El objeto, llamado 2010 WG9 y que, según los expertos, tiene una rotación inusualmente lenta, ha sido expulsado de su órbita y se dirige hacia nuestro sistema solar, lo que ha permitido tener una visión sin precedentes del cuerpo.
De la nube de Oort preceden la mayoría de los cometas, pero la observación de estos objetos es muy difícil al estar rodeados de nubes brillantes de polvo y gas. Sin embargo, el 2010 WG9 no está cubierto de polvo o gas y, además, conserva su superficie original intacta, ya que no se acercará lo suficiente a nuestro sistema solar y no se quemará.
Según David Rabinowitz, autor principal de las conclusiones sobre el cuerpo, 'esta es una ocasión única para observar un objeto inalterado que se formó en la misma época que el sistema solar'.
'Muy poco se sabe acerca de la nube de Oort: cuántos objetos hay en ella, cuáles son sus dimensiones y cómo se formó', explicó Rabinowitz. Por ello, observar con más detalle el 2010 WG9, podrá ayudar a 'entender el origen del sistema solar', agregó.
El 2010 WG9, que científicos de la Universidad de Yale han estado observando desde hace dos años, fue descubierto por el telescopio La Silla que el ESO tiene en Chile. La mayoría de las observaciones se hicieron con la cámara ANDICAM del observatorio de Cerro Tololo, también en Chile.
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