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miércoles, 8 de diciembre de 2010

CHINA: UNA POTENCIA CON AIRE IMPERIAL Y CRITERIOS ABSOLUTISTAS

El comité del Premio Nobel de la Paz ha asegurado que China y otros 18 países han declinado asistir a la ceremonia de entrega del galardón, concedido al disidente chino encarcelado Liu Xiaobo, de 54 años, que tendrá lugar el viernes próximo en Oslo. Otras 46 participarán.


Los países que han rechazado participar "por diferentes razones" son en su mayoría gobiernos absolutistas: China, Arabia Saudita, Cuba, Marruecos, Egipto, Túnez, Sudán, Irán, Vietnam, Serbia, Filipinas, Irak, Pakistán, Afganistán, Kazajistán, Rusia, Venezuela, Colombia y Ucrania.

Los organizadores afirman que el Gobierno chino ha llevado a cabo una campaña sin precedentes para mantener alejados a los representantes diplomáticos de la gala en honor de Liu, quien se encuentra cumpliendo una pena de prisión de 11 años por haber liderado la redacción de la Carta 08, un manifiesto que pide profundas reformas democráticas.

Pekín ha enviado cartas a ministerios de Exteriores y embajadas para que no acudan y ha amenazado con "consecuencias" para aquellos que apoyen al disidente.

El comité de Oslo afirma que 44 embajadas han confirmado que participarán en la ceremonia y dos -Argelia y Sri Lanka- no han contestado.

El organismo, que sólo cursa invitación a los países con representación en Noruega, señala en su comunicado que en 2008, cuando Martti Ahtisaari, antiguo presidente finlandés y enviado especial de Naciones Unidas, recibió el Nobel de la Paz, 10 países no asistieron. No dice nada sobre el premio de 2009 al presidente usamericano, Dr. Barack Obama.

Pekín ha reaccionado con ira a la concesión del galardón a Liu Xiaobo, a quien califica de "criminal" y "separatista" y ha tachado la elección de "obscenidad contra el premio de la Paz", "violación de la soberanía judicial china" y "muestra arrogante de ideología occidental".

En cuanto fue anunciado, el pasado 8 de octubre, las autoridades pusieron a la esposa del escritor, Liu Xia, en arresto domiciliario. Desde entonces, han sometido también a estrecha vigilancia a los familiares y abogados del laureado y a muchos disidentes.

Las autoridades han desplegado un amplio dispositivo para evitar que alguien cercano al disidente preso pueda acudir a Oslo a recoger el premio en su nombre o a participar en el acto. En las últimas semanas, la policía ha impedido a parientes, abogados y algunos activistas viajar al extranjero.

Mo Shaoping, cuyo bufete representa a Liu Xiaobo, dijo el mes pasado que la policía le imposibilitó en el aeropuerto de Pekín tomar el avión en el que tenía previsto viajar a Londres para participar en una conferencia de abogados.

Ai Weiwei, uno de los artistas chinos más prominentes, aseguró el viernes pasado que la policía no le dejó el día anterior viajar a Corea del Sur, donde iba a asistir a la bienal de arte de Gwangju.

Dos agentes de fronteras le impidieron subir al avión 30 minutos antes del despegue, a pesar de que había pasado el control de pasaportes.

Ai afirmó que le mostraron una nota escrita a mano del Departamento de Seguridad Pública de Pekín, pero se negaron a entregársela. Según contó, el papel decía que su salida al extranjero podía "poner en peligro la seguridad del Estado".

El artista, que tiene actualmente una exhibición en la Sala de Turbinas de la galería Tate Modern de Londres, cree que la decisión está relacionada con la ceremonia del Nobel, a la que, según dijo, no tenía previsto ir.

Mao Yushi, un importante economista que firmó la Carta 08, fue bloqueado cuando iba a viajar a Singapur bajo el mismo argumento.

Zhang Heci, un australiano de origen chino, amigo de Liu, asegura que la policía le detuvo 24 horas en el aeropuerto de Shanghai y le obligó a regresar a Australia, para intentar impedir que asistiera a la gala del Nobel. Zhang se dirigía a Noruega, vía China.

Las restricciones a los disidentes y las afirmaciones oficiales en contra de Liu Xiaobo parecen tener un doble objetivo: minimizar el alcance internacional de las potenciales declaraciones de los simpatizantes del galardonado que acudan a Oslo y reducir su repercusión sobre la población china.

El gobierno ha subido hoy el tono de las críticas al galardón. Jiang Yu, portavoz de Exteriores, ha dicho que quienes apoyan a Liu son unos "payasos", que se oponen al desarrollo de China e intentan interferir en los sistemas político y legal del país.

"Me gustaría decirles a los (miembros) del comité del Nobel que están orquestando un alboroto anti chino. No cambiaremos por la interferencia de unos pocos payasos".

La designación de Liu Xiaobo, un incansable luchador por los derechos humanos y la democracia, ha recibido el apoyo de numerosos premios Nobel y figuras políticas.

El ex presidente checo Vlacáv Havel y Desmond Tutu, Nobel de la Paz en 1984, volvieron a pedir el domingo pasado su liberación en un artículo en el periódico británico The Observer.

"El apoyo de China a regímenes abusivos y la fuerza brutal con que aplasta la disidencia dentro de sus propias fronteras demuestra que hace falta una reforma sustancial si China quiere ser vista como un verdadero líder entre la comunidad internacional", escribieron.

El Nobel de Literatura de este año, Mario Vargas Llosa, ha saludado también la elección de Liu.

"Es magnífico que hayan premiado a un luchador chino, que es un campeón de la democracia en su país", dijo el lunes en Estocolmo, donde se encuentra para recibir el próximo viernes su galardón, informa Associated Press.

Vargas Llosa insistió en que mucha gente parece olvidar que, a pesar de sus avances, "China es todavía una dictadura".

Pekín llama "payasos" a quienes apoyan al Nobel de la Paz Liu Xiaobo

El régimen chino ha calificado hoy de "payasos" a quienes apoyan la concesión del Premio Nobel de la Paz al disidente encarcelado Liu Xiaobo, y ha asegurado, sin dar nombres, que un centenar de países defienden la postura de Pekín.

"Me gustaría decir a los miembros del Comité Nobel que están orquestando una farsa contra China por su cuenta. Estamos en contra de cualquiera que use el caso de Liu Xiaobo para provocar problemas e interfiera en los asuntos internos y en el sistema judicial chino", dijo la portavoz de la cancillería china Jiang Yu.

"No vamos a cambiar por la interferencia de unos pocos payasos y no vamos a salirnos de nuestro camino", ha dicho la funcionaria al ser preguntada por las comparaciones entre China y la Alemania nazi, ya que fue en 1936 la última vez que el Comité Nobel otorgó el galardón a un pacifista que cumplía condena bajo el régimen de Adolf Hitler.

China mantiene bajo vigilancia y arresto domiciliario a 140 disidentes chinos cercanos a Liu Xiaobo, entre ellos su propia esposa, Liu Xia y en los últimos días ha prohibido viajar a media decena de ciudadanos, incluido el artista Ai Weiwei, para evitar que se presenten en Oslo este viernes.

Fuente: El País

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