El pasado fin de semana, las protestas antirracistas en todo Estados Unidos de América se toparon con violentos ataques policiales, arrestos y la muerte de un manifestante en Austin, en el estado de Texas.
Por 60 días consecutivos, los manifestantes se congregaron el domingo en la ciudad de Portland, en el estado de Oregón. Poco después de la medianoche del lunes, agentes federales usaron gas lacrimógeno y otras armas antidisturbios para dispersar a una multitud que se había reunido frente al tribunal federal, que se ha convertido en un punto de agitación de las protestas nocturnas.
El despliegue de agentes federales por parte del presidente Trump en Portland y otras ciudades provocó una nueva ronda de protestas en todo el país durante el fin de semana. El jueves, el Gobierno de Trump envió una unidad técnica de agentes federales fronterizos a la ciudad de Seattle. No está claro qué papel desempeñaron dichos agentes cuando la policía de Seattle arrestó a decenas de manifestantes y disparó granadas de aturdimiento y gas pimienta a las multitudes.
En noticias relacionadas con Seattle, un juez ha ordenado al periódico The Seattle Times y a cuatro cadenas de televisión que entreguen a la Policía fotos y videos de una protesta realizada en mayo, durante la cual se rompieron ventanas y se incendiaron patrullas de la Policía. El Departamento de Policía espera que las imágenes ayuden a identificar a los sospechosos, en una medida que los defensores de la libertad de prensa y los reporteros advierten que pone en peligro a todos los periodistas.
En la ciudad de Austin, en Texas, un manifestante llamado Garrett Foster fue asesinado a tiros. La madre de Foster dijo que su hijo estaba empujando la silla de ruedas de su prometida cuando un coche arremetió contra la multitud y el conductor abrió fuego.
El sábado, tres personas resultaron heridas en la ciudad de Louisville, en el estado de Kentucky, en una protesta por la muerte de Breonna Taylor a manos de la policía. El arma disparada en la manifestación pertenecía a un miembro de la coalición armada conocida como “Not F-ing Around Coalition” (Coalición “no estamos jodiendo”, en español), integrada en su mayoría por activistas negros. Las tres víctimas también formaban parte del grupo.
En la ciudad de Aurora, en el estado de Colorado, las autoridades están investigando un incidente en el que un coche embistió contra manifestantes en una protesta del movimiento Black Lives Matter (“Las vidas negras importan”, en español). Según se informa, un manifestante también disparó un arma en la marcha.
En la ciudad de Chicago, estatuas de Cristóbal Colón fueron retiradas de dos parques por orden de la alcaldesa Lori Lightfoot. Una de las estatuas removidas era la del parque Grant, donde la semana pasada un policía golpeó a la activista adolescente Miracle Boyd en la cara, arrancándole varios dientes, durante una protesta para derribar la estatua.
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