Guillermo Chifflet fue electo diputado titular en 1989, siendo reelecto en 1994, 1999 y 2004 por el Partido Socialista, dejó su banca por voluntad propia, luego de negarse a votar contra sus principios. Hoy tiene 82 años, está jubilado y escribe artículos para organizaciones sociales.
Es médico y está casado con la conocida actriz Julia Amoretti.
Tenía 18 años cuando recibió su primera medalla de edil. "Tomá, pibe. Es para tu viejo", le dijeron quienes no creían que hubiera llegado al cargo.
Duda sobre la conveniencia de tener a Tabaré Vázquez como futuro candidato del Frente Amplio y reconoció a Ultimas Noticias que no le despierta "la convicción" que siente por el presidente José Mujica. "La gente lo quiere mucho. No sé si es mi caso", afirmó.
-¿Cómo ve al Frente Amplio (FA) ?
-Primero que nada, me gustaría que cumpliera con el pensamiento artiguista de que los más infelices sean los más privilegiados. Hay intereses que se oponen.
Es necesario un debate muy a fondo para generar una corriente de opinión que exija un pensamiento artiguista, la transformación profunda que todos queremos.
En toda sociedad hay intereses opuestos a las transformaciones, fundamentalmente económicos, intereses de clases, puntos de vista opuestos.
Se ha tratado de hacer bastante pero no siempre estamos satisfechos con la realidad.
-¿Deberían exigirse mayores aportes a quienes más tienen?
-Todos deseamos que pague más, quien más tiene. Incluso los sectores de privilegio lo aceptan, pero a veces lo que se dispone para los intereses colectivos no es suficiente y el impacto lo sienten los sectores más humildes.
La posición de un socialista es bastante más profunda que la de otros sectores del FA y lo que se realiza en lo económico siempre es el resultado del intercambio entre varias fuerzas que no piensan lo mismo.
-¿El gobierno hace todo lo que puede o podría hacer más?
-En este gobierno hay continuidad, un deseo de profundizar lo que se obtiene, pero hay algo que no satisface a todos y en definitiva el resultado no es lo que todos queremos. Habrá que debatir más para crear una corriente de acción y pensamiento común que permita la evolución.
-¿Qué le pasó al FA para que no obtuviera los resultados que esperaban?
-Tengo la impresión que no debatimos lo suficiente para que las decisiones sean el reflejo de la opinión de los sectores. Cuando se llega al gobierno siempre hay un cierto margen de incumplimiento de las ilusiones y las esperanzas, pero yo espero que podamos hacer una revolución, una transformación profunda.
-¿Hoy no hay revolución?
-Creo que no. Faltan cosas, pero en alguna gente, como el presidente José Mujica, se ve una posición muy favorable a estos puntos de vista. Lo que pasa es que todos los sectores juegan y el camino es el resultante de la pugna de estas fuerzas.
Todos debemos entender la necesidad de predicar más la profundización, aclarar esos puntos en la gente, que va a apoyar ese camino que todos deseamos.
-¿Qué debe cambiar?
-Subrayar la participación para que sea real, que haya instancias de debate para los militantes, los jóvenes y los referentes morales, los que tenemos nuestros años y podemos plantear sugerencias que sean útiles para todos.
Cuando el FA se formó, los Comités surgían como hongos pero en alguna medida eso se ha perdido, porque la gente vio que la participación no era como se esperaba.
Las bases siempre estuvieron un poco partidizadas por sectores más progresistas o radicales que otros. Eso hay que trabajarlo para que la gente pueda participar.
-¿Son necesarios los cambios de estructura y autoridades del FA?
-No me preocupa demasiado. Creo que la clave está en predicar y tomar decisiones participativas y con mayorías claras.
-¿Cómo ve la posibilidad que abrió Tabaré Vázquez de volver a ser candidato?
-Creo que la gente lo quiere mucho. No sé si es mi caso. Yo lo respeto pero no sé si lo votaría. Tengo algunos puntos de vista diferentes. Yo pongo las manos en el fuego por Mujica. Por él también, pero no con la convicción con que lo haría por el presidente.
-Si vuelve a ser candidato, ¿no lo va a votar?
-Lo haría si es lo que el FA decide. No me opondría pero me gustaría que el FA impulsara a nuevas figuras.
A veces uno desea otra cosa, pero como hay figuras consagradas, las acompaña. Yo creo que hay que facilitar el avance de gente, como puede ser Daniel Martínez o tanta gente valiosa y joven. Hay que abrir el camino.
-¿Por qué pondría “las manos en el fuego” por Mujica con “más convicción” que por Vázquez?
-Hace más de 50 años, Raúl Sendic me dijo: “Nosotros tenemos a un hombre que está entre las chalas, en el medio del campo y que sabe más de política que todos nosotros. Se llama Mujica Cordano”.
Fue la primera vez que lo sentí nombrar, además de las veces que apareció en las crónicas con algunas balas en el cuerpo.
La candidatura de Vázquez fue un proceso interno del Partido Socialista.
Recuerdo incluso cuando lo propusieron figuras como José Pedro Cardoso, gente que me merece la mayor confianza, pero el proceso no fue el mismo. No estuvo tan jugado en las luchas sociales en la etapa previa a su elección. Fue un proceso de partido.
“Cada sociedad tiene a los menores que merece”
El ex diputado Guillermo Chifflet no está de acuerdo con bajar la edad de imputabilidad ni con mantener los antecedentes a los adolescentes que delinquen, dado que entiende que “cada sociedad tiene a los menores que se merece. Ella los crea”.
En ese sentido, llamó a “asumir la responsabilidad de generar un mundo más justo, que los trate mejor” y recordó que las medidas represivas propuestas desde los partidos tradicionales “van contra los derechos humanos de los jóvenes”.
El dirigente socialista dijo a Ultimas Noticias que “el trabajo debe ser social” y recordó un dibujo de Quino con la imagen de un niño que salía enjaulado de la guardería.
Por otra parte, se refirió a la necesidad que enfrenta el Frente Amplio (FA) de “predicar” para convencer de sus ideas, entre ellas, la necesidad de eliminar la ley de Caducidad.
“Zelmar Michelini dijo alguna vez: ‘Mi vocación es la de predicador’. Hay necesidad de constituir una corriente de opinión pública y el Parlamento puede hacerlo”.
Advirtió que en ese marco, el reclamo de los militares retirados constituye “una rémora, al igual que el propio Ejército”.
Su aspiración es que se llegue a “su total desaparición. Este es un ideal universal de los sectores progresistas pero también es parte de algo que se debe sembrar para que germine. Somos responsables de predicar para generar una corriente de opinión que lleve a la desaparición de las Fuerzas Armadas”.
“Quiero estar de acuerdo en respetar la voluntad de la mayoría, pero quiero estar también tranquilo con mi conciencia”.
Con esas palabras, Chifflet renunció a su banca el 1º de diciembre de 2005 para no votar el envío de tropas a Haití, que estimaba intervencionista.
El ex legislador dijo que lo hizo “para cumplir con el FA. Yo no tengo porqué estar en contra de las resoluciones que toma la mayoría pero si no cumplen con lo que se quiere, no hay que aferrarse al cargo”.
María J. Frías
Fuente:U. Noticias
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