uruguayos. Facebook, que el año pasado visitó el país para reclutar a jóvenes locales, eligió a Felipe Coirolo para realizar una pasantía de 3 meses en sus oficinas de California. El estudiante de Ingeniería de la ORT comenzó a trabajar esta semana en la sede central de la red social más grande del mundo.
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