Mató a los cuñados y al sobrino de 3 años para quedarse con la herencia; ahora fue condenada
La mujer quería apropiarse de la casa de las víctimas, que había sido heredada por el hermano de su pareja. La Justicia de Rivera condenó a 45 años de prisión a la mujer que en 2013 asesinó a sus cuñados y a su sobrino para quedarse con una casa que heredó el hermano de su pareja.
Según informó A Plateia y confirmó El Observador, en febrero de este año, la Fiscalía de 2º Turno de Rivera presentó la acusación contra los autores del triple homicidio.
Paola Fraga, de 47 años, fue condenada como autora intelectual de los homicidios y la Fiscalía solicitó 30 años más 15 de medidas eliminativas, por tres delitos de homicidio especial y muy especialmente agravados, premeditación, grave sevicia (crueldad), precio o promesa de retribución para cometer otro delito en reiteración real. La mujer asesinó a su sobrino de 3 años e ideó el homicidio de su concuñada y del hermano de su esposo para quedarse con la herencia de él, una fracción de campo y la casa en las que vivían las víctimas, informó El País.
La mujer contrató a dos sicarios, que en ese entonces tenían 19 y 17 años. Para el mayor de edad, la fiscal Alejandra Domínguez solicitó 30 años por dos delitos de homicidio especial y muy especialmente agravados, premeditación o promesa de retribución para cometer otro delito.
Luego de cinco meses de presentada la acusación, la Justicia dio a lugar a la solicitud y condenó a 45 años de cárcel a Paola Fraga, autora intelectual del triple homicidio de la familia en Rivera y autora material del asesinato de su sobrino.
También fue condenado a 25 años de cárcel el sicario que en ese entonces tenía 17 años. El menor de edad estuvo en el INAU hasta que cumplió la mayoría.
Fraga sentía un profundo rencor por su cuñado y concuñada, ya que el matrimonio era el único heredero de la vivienda donde fue asesinado y de un campo por el que recibía una renta.
La mujer era docente de biología y en sus lugares de trabajo "se encargó de publicitar el desprecio que sentía por el hermano de su compañero y por la esposa de aquel, a quien llamaba despectivamente 'esa negra'", según detalla el auto de procesamiento de 2013, cuando la autora de los homicidios fue procesada con prisión.
La homicida planeó la muerte del matrimonio y del niño porque quería quedarse con la casa que tenía un alto valor económico por su ubicación, en pleno centro de la ciudad. Para eso, recurrió a la ayuda del hombre también condenado, a quien conocía porque le cortaba el pasto y le vendía leña.
Le contó la idea y aceptó. A cambio le pagó $ 40 mil. Además, le pidió a un amigo que lo ayudara, por lo que apareció en la escena el menor de 17 años.
Según el testimonio de los sicarios, en un cumpleaños familiar, la mujer sacó las llaves del matrimonio para copiarlas. Fraga les abrió la puerta del portón, los hombres ingresaron y se escondieron.
La mujer tocó la puerta y su cuñado le abrió. En ese momento, los sicarios lo tomaron por la espalda y por la fuerza lo hicieron entrar a la vivienda. Allí, el condenado le dio una puñalada mortal en el cuello. En tanto, Fraga asesinó a su sobrino, lo colocó en la cama, le apretó la boca con las manos, le puso una almohada en la cabeza y se sentó sobre él hasta que dejó de respirar. Según manifestó a sus cómplices, lo asesinó "para que no fuera como el padre, no quedaran herederos" y así quedarse con la casa familiar.
La concuñada de Fraga llegó a la casa e intentó escapar cuando vio a su marido asesinado. Sin embargo, los sicarios la agarraron y, con el cuchillo que mataron al hombre, la homicida apuñaló a la mujer en el pecho mientras la insultaba. Como no logró su cometido, el sicario tomó el arma blanca y le dio una puñalada mortal en el cuello.
Un testigo vio a los hombres entrar a la casa, por lo que la policía dio con los cómplices, que confesaron el crimen.
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