Estaban todas las entradas vendidas para la La Flauta Mágica de Mozart, que comenzaba a las 20:00 horas en el Teatro Solís. La invitación era limitada para los integrantes de la masonería, como una especie de función privada. Entre el público se encontraba la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz. Sin embargo, el concierto comenzó a retrasarse y minutos después se supo que se suspendía con motivo de un conflicto que mantiene la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (Adeom) con el gobierno del departamento de Montevideo.
Según dijo a Montevideo Portal José María Goicoechea, responsable de la Unidad de Comunicación de la Gran Logia de la Masonería del Uruguay (GLMU), cada persona pagó su entrada correspondiente y ahora, una vez sabido que no hay fecha para organizar la función de nuevo, el gran inconveniente es cómo devolver el dinero.
Goicoechea explicó que había una gran expectativa en el público y que, incluso, había gente del interior y del exterior entre los presentes.
"Es un poco engorroso por la gente que está en el interior o en el exterior. Habrá un comunicado interno para los que compraron", explicó en referencia a la devolución del dinero de las entradas.
Sin embargo, Goicoechea aseguró que una vez enterados de que la función no se llevaría a cabo no hubo más que "el malestar típico de cualquier persona que va a una obra y se suspende", pero que nadie se quejó de los trabajadores de Adeom.
A su vez, dio por sentado que el día elegido para el paro de los trabajadores no tiene que ver con la masonería y señaló que no tomarán parte en el asunto.
La secretaria general de Adeom, Valeria Ripoll, dijo este martes al diario El País que fue una medida que tomaron "los trabajadores de la Filarmónica con los del Solís".
"Decidimos hacerlo hoy (ayer) puntualmente porque era una función cerrada para la Masonería", añadió.
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