Analice Berón, directora de Salud de la IM, afirmó en diálogo con la diariaque cada vez se encuentra menos esta bacteria: “Es bastante poco frecuente pero aparece, todos los meses tenemos casos de alimentos que están contaminados. La bacteria está en todo tipo de alimentos: en quesos, en lácteos en general, en importados congelados, en fiambres y chacinados”. De hecho, comentó que “hay pocos alimentos que no se contaminen; las frutas frescas, las carnes, todo se puede contaminar, por eso nosotros buscamos la bacteria en todos los alimentos”. La directora afirmó que, entre esos productos, “en lácteos es donde más se encuentra, sobre todo en quesos”, y que “probablemente los chacinados le sigan en la frecuencia”.
Según los datos recabados por Sudestada, suelen pasar meses entre que la comuna detecta la bacteria y multa a la empresa. De todas formas, apenas se constata la presencia del agente patógeno, la División Salud de la IM aplica un protocolo que, según explicó Berón, consiste en “comunicar inmediatamente al punto de venta o a la industria que lo elabora o lo procesa, o a la empresa que lo importó, depende de dónde se hace el hallazgo”, y proceder al inmediato retiro de la mercadería: “Se recoge toda la partida que pudiera estar potencialmente contaminada y se destruye”, destacó, y agregó que esto se hace en las 24 horas siguientes a la detección de la bacteria, y que antes de que pasen 48 horas todo el lote está destruido. Esta es la razón por la que no se informa a la población cada vez que se encuentra la presencia de la bacteria, sino solamente “cuando hay certeza o sospecha” de que no se logró que la partida fuera retirada por completo, señaló.
La última multa que aplicó la IM por esta causa fue en mayo de este año, a la cadena de supermercados Disco, por la presencia de la bacteria en salchichas tipo frankfurters marca Leader Price; este año también se multó a Sarubbi por una partida de su jamón cocido feteado al vacío –que según aclaró la empresa ayer, en un comunicado, nunca llegó al mercado– y antes ya se había multado a esa firma en 2017 y 2015 por productos contaminados. El Frigorifico Picorell SA también fue multado en 2017 y en 2016; en ese año, se aplicaron además multas a Liborstar SA, que comercializa la marca Salto Grande, a Frigorífico Ecocarnes y a Donycas SA. En 2015, se constató contaminación en productos de Kali SA, Frigorífico Centenario SA y Henderson y Compañía SA (Tienda Inglesa).
Berón destacó: “Muchas veces no es en la producción que se da la contaminación, sino en la manipulación de un punto de venta, o en partidas importadas. No necesariamente es la industria. Puede pasar que un producto se haya contaminado puntualmente en una fiambrería, o estando en la estantería de un almacén o en la heladera”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario