Por Liam Stack
14 de agosto de 2019
BERLÍN —
Claro que ni la roca ni el pescado salieron de ningún cascarón, dijo el portavoz del zoológico Maximilian Jäger. El zoológico sabía que Skip y Ping, ambos pingüinos rey macho, ya eran pareja cuando llegaron desde Hamburgo en 2018 y Jäger dijo que en pocas semanas las aves ya estaban buscando tener crías.
“Es muy común que dos pingüinos del mismo sexo se junten. No creo que sucede con la mayoría de los pingüinos, pero no es poco frecuente”, dijo Jäger el 13 de agosto. “Estamos seguros de que serán buenos padres porque fueron increíblemente tiernos con la roca”.
Así que los cuidadores del zoológico decidieron darles a Skip y a Ping la oportunidad de criar después de que una pingüino de 22 años, llamada The Orange por el color de sus alas, puso un huevo en julio. Ella nunca había podido hacer que una cría saliera del cascarón cuando estaba sola.
“Solo tuvimos que poner el huevo frente a uno de ellos y él supo qué hacer”, dijo Jäger. “Tomó su pico y jaló el huevo hacia sus pies para poner el estómago encima, que es lo que suelen hacer los pingüinos”.
La posibilidad de que dos pingüinos gays que adoptaron un huevo puedan criar un polluelo se ha convertido en la buena noticia más popular en Berlín en los últimos días. El martes 13 de agosto llevó a aficionados de los pingüinos, periodistas y a un equipo de la televisora estatal a reunirse para ver a Ping sentado sobre el huevo.
“Ellos son realmente lo que me hizo venir al zoológico, porque no lo visito muy seguido”, dijo Anna Schmidt, investigadora de Estudios de Género de 33 años que describió a los pingüinos como “una pareja muy feliz”.
Los pingüinos no son aves que delaten muchas expresiones, pero Ping y Skip no parecían molestos por toda la atención. Se sentaron sobre una roca y se quedaron viendo hacia la ventana, de espaldas al público cautivo, mientras The Orange acicalaba sus plumas.
“Sabía que hay homosexualidad en el mundo animal, pero nunca había escuchado de la adopoción gay en el mundo animal”, dijo Schmidt.
Sin embargo, hay un detalle importante. La cuidadora de los pingüinos del zoológico de Berlín, Anja Seiferth, dijo que no saben con certeza si el huevo estaba fertilizado, por lo que tal vez nunca haga eclosión.
Dijo que no hay manera de saber sino hasta principios de septiembre, cuando nacerá un polluelo o no. Si nace, será la primera cría de pingüino en el zoológico desde 2002.
“Espero que Ping y Skip tengan a su pingüino bebé y se vuelvan los mejores padres”, dijo Seiferth. “Espero que eso suceda, pero hasta el momento no sabemos si será así”.
Hay varios registros de homosexualidad en especies animales, que tienen menos manías sociales al respecto que los humanos. Pero los pingüinos gays parecen ser destacables en cuanto a la homosexualidad animal.
Ha habido varias parejas de pingüinos del mismo sexo en zoológicos, incluyendo el de Central Park en Nueva York, el Acuario Sea Life de Sídney, Australia, y en algunos zoológicos regionales de Dinamarca e Irlanda.
Y el Zoológico de Londres celebró el Mes del Orgullo LGBT este junio, junto con los seis pingüinos de Humboldt gays que viven ahí, con un cartel que decía: “Algunos pingüinos son gays, supérenlo”.
Schmidt, la investigadora que visitó el zoológico, dijo que ver a Skip y a Ping la hizo pensar en los obstáculos que todavía viven las parejas del mismo sexo en Alemania. No se permite la subrogación para procrear y las parejas lesbianas tienen que hacer una maraña de trámites complejos para que se les reconozca a ambas como las madres si una de ellas da a luz.
“El Estado no quiere que la familia, el núcleo de una nación soberana, sea autónoma o que se piense en un nuevo tipo de familia”, dijo Schmidt, la experta en Estudios de Género. Volteó a ver a Skip y a Ping, que seguían sentados de espalda al público.
“Pero a la naturaleza claramente no le importa”, dijo con risas. “Ellos no tienen límites”.
Liam Stack es reportero. Antes fue reportero de Política, con sede en Nueva York, y fue corresponsal para Medio Oriente con sede en El Cairo. @liamstack
“Solo tuvimos que poner el huevo frente a uno de ellos y él supo qué hacer”, dijo Jäger. “Tomó su pico y jaló el huevo hacia sus pies para poner el estómago encima, que es lo que suelen hacer los pingüinos”.
La posibilidad de que dos pingüinos gays que adoptaron un huevo puedan criar un polluelo se ha convertido en la buena noticia más popular en Berlín en los últimos días. El martes 13 de agosto llevó a aficionados de los pingüinos, periodistas y a un equipo de la televisora estatal a reunirse para ver a Ping sentado sobre el huevo.
“Ellos son realmente lo que me hizo venir al zoológico, porque no lo visito muy seguido”, dijo Anna Schmidt, investigadora de Estudios de Género de 33 años que describió a los pingüinos como “una pareja muy feliz”.
Los pingüinos no son aves que delaten muchas expresiones, pero Ping y Skip no parecían molestos por toda la atención. Se sentaron sobre una roca y se quedaron viendo hacia la ventana, de espaldas al público cautivo, mientras The Orange acicalaba sus plumas.
“Sabía que hay homosexualidad en el mundo animal, pero nunca había escuchado de la adopoción gay en el mundo animal”, dijo Schmidt.
Sin embargo, hay un detalle importante. La cuidadora de los pingüinos del zoológico de Berlín, Anja Seiferth, dijo que no saben con certeza si el huevo estaba fertilizado, por lo que tal vez nunca haga eclosión.
Dijo que no hay manera de saber sino hasta principios de septiembre, cuando nacerá un polluelo o no. Si nace, será la primera cría de pingüino en el zoológico desde 2002.
“Espero que Ping y Skip tengan a su pingüino bebé y se vuelvan los mejores padres”, dijo Seiferth. “Espero que eso suceda, pero hasta el momento no sabemos si será así”.
Hay varios registros de homosexualidad en especies animales, que tienen menos manías sociales al respecto que los humanos. Pero los pingüinos gays parecen ser destacables en cuanto a la homosexualidad animal.
Ha habido varias parejas de pingüinos del mismo sexo en zoológicos, incluyendo el de Central Park en Nueva York, el Acuario Sea Life de Sídney, Australia, y en algunos zoológicos regionales de Dinamarca e Irlanda.
Y el Zoológico de Londres celebró el Mes del Orgullo LGBT este junio, junto con los seis pingüinos de Humboldt gays que viven ahí, con un cartel que decía: “Algunos pingüinos son gays, supérenlo”.
Schmidt, la investigadora que visitó el zoológico, dijo que ver a Skip y a Ping la hizo pensar en los obstáculos que todavía viven las parejas del mismo sexo en Alemania. No se permite la subrogación para procrear y las parejas lesbianas tienen que hacer una maraña de trámites complejos para que se les reconozca a ambas como las madres si una de ellas da a luz.
“El Estado no quiere que la familia, el núcleo de una nación soberana, sea autónoma o que se piense en un nuevo tipo de familia”, dijo Schmidt, la experta en Estudios de Género. Volteó a ver a Skip y a Ping, que seguían sentados de espalda al público.
“Pero a la naturaleza claramente no le importa”, dijo con risas. “Ellos no tienen límites”.
Liam Stack es reportero. Antes fue reportero de Política, con sede en Nueva York, y fue corresponsal para Medio Oriente con sede en El Cairo. @liamstack
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