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viernes, 19 de julio de 2013

GASTON SILVA: DANTE PRATO SE PORTO MUY MAL CONMIGO Y LUEGO VINO LA AGRESION A MI MADRE

El diario El Observador de Montevideo, publicó una muy interesante entrevista al futbolista del club Defensor, Gastón Silva, quien fuera el capitán de la selección sub 20 de fútbol en el campeonato mundial desarrollado recientemente en Turquía. En ella relata hechos que nos muestran cuan dura puede ser la vida del deportista y más aún cuando es un muchacho, pues debe enfrentar actitudes de los dirigentes clubistas (o en otros casos contratistas) que en el afán de lograr las importantes sumas de dinero que se generan en estas épocas por un pase, pueden hacer casi cualquier cosa.


La Aguada cobijó los primeros sueños de los Silva. Dos venían a pelearla en el fútbol. La hermana de Gastón tenía como meta el estudio y no fueron tiempos sencillos. Lejos de la familia, de la tranquilidad de su Salto natal, de los amigos. El desarraigo. Hubo momentos de quiebre, donde debieron respaldarse uno con otro. Gastón fue a Peñarol y no quedó.

Probó en Defensor e inició el camino que lo tiene hoy en pleno crecimiento. A los cuatro meses lo citaron a la selección sub 15. Fue al Mundial sub 17 y un pase frustrado a Benfica (Portugal) fue el inicio de un calvario. Se negó a firmar. Amenazas, custodias, su madre agredida y el temor de perderlo todo. No resultó sencilla la carrera del capitán de la sub 20. Por eso, luego de tanto sufrimiento, la vida le regala esta felicidad a Gastón Silva.

¿Cuándo vino a Montevideo?

Me inicié en Ferrocarril de Salto. A los 14 años viajé a Montevideo para probar en Peñarol donde estaba Púa, pero no quedé. Me dijo que era muy chico. Me fui a Defensor, donde estaba Juan Ahuntchain y el técnico era Román Silva. Me pidieron que me quedara. Como coincidió que mi hermana tenía que ir a estudiar a Montevideo y mi hermano mayor fue a Peñarol, hablamos con mis padres  y nos vinimos los tres.

¿Y cómo fueron esos primeros tiempos en la capital?

Alquilamos un apartamento y el primer barrio fue la Aguada. Nos manejamos entre los tres y esa convivencia fue espectacular. Hubo momentos en que uno se quebraba, pasaba mal o extrañaba, y en esos momentos estaban mis hermanos. Nos apoyamos uno a otro. Se madura rápido viviendo estas situaciones.

¿Cuándo se integró a la selección?

En 2009 llegué a Defensor y a los cuatro o cinco meses me citó Fabián Coito para la selección sub 15. Subí la escalera, pasando por la sub 17 hasta llegar a la sub 20.

¿En qué momento surgió el interés de Benfica?

La vidriera fue el Mundial sub 17. En ese entonces me subieron al primer equipo de Defensor donde jugué 10 minutos.

¿Por qué no se concretó?

Nos dijeron una cosa en Portugal, y cuando llegamos a Uruguay nos cambiaron los papeles y las palabras; por eso no firmamos. Opté por seguir mi proceso y cuando estuviera preparado para irme pegaría el salto.

¿Sentía que no estaba preparado para emigrar?

Con 17 años me parece que ir a un club tan grande no iba a resultar sencillo.

Cuando usted se negó a firmar surgieron problemas que involucraron a su familia.

Sí, cuando dije que no surgieron problemas que complicaron. En Defensor, el presidente que estaba (Dante Prato) había arreglado y yo entendía que no era lo mejor. Entonces me dijeron que no podía jugar en el club, pero yo tenía contrato. Pasé muy mal, no solo en Defensor, sino también en mi familia.

Su mamá vivió la peor situación, (NdeR: la agredieron y le recomendaron que no se metiera más en el pase de su hijo) ¿a usted lo amenazaron?

Lo que pasó con mi madre no fue lo mejor. Verla así fue duro. Además, a mí me quisieron apretar dos o tres veces. No fue grave, pero no salía tranquilo de casa.

¿Tuvo seguridad personal?

Sí. No es fácil vivir así. Hice las cosas bien y estar con un seguridad atrás no te permite caminar tranquilo.

¿Eso fue por negarse a una transferencia?

Obvio. Fue porque dijimos que no debido a que en los papeles no se reflejaba lo que habíamos hablado. Por esa razón, caminar derecho o decir que no fue complicado para mí y mi familia.

¿Usted tenía representante?

No, era mi madre la que manejaba todo. El Grupo Casal me dio la posibilidad de estar con ellos. Hoy estoy con Jorge Chijane. Yo no tuve problemas con el Grupo, fue con el presidente que estaba en Defensor (Dante Prato).

¿Pensó que se podía terminar su carrera?

No. Sabía que tenía que salir.

¿No se le pasó por la mente que se podían cerrar las puertas de la selección al no jugar?

Eso depende del entrenador, pero está claro que si no jugás en tu club se complica. Pero en la selección me brindaron confianza y apoyo.

¿Tabárez habló con usted en ese momento?

Se me acercó a hablar como mucha gente. Verzeri, algunos técnicos de Defensor. El apoyo y las palabras del Maestro fueron vitales para sostenerme.

¿Y qué siente hoy después de todo lo que vivió?

Que hicimos lo correcto. Camino tranquilo porque lo que hicimos estaba bien y lo demostramos con hechos. Esto que me tocó vivir con la sub 20 es único. Jugar para Defensor y la selección y hacer feliz a la gente despierta una sensación única.

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