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viernes, 30 de agosto de 2013

HAY QUE REIRSE UN POCO ! EL PELUQUERO

Un señor estaba cortándose el pelo en la peluquería de Simón, días antes de hacer un viaje a Roma. Le mencionó el viaje al peluquero, quien le dijo:


¿A Roma… por qué alguien querría ir a Roma?... Siempre está lleno de italianos que apestan. Estás loco si vas a Roma… ¿Y en qué te vas a ir?

Voy con Alitalia, - respondió - Aprovechamos una buena oferta.

¿Con Alitalia? - exclamó el peluquero. - ¡Esa mierda de aerolínea!... Sus aviones son viejos, siempre llegan tarde y sus azafatas son feas y antipáticas ¿Y dónde te vas a quedar en Roma?

Vamos al Hotel Internacional Marriot

¿Esa mierda de hotel? Todo el mundo sabe que es el peor hotel de la ciudad... Las habitaciones son pequeñas, el servicio es malo y encima es caro!... ¿Y qué vas a hacer cuando estés por allí?

Voy a ir al Vaticano y espero ver al Papa

¡Esta sí que es buena!, - se rió burlonamente el peluquero - Tú y un millón de personas más tratando de verlo. ¡Lo vas va a ver del tamaño de una hormiga!... Pero de todas maneras, te deseo mucha suerte en tu viaje. La vas a necesitar.

Pasó un mes y el hombre volvió para cortarse el pelo.

El peluquero le preguntó sobre su viaje a Roma

Fue maravilloso - explico el tipo – No solamente llegamos a tiempo en uno de los aviones nuevos de Alitalia sino que, como había 'overbooking', nos pasaron a primera clase. La comida y el vino fueron deliciosos y tuvimos una azafata preciosa que nos atendió como dioses.

Y el hotel, fue fantástico... Acababan de hacer una remodelación de 25 millones de dólares y ahora es el mejor hotel de Europa. Allí también había 'overbooking', de manera que se disculparon alojándonos en una suite… ¡sin cargos extras! –

Bueno, exclamo sin mucho entusiasmo el peluquero… pero supongo que no pudiste ver al Papa Francisco

La verdad es que fuimos muy afortunados porque, mientras paseaba por el Vaticano, un guardia suizo me dio unos golpecitos en el hombro y me explicó que al Papa le gusta conocer personalmente a algunos visitantes. Me invitó cordialmente a seguirlo para llevarme a las habitaciones privadas del Santo Padre, donde en persona nos recibiría. Cinco minutos más tarde, el Papa entró por la puerta y estrechó mi mano... ¡Incluso me dirigió algunas palabras!

¿De verdad? - dijo el peluquero conmovido

¿Y qué te dijo?

Me dijo:

'Hijo mío.... ¿quien mierda te corta el pelo?'


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