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jueves, 5 de julio de 2018

JESSICA Y XIMENA: UNA HISTORIA DE AMOR Y ESFUERZO

Se conocieron, se gustaron, pasaron 10 años y llegó la idea de expandir la familia. Tener un bebé era el sueño que querían cumplir pero no era tan fácil, necesitaban US$ 10.000 para poder realizarlo.  Jessica Polak (34) y Ximena Beretervide (39) están juntas desde hace más de una década. A fines de 2016 decidieron que estaban listas para tener un hijo juntas y fueron al Fondo Nacional de Recursos (FNR) para recibir ayuda. "Es obvio que como las dos somos mujeres no podemos hacerlo de la manera tradicional", comentaron al diario El País.

Sin embargo el procedimiento que les ofrecía el FNR era el método de inseminación tradicional: se elige a una de las dos, se la insemina y de esta forma se concibe. "Nosotras queríamos que el bebito fuera de las dos", indica Jessica y agrega: "lo que buscamos es que extraigan los óvulos de Xime, que se fecunden in vitro y que los implanten en mi útero".

Este proceso, que es calificado como "de alta complejidad", tiene otro costo y no está previsto por el FNR a menos que uno de los integrantes de la pareja no sea fértil. "Este no es el caso", aclara Ximena.

Después de averiguar encontraron una clínica privada capaz de ayudarlas en el camino hacia formar una familia y el sueño se empezó a hacer más tangible. Comenzaron los ahorros y los ajustes en las cuentas, ya faltaba poco. Sin embargo, en febrero de este año, cuando todo parecía ir bien, Jessica se quedó sin trabajo.

La plata empezó a faltar, el alquiler y los gastos continuaban y el dinero para la llegada del bebé disminuía hasta finalmente evaporarse.

Esta situación no las desanimó pero el tiempo corría. "Por nuestras edades sabemos que tenemos que hacerlo rápido", dice Ximena.

"Una noche estábamos acostadas, pensando, hablando del bebé y se nos ocurrió que podía ser buena idea si empezábamos a vender alfajores. A las dos nos gusta la cocina y teníamos una receta de unos muy parecidos a los Havana argentinos", cuenta Jessica, así que el proyecto se puso en marcha.

Armadas con harina, manteca, azúcar y dulce de leche una noche empezaron a hornear. La idea era venderlos puerta a puerta a vecinos, amigos, familiares y todos los que quisieran ayudar en el sueño.

"Pensamos que podía ser más seguro si lo hacíamos por Instagram así que abrimos una cuenta.
Al principio fue solo por la seguridad y por el frío de estar afuera caminando", explica Ximena una semana después de haber tomado la decisión. No sabían lo que les esperaba.


Con un cartel de "próximamente" y la leyenda "hoy estamos a 15.400 alfajores de empezar el camino de ser MAMÁS!" comenzaron un proyecto que crece día a día.

"Tenemos un objetivo de 70 alfajores por día a $ 20, en un mes tendríamos 900 dólares. En 12 meses todo cubierto (incluyendo los ingredientes que usan para cocinarlos)", cuenta Jessica. Al momento ya tienen pedidos hasta agosto y en una semana ya cosecharon 5.000 seguidores que las siguen en Instagram.

Lo que nunca imaginaron es que el proyecto iba a crecer más allá de la venta de alfajores. "Recibimos mucho cariño todos los días, gente que nos escribe de diferentes edades, de otros países, personas que nos cuentan 'me abriste la mente', todos nos dan para adelante, nunca recibimos una crítica", cuentan.

De noche, además de pasar gran parte del tiempo cocinando y horneando los alfajores que van a entregar al otro día, se acuestan leyendo los mensajes de las personas que deciden abrirse y contarles sus historias. Muchos les agradecen por compartir su situación e incluso otros les cuentan que también intentan tener un hijo.

"Nosotras queríamos formar una familia, tener un bebito y muchas se sintieron muy identificadas. Algunos no saben que existe esta forma de inseminación que a nosotras nos gusta porque sería la forma más natural, sería un hijo de las dos".


Jessica y Ximena. Foto: Jessica y Ximena
Jessica y Ximena. Foto: Gentileza

El procedimiento.


Los pasos para cumplir el sueño de tener un nuevo integrante en la familia no finalizan al momento de reunir el dinero suficiente. En ese momento deberán realizarse una serie de estudios para comprobar que todo esté en condiciones para que se comience con el procedimiento.

"Nosotras los iniciamos hace un año, antes de que Jessica perdiera el trabajo, en ese momento ya nos habían dicho que estaba todo bien pero como tienen un vencimiento seguramente los tengamos que hacer de nuevo", comenta Ximena.

Una vez que los resultados den luz verde ambas deben someterse a un mes en que les inyectan hormonas para preparar el cuerpo de ambas: a Ximena para la extracción del óvulo, a Jessica para que su cuerpo se adapte al bebé que va a tener.

Finalmente ya todo estará listo para que sean mamás.

"Nosotras, en la medida en que la gente lo quiera, vamos a compartir el proceso con todos nuestros seguidores. Imaginate el cariño que va a recibir este bebé y la buena energía", dice Jessica.

En este proceso en el que su proyecto crece día a día así como la ilusión de ver que lo que parecía tan lejano se acerca de a poco las dos buscan transmitir el mensaje de que "todo es posible".

"Parece frase hecha pero es verdad. Todo lo que quieran se puede, hay que traerlo a tierra, poner un objetivo y buscarlo, pero todo se logra. Desde tener un hijo hasta jugar al fútbol, vender tazas, lo que sea".

Cuando responden si en un futuro se ven como influenciadoras se ríen, ahora su objetivo principal "es tener un bebito", porque "no tenemos mucho tiempo para pensar en otra cosa, pero sí, nos gustaría en un futuro darle la vuelta y buscarle un lado más social, no que sea comercial".

Pedidos.

Más allá de que las personas lo hacen porque quieren ayudar "muchos nos dicen que son riquísimos, que tendríamos que pantentarlos", cuenta Jessica y cuenta que la lista de pedidos se llena cada vez más.

Todas las personas que quieran realizar pedidos pueden realizarlo a través de un mensaje privado en su cuenta de Instragram hechoconmucho_amor.



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