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viernes, 10 de agosto de 2018

ARABIA SAUDITA: EL REINO ARABE REACCIONO VIOLENTAMENTE CONTRA CANADA ANTE UN PEDIDO DE RESPETAR DERECHOS HUMANOS

Un avión de Air Canada volando directamente hacia la emblemática Torre CN de Toronto. Una imagen que recuerda irremediablemente a los atentados de musulmanes extremistas el 11-S ha ha obligado a la empresa de Arabia Saudita que la ha publicado a pedir disculpas y retirarla de su cuenta de Twitter. La provocación llega en plena escalada diplomática entre Canadá y Arabia Saudita por el tema derechos humanos.

El mensaje de Infographic KSA en la red social hacía referencia a la expulsión del embajador de Canadá en el país después de que su gobierno pidiera la liberación de los activistas por los derechos humanos detenidos en el reino.

“El avión tenía la intención de simbolizar el regreso del embajador”, dijo la organización en un tweet posterior. “Nos damos cuenta de que esto no quedaba claro, cualquier otro significado no fue intencional”, añadieron.

Lo cierto es que el mensaje que acompaña a la polémica imagen es muy claro: "Meter las narices donde no te llaman". También se puede leer un proverbio árabe: "Quien se mete en los asuntos que no le importan acaba encontrando cosas que no le gustan". Y todo sobreimpresionado en la imagen del avión acercándose al rascacielos.

En el plano diplomático, el ministro de Exteriores de Arabia Saudita, Adel al Yubeir, dijo que Canadá sabe "lo que tiene que hacer" y que el reino espera que "corrija lo que hizo" para solucionar la crisis abierta entre ambos países.

"No hay nada sobre lo que mediar. Canadá sabe lo que tiene que hacer: tiene que corregir lo que hizo al reino, estamos a la espera de ello", destacó Al Yubeir en una rueda de prensa en Riad, al descartar un posible proceso de mediación .

Trudeau reveló que los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países tuvieron una "larga" conversación telefónica en las últimas horas para tratar el reciente conflicto diplomático, desatado por las quejas de Canadá hacia los arrestos de activistas en el reino.

El primer ministro canadiense dijo que "no es un secreto" que Canadá hable con todo el mundo sobre sus preocupaciones por las violaciones de los derechos humanos, y declaró que "seguirá haciéndolo de forma constructiva y educada".

Aun así, concedió que Arabia Saudí está "avanzando" en materia de derechos humanos.

Las palabras de Trudeau son las primeras del primer ministro canadiense desde que Arabia Saudita expulsara el lunes al embajador de Canadá de su territorio.

Pese a su tono pacificador, Trudeau no se disculpó por criticar a Riad, tal y como había sugerido hoy el ministro saudí de Exteriores, Adel al Yubeir.

En una rueda de prensa en la capital saudí, Al Yubeir señaló que "no hay nada sobre lo que mediar. Canadá sabe lo que tiene que hacer: tiene que corregir lo que hizo al reino, estamos a la espera de ello".

“La posición canadiense es una interferencia abierta y flagrante en los asuntos internos del Reino de Arabia Saudita y contraviene las normas internacionales más básicas y todos los estatutos que rigen las relaciones entre los Estados”, declaró en Twitter al Yubeir. “Cualquier otro intento de interferir en nuestros asuntos internos desde Canadá significa que tenemos la autorización de interferir en asuntos internos canadienses”. 

Horas después del anuncio de Riad, diversas cuentas en redes sociales, supuestamente de ciudadanos saudíes, mostraron mensajes afirmando que Arabia Saudita apoya la independencia de Quebec y muestran preocupación por las condiciones de vida de los pueblos indígenas de Canadá.

El responsable saudita advirtió, además, de que su gobierno considerará "medidas adicionales" contra Canadá.

De momento, además de expulsar al embajador canadiense y de llamar a consultas a su propio representante en Ottawa, Arabia Saudí ha adoptado pasos para limitar los intercambios comerciales y financieros con Canadá.

El Banco Central de Arabia Saudí ordenó la venta de activos canadienses como represalia por la disputa, y Riad suspendió todos los programas de tratamiento de pacientes saudíes en hospitales de Canadá y su traslado a otros países.

También ordenó a miles de saudíes, que estudian en territorio canadiense gracias a becas otorgadas por el Ejecutivo, que abandonen el país norteamericano y canceló todas las compras de cereales procedentes de Canadá.
Mientras, el Gobierno canadiense ha mantenido un relativo silencio ante la creciente crisis diplomática.

Oficialmente, Canadá justificó su mutis porque está intentando obtener clarificaciones de Riad sobre el conflicto.

El Ejecutivo canadiense no ha revelado públicamente cómo va a resolver el conflicto con Arabia Saudita, aunque se ha sabido que el gabinete de Trudeau está intentando rebajar de forma discreta las tensiones a través de intermediarios.

El especialista en Oriente Medio, Thomas Juneau, antiguo analista del Ministerio de Defensa canadiense, aplaudió en Twitter el bajo perfil adoptado por Ottawa.

"Sería tentador que Canadá alardeara sobre cómo está defendiendo los derechos humanos al mismo tiempo que (el presidente de USA., Donald) Trump los abandona y los europeos se miran los pies", opinó Juneau, que felicitó a Canadá por su actuación de bajo perfil para rebajar la tensión, "el largo plazo es el mejor planteamiento"

No obstante, Canadá ha recibido por el momento poco respaldo de sus aliados tradicionales.


Estados Unidos de América ha evitado respaldar a las autoridades canadienses y ayer el Departamento de Estado se negó a condenar a Arabia Saudita por el arresto de activistas civiles o apoyar al Ejecutivo de Trudeau.

Gran Bretaña también ha reaccionado con tibieza, ya que Londres ha resaltado que Arabia Saudita y Canadá son "estrechos socios" y ha solicitado a ambos que midan sus acciones.

Tanto USA como Gran Bretaña tienen fuertes vínculos financieros con Riad, que es uno de sus principales clientes para la compra de material militar.

Mientras, varios Estados árabes y Rusia, que mantiene una agria disputa con Canadá por su apoyo a Ucrania, han manifestado su respaldo a Arabia Saudita.

Arabia Saudita garantiza el suministro de petróleo a Canadá pese a la crisis

El gobierno de Arabia Saudita garantizó ayer jueves que mantendrá el suministro de petróleo a Canadá a pesar de la crisis diplomática abierta entre ambos países esta semana.

El ministro de Energía, Industria y Recursos Minerales, Jalid al Falih, aseguró en un comunicado que la exportación de petróleo "no se verá afectada por asuntos políticos".

"La crisis en las relaciones saudíes-canadienses no afectará de ningún modo las relaciones de la empresa saudí Aramco con sus clientes en Canadá", afirmó el ministro en el comunicado.

It would be tempting for Canada to loudly brag about how it is defending human rights as Trump abandons them and Europeans look at their feet. But kudos to Ottawa for playing a strategically patient game (low profile, seeking to deescalate). Long term, it's a better approach.




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