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miércoles, 24 de abril de 2013

CHILE: COMO LOGRARON LLEVAR SEGURIDAD A LAS CANCHAS DE FUTBOL


A principios de año 2012 Chile puso en marcha un plan para terminar con la violencia en el deporte al que llamó Estadio Seguro. El jefe del plan, Cristián Barra Zambra, habló con el Portal 180 de Uruguay, para explicar en qué consiste la idea. 'Uno tiende a pensar que lo más importante es la infraestructura o la seguridad. No. La herramienta más importante es la ley”, dijo.



La nueva norma castiga a hinchas, dirigentes y jugadores que no la respeten.

Cuando Uruguay fue a jugar ante Chile por las Eliminatorias el presidente de la AUF, Sebastián Bauzá, visitó el Palacio de La Moneda. Allí lo recibió Barra para dialogar sobre la seguridad en los estadios.

Es que en Chile se aplicó un plan que redujo la violencia en las canchas.

Se llama Estadio Seguro y se implementó hace un año y medio. Según dijo Barra a 180 el plan 'se sostiene en cuatro pilares: la ley contra la violencia en los estadios, la infraestructura y el control, la gestión y la concientización'.

El plan involucra a hinchas pero también a dirigentes y a jugadores. Los directivos que colaboren con los barras pueden quedar inhabilitados para trabajar en el fútbol de por vida y los jugadores que generen hechos de violencia dentro de la cancha son punibles de sanciones.

En momentos en el que todos se rasgan las vestiduras al hablar de violencia

180 dialogó con Barra para saber cómo es el plan que Bauzá quiere aplicar en el fútbol uruguayo.

¿Cómo surge Estadio Seguro?

A pesar de que había un crecimiento del consumidor del fútbol en TV no iba al estadio. Y eso era por la violencia. La situación nos llevó a estudiar cómo se había trabajado en el mundo para buscar las razones y las soluciones con el objetivo de erradicar la violencia en los estadios y que vuelva la familia y el verdadero hincha.

¿En qué se hizo hincapié?

Trabajamos en el marco de cuatro pilares. El primero fue el Legislativo. Teníamos una ley obsoleta que en la práctica no castigaba a los que hacían desmanes en el estadio por lo que esa persona tenía absoluta impunidad para generar desórdenes y volver al siguiente fin de semana. Generamos un nuevo proyecto de ley contra la violencia en los estadios que llevamos al Congreso que, en tiempo récord y por mayoría absoluta, lo aprobó.

¿En qué se basa la ley?

La nueva ley no busca meter más gente presa sino que la intención es que el inadaptado no pueda estar en la cancha. Para eso se incorporó un nuevo catálogo de faltas y de delitos. Por poner un ejemplo: el hecho más común que ocurre en el estadio es la agresión, la violencia y la riña. Eso que era considerado una falta, por lo que el responsable no recibía un castigo
sino una multa, pasó a ser falta punible, por lo que tiene castigo. Esto es así en el caso del estadio y de los 1.000 metros perimetrales alrededor.

Lo otro que consiguió la ley es prohibir el ingreso a los estadios a los que generaban violencia y desórdenes y que, por la ley obsoleta que le comentaba, antes no tenían castigo.

Es decir que el que comete un incidente en el estadio o sus inmediaciones no puede volver al estadio por un tiempo pero no queda detenido.

Exacto. Incorporamos el concepto del catálogo de faltas porque cuando consultamos a los expertos y a los que más conocen del tema nos dijeron siempre que la principal herramienta de trabajo es la ley. Uno tiende a pensar que es la infraestructura, la seguridad. No. Es la ley en primer lugar y como primera herramienta.

¿Por cuánto tiempo no puede entrar un hincha que genera incidentes?

La primera sanción va de seis meses a un año, dependiendo de la falta, de prohibición a entrar a los estadios de todo el país. Y la reincidencia sube la sanción a dos años. Nos ha pasado que gente que no puede entrar intenta hacerlo y al ser descubiertos se le aumentó el castigo inmediatamente.

Usted habló de cuatro pilares.

El segundo fue la infraestructura y el control. Los estadios en Chile, y probablemente en Uruguay, no tenían la infraestructura mínima como baños en condiciones para las mujeres, condiciones para poder sentarse ni controles de acceso. Establecimos en la ley que los clubes deben hacer una nivelación de la infraestructura y le dimos un plazo prudencial para que puedan hacerlo. Con esa infraestructura podemos aspirar a tener un control, que también quedó establecido por ley, de la gente que ingresa. Todos deben tener su carné de identidad, el cual es registrado y se contrasta con la base de datos de las personas que tienen prohibición de entrar al estadio.

En Uruguay no hay, como sí hay en Chile, un código de barras en la cédula. ¿Cuál es la alternativa?

Acá la cédula cuenta con un código y eso es lo que se usa para entrar al estadio. Permite la identificación del propietario, incluyendo su huella digital. Pero la tarjeta del hincha o cualquier otro elemento que permita tener la identificación real es válida. Porque lo que interesa es que no puedan entrar al estadio los que estén castigados.

¿No se demora demasiado el ingreso del público?

No. No supera los cinco segundos la validación del ingreso. Por tanto entre 90 y 120 minutos se llena un estadio para 50.000 personas.

Los barras llegan en Uruguay todos juntos y casi siempre sobre la hora del partido o incluso con el partido empezado. ¿Eso pasaba en Chile?

Efectivamente los ultras esperan a último momento. Primero porque tienen puntos de reunión, segundo porque como dentro el estadio no pueden consumir alcohol lo hacen afuera y por tanto entran a última hora con el objetivo de colapsar el sistema de control. Lo que hicimos fue poner énfasis en el control policial y de los vallados en los sistemas de accesos.

Se llegó a situaciones en el que los últimos hinchas entraban a los 30 minutos del primer tiempo. Cuando eso ocurre créame que a los pocos partidos los hinchas entran temprano.

Los clubes dueños y responsables

¿De quién es la responsabilidad de la seguridad en los espectáculos?

Acá vuelve a ser importante la ley. No olvidemos que esta es una actividad privada y rentable. Cuando se vende un jugador en millones de dólares se los queda el club no las arcas fiscales para mejorar la seguridad. Lo que hicimos fue definir que la seguridad interior de los estadios es de los clubes, que son los dueños de la actividad. Cuando hay un recital musical donde va la misma cantidad de gente o más, se hacen responsables de la seguridad las productoras. Y no veíamos un solo motivo por el que en el fútbol no sucediera lo mismo.

O sea que en Chile la responsabilidad dentro del estadio es de los clubes.

Exacto. Esto no significa que Carabineros (la Policía chilena) abandone el resguardo del evento dentro del estadio. Si ocurre un hecho dentro del estadio que supera a los guardias privados siempre debe existir la protección de la policía. La Policía no desaparece del evento, de hecho los guardias privados reportan al jefe de servicio que es un policía, pero les asigna responsabilidad a los clubes para que sean ellos los que se encarguen de la seguridad y contraten los profesionales para que se puedan usar menos policías. Porque el rol de la Policía es controlar la seguridad de la ciudadanía y no de los clubes de fútbol.

Y fuera del estadio, en esos 1.000 metros alrededor, es la Policía la que controla la seguridad.

Como la Constitución lo dice esa zona es de Carabineros de Chile por una cuestión de orden público. Además, un hecho clave es el rol del Estado y del gobierno. Es muy difícil que un dirigente de un club quiera dejar de contratar un buen centrodelantero para invertir en seguridad por lo que la iniciativa debe venir del Estado para obligar que los clubes asuman su responsabilidad. Y hay que trabajar en conjunto porque no basta con imponer normas si los clubes no participan y tampoco basta que el fútbol avance en esto si no tiene un respaldo explícito, decidido y claro del Estado en el control de seguridad y del orden público. Se debe trabajar en conjunto para sacar una actividad. Acá también ocurría que los conductores de los ómnibus no querían asistir a los estadios por los daños que se le generaban a los vehículos. Entonces pusimos policías en los ómnibus para tratar de que no haya daños.

Dirigentes y jugadores pasibles de sanción

¿Los dirigentes pueden ser sancionados por esta ley?

La ley les asigna a los dirigentes de clubes responsabilidad respecto de cualquier hecho que pudiera incluir dentro y fuera del estadio. Pero se le asigna solo en el caso de que los dirigentes hayan incumplido alguna de las leyes de seguridad que la ley les obliga a cumplir. Si un club ha cumplido con todas las condiciones, así haya ocurrido un hecho de violencia dentro o fuera del estadio, queda exentos.

¿Qué responsabilidades tienen?

A esta situación se llega en parte fundamental por el apoyo que tuvieron estas hinchadas de parte de los dirigentes que les financiaban todo. Lo que generaba era un verdadero botín que incluso provocaba disputas entre las mismas hinchadas. Eran los dirigentes los que con prebendas generaron verdaderos monstruos. Ese hecho se denunció públicamente y en la ley se
estableció que cualquier dirigente que financiara a hinchas o hinchadas será el responsable de los hechos que ocurran con este grupo de personas.

¿Y la sanción cuál es?

La sanción puede llegar incluso a que no puedan actuar más como dirigentes si se comprueba que aportó a un grupo organizado de hinchas sin haberlo declarado y haberlo justificado.

¿Si un jugador genera incidentes también puede ser castigado?

Hay situaciones por las que algunos jugadores de Uruguay hubiesen sido castigados en Chile porque la ley de violencia en los estadios castiga a los jugadores que no saben comportarse dentro de la cancha. Porque si los jugadores no son capaces de dar el ejemplo que le podemos pedir a los hinchas. Y han sido castigados con trabajos comunitarios cuando cometieron hechos de esa magnitud.

¿Cuál es el tercer pilar?

Gestión. Cómo opera, cómo se venden las entradas, cómo se organizan los partidos. La diferencia de tener la posibilidad de vender entradas por internet es gigantesca porque permite que se conozcan los datos del que la compra. En esa planificación deben estar Policía y los clubes. Que no se vendan entradas el día del partido es lo ideal porque es difícil controlar a las personas que están tratando de adquirir un boleto y a la vez controlar la seguridad de las personas. Obliga a redoblar los esfuerzos.

Las entradas se venden hasta el día anterior.

¿Y el cuarto?

El cuarto es el de concientización. Campañas institucionales para que la gente entienda que esta no es una pelea contra el verdadero hincha sino contra el delincuente, contra el que genera desmanes, contra el que prende bengalas en un estadio y pone en riesgo la vida de todos los que están ahí.

Las restricciones y los resultados

¿Cómo trabajan ustedes?

Creamos el Comité Nacional de Seguridad en los Estadios. Participa el gobierno, a través del Ministerio del Interior, Carabineros de Chile, a través de un general nombrado para eso, y un representante de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, que reúna a todos los clubes. Ahí se planifica cada uno de los partidos.

¿Con qué elementos no está permitido entrar a los estadios?

En Chile no se puede entrar con lienzos ni bombos ni petardos. Sí se puede entrar banderas de tamaño permitido que es 1.20 por un metro. Es fácil decir que los lienzos no generan violencia pero ante el caso de evacuación entorpecen todo. Además son símbolos de quienes ostentan el poder en cada hinchada por lo tanto quitarlos es un factor importante para poder
desarticularlos. Que no tengan el poder de contar con cosas que el resto de los hinchas no lo tienen.

Hace un año y medio comenzó a funcionar Estadio Seguro. ¿Están conformes?

Se han conseguido objetivos notables. Se sacó la ley adelante, se está mejorando en infraestructura, a nivel de gestión hay reuniones semanales para reportar el último partido y programar el próximo con las personas que quedaron prohibidas. Según una encuesta de seguridad ciudadana el espacio público que mayor disminuyó el temor de la gente de poder asistir es el estadio de fútbol. Y ahora entramos en una fase de concientización importante para darle privilegio a la familia.

¿Han disminuido los casos de violencia en los estadios y los alrededores?

Ni que hablar. Han disminuido los casos de violencia y también la gravedad de los hechos. Además al haber control de identidad muchas veces evitan ir aquellos que van a provocar incidentes. Ahora vamos a incorporar en la base de datos a todas las personas que tengan causas pendientes con la justicia de manera de poder contribuir con la sociedad.

¿Cuál es la inversión que deben hacer los clubes?

Dos millones de dólares costó al Ministerio del Interior un sistema de control móvil para los partidos de mayor convocatoria que tiene una vida útil de 18 meses. Cuando se cumpla ese plazo, en el 2014, los clubes tendrán que dotar de este sistema a sus estadios. Para un estadio de 40.000 personas el costo es de aproximadamente un millón de dólares. El otro
elemento es el de vigilancia dentro del estadio porque aconsejan que ante las faltas que sucedan allí no se intervenga de inmediato para evitar incidentes más graves. De manera que es muy importante que esas personas queden identificadas para el castigo posterior al hecho. Por tanto se precisan tres o cuatro cámaras de vigilancia remotas inalámbricas pero no es una inversión relevante.

¿Cómo fue la reunión con Bauzá?

Me llevé la mejor impresión del mundo. Lo vi muy interesado y me pareció muy bueno que sea un dirigente del fútbol el que quiera liderar este proceso. La iniciativa nace del presidente de la AUF y espero que las autoridades lo acompañen más allá de color político porque esto no tiene color político. Esto es algo importante para toda la región. Bauzá tiene ganas, deseo, fuerza e interés. Y él quiere actuar para prevenir tragedias.

¿Es aplicable?

Estadio Seguro es aplicable en todos los países. Perfectamente. Estuve en el Estadio Centenario y es aplicable. Cada uno en su realidad. Estadio Seguro no es igual en los principales estadios de capital que de provincias porque son realidades distintas, hinchas distintos. Por eso es importante la aplicación local de las medidas y aprovechando una generación de deportistas que le permitió estar en un lugar de privilegio, aprovechando el liderazgo de esos deportistas para las nuevas generaciones, es posible implementar Estadio Seguro en Uruguay.

Dicha instancia fue presentada en el diario oficial el 8 de mayo y fue incluida en la Ley de Violencia en los Estadios. La polémica norma exige un estricto control al ingresar a los recintos deportivos. Prohíbe ingresar armas de fuego, elementos punzantes, bidones y todo tipo de fuegos de artificio, aunque no hace referencia a eventuales prohibiciones de hacer ingreso de bombos y lienzos u otros elementos.

La presentación oficial fue en el marco del Primer Encuentro de Seguridad en los Estadios, que moderó la intendenta metropolitana, Cecilia Pérez. También estuvieron presentes el presidente de la ANFP, Sergio Jadue, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y Pierre Lanfranchi, experto de la FIFA sobre seguridad en los recintos deportivos, que expuso ante las autoridades, públicas y privadas, encargadas de terminar con la violencia en los estadios de Chile.

El experto aseguró que 'el estadio debe ser un lugar accesible toda la semana. Que la gente vaya con amigos, que exista un bar, un restaurant, un museo, abierto siete días a la semana. El estadio debe ser utilizable toda la semana'. Recalcó que las barras bravas son un pésimo negocio para el fútbol.

La intendenta dijo que 'esperamos que se den señales más allá. No basta con la ley, que ésta sea el piso y no el techo para los clubes en la lucha y la batalla contra la delincuencia, que es tarea de todos'.

Por su parte, Sergio Jadue puso énfasis en no estar en contra los hinchas, sino "de los violentistas. No estamos en contra de los cánticos, estamos en contra de las agresiones verbales de grueso calibre. No estamos en contra de los bombos y carteles, estamos en contra del contenido de ellos. No estamos en contra de la sana rivalidad, estamos en contra del atropello de los derechos de los otros", sentenció.

No tienen la misma percepción los que se perciben como los principales afectados: las barras de los distintos equipos. Tal es su disconformidad que se agruparon en un nuevo movimiento social llamado "Hinchadas chilenas unidas". No importa del club deportivo del que se sea hincha, lo importante es que si se es amante o le gusta el fútbol y no está de acuerdo con el Plan Estadio Seguro, puede unirse a ellos. Se sienten pasados a llevar en sus derechos.

Entre los clubes adherentes a este referente figuran Huachipato, Rangers, Everton, Cobreloa, Audax, Universidad Católica, Unión Española, Magallanes, Cobresal, La Serena y otros.

El plan Estadio Seguro cuenta con el apoyo irrestricto del ministro de Interior, Rodrigo Hinzpeter, (RN) puesto que uno de los creadores del proyecto es su protegido y uno de los principales operadores políticos del gobierno, Cristián Barra, (RN) quien no accedió a dar una entrevista a Cambio21, luego de ser solicitada con anticipación y de enviarle las preguntas correspondientes. Tampoco la intendenta regional, Cecilia Pérez, (RN) quiso hablar del Plan pues, según se explicó, 'el vocero oficial es Barra'.

Sin embargo, la intendenta públicamente se ha hecho cargo del Plan Estadio Seguro y se ha convertido en la vocera al término de los partidos, entregando a los medios de comunicación las cifras sobre detenciones y los problemas que se hayan presentado, función que habitualmente ejercía Carabineros.

Episodios polémicos

Los hinchas y futboleros que concurren a los estadios se han visto perjudicados por la aplicación del Plan Estadio Seguro. No suficiente con revisarlos, se les incautan hasta los elementos más inverosímiles, como jugos, sándwiches, paraguas (a pesar de estar lloviendo) y cualquier cosa que, para los carabineros, según las instrucciones que tienen, constituya un peligro. Sólo falta que se les entregue a cada uno una mordaza para que no griten improperios contra el árbitro u otros, porque esto también es parte de Estadio Seguro.

Y ni los jugadores se salvan. En la previa del duelo en que Deportes Concepción recibió a Santiago Morning en la capital de la Región del Biobío, Carabineros interceptó el bus que llevaba al plantel lila a este compromiso para registrar el vehículo. Luego de esto, dos efectivos policiales ingresaron a la cabina del bus para revisar minuciosamente a cada jugador y sus respectivos bolsos de mano. Paralelamente, otros tres funcionarios se encargaron de revisar los maleteros del bus. Como es de suponer, esto generó una gran molestia.

De acuerdo a lo que se informó, Carabineros realizó este control al plantel de Deportes Concepción amparado en el plan Estadio Seguro, pero posteriormente se dijo que no tenía nada que ver y que había sido una decisión unilateral del oficial a cargo del partido.

Por esta misma circunstancia es que el general Alejandro Olivares, encargado de la seguridad en los estadios, deberá concurrir también, junto con Cristián Barra, a la comisión de Deportes de la Cámara para informar acerca de su participación en estos hechos y cómo ha funcionado la coordinación con los "dueños" del Plan Estadio Seguro.

El uniformado ha reconocido al ser consultado sobre la exhaustiva revisión que se le realiza a algunos barristas, que genera una incomodidad que puede devenir en violencia que, 'exactamente, genera violencia. Para nosotros no es agradable hacerlo tampoco. Pero hemos llegado a ese nivel de revisión por presiones de la sociedad, porque cuando revienta un cuete o hay hechos de violencia, ¿a quién critican? Carabineros no revisó como era adecuado, dicen. Y ahora que estamos siendo más estrictos, también queremos que nos entiendan'.

Añade que 'críticas vamos a seguir teniendo, no es fácil dejarlos contentos a todos, a nadie le gusta que les afecten sus derechos. Me imagino que a la gente que no va a agredir le molesta que la registren, pero si no, ¿cómo? ¿Tengo que poner cinco mil carabineros? Aquí hay que buscar cambiar conductas. Si no tuviéramos lanzamientos de piedras o bombazos, nosotros no revisaríamos'.

Una nueva restricción se sumó a las sugerencias del Plan Estadio Seguro: por razones de seguridad la dirigencia de Universidad de Chile y Colo Colo, decidió no realizar el famoso y tradicional banderazo que se hacía en la previa del clásico entre ambos equipos.

Esta costumbre ya era una tradición en la víspera del encuentro más esperado de ambas hinchadas y en los últimos años congregaba a gran cantidad de fanáticos para entregarle ánimo a sus ídolos de cara al partido.

Una de las razones principales de esta decisión tiene su origen en que el jefe del Plan Estadio Seguro, Cristian Barra, les explicó a los dirigentes de Azul Azul y Blanco y Negro que debían realizar la tradicional ceremonia sin carabineros, ya que 'la policía no está para desviar su atención en estas manifestaciones que incitan a la violencia'. Tras esto, ninguna de las dos instituciones quiso correr el riesgo y aceptaron la medida.

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