La activista chií Israa al Ghomgham, junto a otros cuatro hombres, está siendo juzgada por un tribunal de terrorismo del país por "cargos relacionados únicamente con su activismo pacífico", ha puntualizado HRW. Al Ghomgham, cuya edad se desconoce por la opacidad de las autoridades saudíes, es conocida por participar y documentar las multitudinarias protestas que se dieron en 2011 en el este de Arabia Saudí en demanda del fin de "la discriminación sistemática contra los chiíes saudíes en un nación de mayoría suní", indicó la ONG. "Cualquier ejecución es aterradora, pero pedir la pena de muerte para activistas como Israa al-Ghomgham, que ni siquiera son acusados de comportamiento violento, es monstruoso", ha señalado en un comunicado Sarah Leah Whitson, responsable de Oriente Medio para HRW.
Las autoridades arrestaron a la activista y a su marido el 6 de diciembre de 2015, fecha desde la que se encuentran en la prisión de Al Mababith, en Dammam, en el este del país. Además de Al Ghomgham, otros cuatro activistas están acusados de "participar en protestas", "incitar a las protestas", "cantar eslóganes hostiles", así como "intentar enardecer la opinión pública". El caso se dio a conocer a principios de esta semana por un grupo de activistas por los derechos humanos en Arabia Saudí con sede en Londres, ALQST. Los activistas negaron que los detenidos ya habían sido ejecutados como se había publicado a través de las redes sociales.
El proyecto Visión 2030, aprobado en 2016 por el Gobierno saudí, pretende reducir la dependencia del petróleo y desarrollar las inversiones, así como una serie de reformas sociales impulsadas por el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, que inició en 2017, como el levantamiento del veto de conducir a las mujeres. "La Agenda 2030 que Arabia Saudí vende a Occidente parece ser, en este punto, toda una mentira, dado como están actuando contra los disidentes", declaró la investigadora saudí de HRW Hiba Zayadin a la Agencia EFE.
El Reino del Desierto es el tercer país del mundo que más ejecuciones ha llevado a cabo en los últimos años, solo por detrás de China e Irán. Desde enero de 2018 se ha ajusticiado al menos a 65 reos, mientras que en los años anteriores se superó el centenar de ejecuciones (154 en 2016 y al menos 146 en 2017), según Amnistía Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario