En una mueblería de la Unión ubicada en Av. 8 de Octubre casi la calle F. Sanguinetti y solamente con la cédula de identidad, aún si estaban en el Clearing o no tenían ingresos, prestaban hasta 20 mil pesos, con la condición de que compraran un mueble o electrodoméstico. Cientos de personas formaban cola todos los días en las cercanías del local, hasta que la DGI y el Ministerio de Economía abrieron una investigación.
El hecho llamaba la atención y todos los días colas de varias cuadras convergían en el local. Hasta por las noches las colas se iban formando con gente que se instalaba desde las 3 de la mañana.
El sistema era simple: se presentaba la cédula, se informaba cuanto podía retirar de dinero el cliente y se tenía que comprar algo. El préstamo era otorgado por la financiera Pronto, y el “saldo” o sea la suma menos el precio del mueble se retiraba en un casa cambiaria. A su vez la boleta que se entregaba por la compra era de la sucursal en Rocha de un comercio de Maldonado. Algo a tener en cuenta: la sucursal cerró hace tiempo.
Tanta gente amontonada en varias cuadras, más las molestias ocasionadas en la zona y lo sospechoso del negocio llevó a que el área de Defensa del Consumidor del Ministerio de Economía y la DGI iniciaran una investigación para saber de que se trata todo esto y si se violaron algunas leyes.
La emisora CX 36 Radio Centenario informó que tras una investigación se llegaron a las siguientes conclusiones: los préstamos se sacaban en la mueblería Ébano, la boleta que se entregaba por al compra del artículo era de Free Shop Maldonado (la boleta tiene la dirección de una sucursal de esta empresa en Rocha la cual cerró hace tiempo) y las cuotas del préstamo se pagan en Pronto o en supermercado el Dorado. El dinero de diferencia entre el efectivo solicitado y la compra, se retiraba en el cambio Iberia
El director de rentas, Pablo Ferreri, habló con dicha emisora y explicó en que está la situación.
“Con respecto a este caso quisiera hacer primero un comentario general para luego hablar del caso en particular, en general cuando se documentan ventas con facturas o boletas que provienen de sucursales de otra dirección o de otras empresas falseando la realidad estamos frente a una irregularidad, por lo tanto esa irregularidad debe ser sancionada” dijo el jerarca.
Con respecto al caso en particular sostuvo que se está investigando en conjunto con el MEF y que el mismo tiene “aristas llamativas”. Ferreri dijo que en los próximos días se conocerán las conclusiones de la investigación “y aquí se sancionará a quien tenga que sancionarse, no importa quienes intervengan, por supuesto que quienes estén en infracción deberán pagar las consecuencias”.
Sin duda las preguntas que todos se hacen es ¿porque se daban préstamos con una compra obligatoria y una factura de un comercio que no existe?, ¿porque los préstamos lo otorgaba una financiera reconocida pero se debían hacer efectivo en una casa cambiaria?, ¿porque las condiciones para otorgar el préstamo eran nulas (sólo debía presentarse una cédula de identidad en buen estado)?, en definitiva ¿cual era el negocio?. Estas son sólo algunas de las interrogantes que la DGI y el MEF intentan ahora contestar.
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