Los gremios de trabajadores y los empresarios del sector se están movilizando rápido para evitar un problema cuando comiencen las grandes obras programadas para el año como es la construcción de la planta de celulosa en Conchillas, Colonia y otras importantes construcciones en Montevideo.
Para esto prevén capacitar a lo largo del año unos 4.000 trabajadores de los cuales más de 1.000 personas serán nuevas en la industria.
Los fondos serán del fondo de capacitación de la Industria (Focap) y el Instituto Nacional de Empelo y Formación Profesional (Inefop). Además, contarán con el apoyo de la UTU.
Para este plan, la Cámara de la Construcción del Uruguay (CCU) en conjunto con el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Afines (Sunca) realizarán una selección de obreros jubilados de la construcción para que dicten los cursos a los futuros nuevos trabajadores.
A su vez, la decisión de las gremiales es que parte de los cursos sean dictados en los asentamientos del país donde vive una población con grandes problemas para la inserción en el mercado de trabajo.
El presidente de la Cámara de la Construcción, Ignacio Otegui, explico en una entrevista con Ultimas Noticias que el objetivo es detectar lugares con "bolsones" de eventuales trabajadores para el sector.
Los cursos que se dictarán en los asentamientos buscan generar un espacio para personas de bajos recursos económicos que están desempleadas y su inserción en el mercado laboral es difícil.
"Hay un número importante de personas que en la construcción van a dar un empuje muy importante", señaló Otegui.
A su vez, este programa de capacitación será vinculado al proyecto de vivienda del Poder Ejecutivo "Plan Juntos" que esta dirigido a atender a las problemáticas habitacionales de los sectores más bajos.
La intención es que las prácticas y primeras armas de los nuevos trabajadores que sean capacitados por los jubilados de la construcción sean horas dedicadas al Plan Juntos.
Otegui dijo que el lanzamiento de programa está previsto para fines de este mes.
Los cupos serán alrededor de 1.000. Además otros 2.200 trabajadores que ya están en la industria serán capacitados mediante el Inefop y otros 1.200 aproximados a través de un convenio entre el Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial (Senai) de Brasil y las gremiales uruguayas.
Los cursos de capacitación se realizarán en Colonia, Montevideo y posiblemente Canelones y Maldonado.
"Poner a funcionar todo este sistema es complicado porque estamos incursionando en terrenos donde antes no nos metíamos.
Que los empresarios y trabajadores nos metamos juntos a armar estos programas y empujarlos no es una cosa habitual en el Uruguay. Es una cosa relativamente nueva y nos está dando trabajo.
No vamos a ceder porque va en pro del desarrollo del sector", explicó el presidente de la Cámara de la Construcción.
Los datos de obreros en la construcción actuales y las proyecciones de los empresarios y trabajadores de la industria colocan a los números en niveles récords par el país.
Por esto es que la necesidad de incrementar el número de obreros capacitados para las obras es de "urgencia" para ambas gremiales del sector.
Los soldados y los presos fueron algunos de los "bolsones" que han detectado y para ello, tanto al Cámara de la Construcción como el Sunca mantuvieron contactos con las autoridades para plantearles la posibilidad de insertarlos en la actividad.
A su vez, la espera de llegada de uruguayos radicados en el exterior es otro de los elementos que esperan como solución ante la demanda.
Sin embargo, esto no será suficiente y el secretario general del Sunca Maldonado, Pedro Arismendi, dijo a Ultimas Noticias que en los últimos meses se ha registrado la llegada de obreros desde Bolivia y Paraguay.
"Hay un número de alrededor 130 obreros extranjeros, número que tiende a extenderse. Sin duda va a crecer después de Semana de Turismo cunado arranquen las grandes obras y falte gente para emplear", explicó Arismendi.
Comentó que también se está dando una "disputa" de parte de las grandes empresas constructoras por los trabajadores ofreciéndoles incentivos salariales que alcanzan hasta los $ 4.000; un 15% de su sueldo. "Algunos se han cambiado hasta tres veces de obra", dijo el trabajador.
Los obreros jubilados de la construcción que sean seleccionados para dictar las clases a los nuevos trabajadores que se inserten en la industria cobrarán un salario que les permitirá duplicar su ingreso, al sumarlo con su actual jubilación.
En promedio un trabajador retirado de la construcción cobra entre 6.000 y 7.000 pesos y esta cifra es la que estiman cobrarán por dictar los cursos. La cifra variará de acuerdo a las horas que los profesores decidan tomar.
Según explicó a este medio el presidente de la Cámara de la Construcción, Ignacio Otegui, los jubilados del sector "son las personas más capaces y que más fácilmente le pueden llegar a la gente que está en el desempleo más duro ya que tienen un diálogo de igual a igual y con ciertas asperezas si lo es necesario", dijo el empresario.
Luego agregó que ellos "han vivido mucho tiempo dentro de las obras, pasaron su conocimiento a sus próximas generaciones y el trabajo en las obras tiene sus códigos particulares y son ellos los más indicados para ese trato".
El hecho de dictar clases en los asentamientos buscará también aprovechar la oportunidad para transmitir valores de compañerismo y hábitos de trabajo que según los encargados de armar el programa son igual de fundamentales que los conocimientos en construcción.
Desde la cifra en marzo del año pasado que mostraba unos 45.581 trabajadores en obra, se pasó al pico más alto en noviembre del 2010 a 57.169 trabajadores empleados.
Es habitual durante el mes de diciembre que la cantidad de trabajadores empleados descienda por temas coyunturales y por ello la cifra de desempleo se incrementa.
Sin embargo a partir de marzo el número vuelve a repuntar si la "salud" de la actividad está en crecimiento como sucede en la actualidad.
Por eso, los actores del sector estiman que al cierre del corriente año 2011 se llegará a los 62.000 trabajadores en obra.
Esto ocurre porque en la industria persiste un escenario de crecimiento y se prevé que se mantenga el ritmo, tanto en el sector industrial como edilicio.
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