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viernes, 13 de noviembre de 2020

TIBURONES: DEJEN DE MASACRARLOS

 Muchos tiburones están siendo sacrificados para producir escualeno, un componente de algunos adyuvantes que se añaden a las vacunas, incluyendo a las vacunas experimentales para el COVID-19. El escualeno que se elabora a partir del aceite de hígado de tiburón, podría ser el ingrediente principal de algunos adyuvantes de vacunas y, a menudo, se utiliza por su precio y disponibilida. Cerca de 3.000 tiburones mueren para producir 1 tonelada de escualeno

Se estima que se matan entre 2.7 millones y 3 millones de tiburones al año para producir escualeno, mientras que el número podría aumentar de manera significativa si se utiliza para las vacunas contra el COVID-19

Existe escualeno sustentable a base de plantas, pero tiene un costo 30 % mayor que el que proviene del tiburón

Los tiburones, muchos de los cuales ya están amenazados, están siendo sacrificados para producir escualeno, un componente de algunos adyuvantes que se añaden a las vacunas, incluyendo a las vacunas experimentales contra el COVID-19 que se están evaluando ahora.

Los adyuvantes se añaden a ciertas vacunas para aumentar la respuesta inmunológica, lo que aumenta su efectividad. Los adyuvantes también disminuyen la cantidad de antígeno o de ingredientes activos que son necesarios para fabricar la vacuna, lo que se traduce en una mayor cantidad de vacunas.

El escualeno, que se elabora a partir del aceite de hígado de tiburón, podría ser el ingrediente principal de algunos adyuvantes de vacunas y, a menudo, se utiliza por su precio y disponibilidad. Por desgracia, las especies de tiburones se están viendo afectadas en el proceso.

Las vacunas contra el COVID-19 podrían contener escualeno derivado de los tiburones

Shark Allies, una organización sin fines de lucro dedicada a la conservación de tiburones y mantarrayas, advirtió que la demanda de escualeno podría aumentar si se convierte en el ingrediente adyuvante principal de las vacunas contra el COVID-19:

“El MF59 es un adyuvante común que contiene escualeno derivado de tiburón y que se ha probado para tratar el MERS-CoV, el SARS-CoV y en la vacuna contra la influenza. En la actualidad, también se está probando en las vacunas contra el COVID-19. Dado que se ha utilizado el MF59 en otros tratamientos para combatir el coronavirus, puede ser bueno en las vacunas contra el COVID-19.

Como resultado, la demanda de escualeno podría aumentar, lo que provocaría un mayor número de matanzas y de captura de tiburones. El MF59 es solo uno de los adyuvantes que contienen escualeno y que se utiliza en las pruebas de la vacuna contra el COVID-19”.

De las 34 vacunas candidatas contra el COVID-19 que se están evaluando y 142 más que se encuentran en evaluación preclínica, 17 usan adyuvantes y cinco de estos son derivados de los tiburones. Se producirán miles de millones de vacunas contra el COVID-19 y es posible que se recomiende una segunda dosis, quizás por temporada.

De acuerdo con Shark Allies, se matan cerca de 3000 tiburones para producir 1 tonelada de escualeno. Se estima que se matan entre 2.7 millones y 3 millones de tiburones al año para producir escualeno, mientras que el número podría aumentar de manera significativa si se utiliza para las vacunas contra el COVID-19. El escualeno de tiburón se utiliza como adyuvante de ciertas vacunas contra la influenza en el mercado.

Los tiburones peregrinos y gulper, que son especies vulnerables, se encuentran entre las especies más codiciadas por ser ricas en escualeno, mientras que una mayor explotación podría disminuir mucho la población. El proceso no es sustentable, según Stefanie Brendl, fundadora y directora ejecutiva de Shark Allies. Brendl le explicó al New Zealand Herald lo siguiente:

"Depender de un animal salvaje nunca será sustentable, en especial si se trata de un depredador que no se reproduce en grandes cantidades. Existen muchas incógnitas de cuán grande y cuánto tiempo podría durar esta pandemia, así como cuántas versiones de la misma tendremos que pasar, mientras que, si continuamos explotando a los tiburones, la cantidad que se necesita para este propósito podría ser muy elevada, año tras año".

Los tiburones son asesinados por su bajo costo, y no por su efectividad

¿Por qué los tiburones son el objetivo? No es porque sean la única fuente de escualeno, sino porque es más económico. Existe escualeno de origen vegetal, pero tiene un costo 30 % mayor que el escualeno de tiburón. Es posible obtener escualeno de tiburón a partir del aceite de hígado por medio de una fase de destilación que tarda unas 10 horas para obtener un producto con una pureza superior al 98 %.

De acuerdo con Shark Allies, el escualeno del aceite de oliva tarda cerca de 70 horas para crear un producto con una pureza del 92 %. Sin embargo, esta no es la única opción, ya que la empresa Amryis produce escualeno sintético que se utiliza en los cosméticos. El escualeno sintético se produce al fermentar la caña de azúcar con levadura, lo que crea un farneseno químico que se utiliza para producir escualeno.

Aunque la versión sintética no está aprobada para utilizarse en las vacunas, el director ejecutivo de la compañía le explicó al New Zealand Herald que están trabajando con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos para obtener la aprobación y que también están negociando con tres compañías interesadas en un “volumen considerable” del producto.

Amyris declaró que les tomaría un mes, o menos, producir suficiente escualeno sintético para crear mil millones de vacunas, mientras que Shark Allies añadió: "Es posible producir escualeno para adyuvantes a partir de levadura, bacterias, caña de azúcar, aceite de oliva e incluso algas".

Se creó una petición para dejar a los tiburones para crear la vacuna contra el COVID-19

Shark Allies creo una petición para para solicitar la prohibición del escualeno derivado de tiburón en las vacunas contra el COVID-19.

Solicitaron a las agencias reguladoras y compañías farmacéuticas que reemplacen el escualeno de tiburón con escualeno vegetal tan pronto como sea posible, mientras apoyan el desarrollo a gran escala de escualeno vegetal.

"El escualeno de tiburón no es un ingrediente único o mágico", señala la petición. "La estructura química del compuesto escualeno (C30H50) es idéntica en los tiburones y en las alternativas vegetales, lo que significa que su eficacia debe ser idéntica sin importar su fuente".

Es urgente que las especies ya amenazadas, como muchos tiburones, no se exploten para obtener ingredientes que pueden obtenerse por medio de otras fuentes. En una nota relacionada, los cangrejos herradura también son víctimas de las vacunas para el COVID-19 por su sangre azul, que es la única fuente conocida de lisado de amebocitos de limulus (LAL), que se utiliza para detectar contaminantes bacterianos en las vacunas.

En ambos casos, elegir alternativas sintéticas puede salvar la especie sin afectar la producción de vacunas. Shark Allies explicó: “El uso de tiburones en las vacunas contra el COVID-19 es impredecible e insostenible. Existen mejores alternativas, por lo que la industria debe detener el uso de los tiburones".




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